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Mostrando las entradas de 2022

3er domingo de adviento: JESÚS UN PROFETA DE ESPERANZA Y ALEGRÍA, NO DE AMENAZAS Y TEMOR

         Lect.:   Is  35, 1-6a. 10 ; Sant  5, 7-10 ;  Mt  11, 2-11   Llevamos varias semanas tratando de aclararnos si la vida cristiana se construye sobre la base del temor y  de las amenazas o sobre la esperanza y la alegría. La experiencia histórica nos atestigua que, tanto entre católicos, como en protestantes y en modernos neopentecostales, encontramos esas dos líneas de prácticas y doctrinas. Hay quienes, por temperamento, por tradición familiar o educación, tienden a una visión rigorista de lo religioso, apegada a leyes y doctrinas como referentes prioritarios. Otros, más bien, también, quizás, por el beneficio de experiencias e influencias muy benefactoras, nos hemos sentido tocados por la maravilla de la Buena Noticia, y progresivamente hemos ido tratando de formarnos por sentimientos, por apasionamiento  a partir de la persona de ese Jesús hecho todo para todos.  En este tercer domingo de Adviento lo que se narra de Jesús y de Juan el Bautista nos hace ver cómo  este dilema,

2º domingo de Adviento: CAMBIEMOS DE MENTALIDAD, SI CREEMOS QUE EL REINO DE DIOS YA HA LLEGADO

 Lect.:  Is 11, 1-10; Rom 15, 4-9 ;Mt 3, 1-12 La figura de Juan el Bautista en este 2º domingo de Adviento sirve a Lucas para que nos respondamos, al menos parcialmente, dos de las principales preguntas que nos formulábamos al final de nuestra reflexión del domingo pasado. La principal,  ¿nuestra fe cristiana es fuente de esperanza y alegría por un mundo nuevo que vendrá —o que ya ha empezado—, o solo de temor ante el juicio de un dios tremendo juez, que se prepara para castigar con fuerza? Aun construyendo solo una breve escena, Mateo destaca a Juan no tanto como bautizador, sino como profeta, que es capaz de descubrir que el reino de los cielos ya  ha llegado. Y este anuncio,  coincide con el que presenta a Jesús y a los inicios de su misión en  el siguiente capítulo cuando dice: “A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca» y “recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y

1er domingo de adviento: HAY QUE DESPABILARSE PARA DESCUBRIR EN QUÉ ESTÁ LA SALVACIÓN QUE TENEMOS CERCA

Lect: Is 2, 1-15; Rom 13, 11-14; Mt 24, 37-44 Se supone que este tiempo de Adviento, además de ser el inicio del año litúrgico y la preparación para la Navidad, es un tiempo caracterizado por el cultivo de la esperanza. Hermosa palabra pero, ¿de qué se trata? Al menos, de inmediato, nos tenemos que preguntar, ¿qué debemos esperar y en qué consiste nuestra actitud de esperanza? Si nos dejáramos llevar por una interpretación literalista, de la 1ª lectura de hoy, del profeta Isaías, nos llenaríamos sin duda de júbilo porque el profeta está anunciando que vendrá un tiempo de paz universal, conducidos por la luz del Señor. Y aunque no lo menciona con este nombre, pero es el inicio del Reino de Dios que Él mismo va a instaurar (?) . A nosotros lo que nos correspondería sería acoger ese don de un mundo nuevo recreado por Dios. Por otra parte, un poco como contrapunto, Mateo en el pasaje evangélico de hoy, nos da un mensaje que, si somos sinceros y atentos a lo que leemos, puede resultarnos c

34º domingo t.o.: Celebración de ¿Cristo Rey?

conmemoración de Cristo Rey Lect.: 2ª Sam 5, 1-3; Col 1, 12-20; Lc 23, 35-43 El uso de las palabras no es inocente. Esto puede reiterarse cuando se trata de títulos aplicados a Jesús de Nazaret. Por eso no podemos dejar pasar que este último domingo del año litúrgico lo celebremos, sin más, como fiesta de “Cristo Rey”, sin pararnos a considerar lo que implica esa expresión. Así lo hemos hecho en esta fecha en años anteriores y añadimos ahora una consideración más por las circunstancias que nos toca vivir. Es indiscutible que el título de “rey” evoca hoy día una posición de poder que aplicado a Jesús puede llevar a una doble distorsión, sobre su identidad y sobre el carácter y misión de la Iglesia, de la comunidad de sus seguidores. Aunque puede también tener una interpretación constructiva.   Lo que es clave es preguntarnos desde dónde leemos el texto del evangelio de hoy.   Si lo hacemos desde el contexto de la sociedad en la que vivimos, hay que ser conscientes   de que en ella preva

33º domingo t.o. "El espíritu maligno quiere que trasformemos las crisis en conflicto" (Papa Francisco)

  33º domingo t.o. Jornada Mundial de los pobres. Lect.: Mal 3, 19-20; 2ª Tes 3, 7-12; Lc 21, 5-19 Intencionalmente, este pasaje evangélico se pone casi al final de las meditaciones del año litúrgico, pero al hacerlo, ¿qué es lo que se quiere resaltar? ¿en qué   se quiere que fijemos nuestra atención ya casi terminando el año? Es muy frecuente que se quiera entender como un llamado a pensar en el fin del mundo, el fin de la historia, por centrarse en la profecía de Jesús sobre la destrucción del Templo de Jerusalén. Pero, leído con cuidado el mensaje de Jesús que transmite Lucas es otro y más cercano a nuestras preocupaciones cotidianas, aunque no resulte precisamente tranquilizador. En esta ocasión me permito seguir el esquema y retomar varios de los párrafos del comentario hecho por el Papa Francisco este domingo.   Pero invitando a leer su Homilía completa, cuyo enlace pongo al final. El pasaje inicia contrastando la actitud y reacción de quienes contemplaban el Templo de Jerusalén,

32º domingo t.o. Dios no es Dios de muertos sino de vivos

Lect.: 2Mac 7, 1-2-.9-14 ; 2ª Tes 2, 16-3, 5; Lc 20, 27-38     1.    En más de una ocasión Jesús se topó con quienes trataban de ponerle zancadillas a  sus enseñanzas. Creo que todos tenemos experiencia personal de actitudes similares provenientes de personas que más que estar interesados en captar la verdad contenida en un mensaje tratan, más bien, de convertir una conversación en un duelo de palabras y de sentirse y ser considerados como ganadores en una discusión. (Pasa en religión. pasa en política y, ¡por supuesto, en fútbol!). Los del grupo de los saduceos que en el texto de hoy intentan ponerle una trampa a Jesús,  recurren, además, a un tipo de disputas bíblicas que resulta ajeno a nuestro mundo moderno. Llama la atención que, más que buscar directamente la iluminación de Jesús, recurren a un supuesto caso, imaginario, de una pobre mujer que enviuda sucesivamente de siete hermanos y que plantea un reto al cumplimiento de la llamada “ley del levirato”.  Nos damos cuenta ensegu

31º domingo t.o. ¿PUEDEN SER CRISTIANOS LOS RICOS?

Lect.. Sb 11, 22. 12,2: 2Tes 1,11-2, 2; Lc 19: 1 -10 1. Podemos preguntarnos qué hace un hombre rico y con un puesto importante de funcionario, jugando un papel protagónico en este texto de Lucas. Tiene que sorprendernos porque sabemos que este evangelista es conocido como evangelista de los pobres y de la misericordia. La respuesta a nuestra inquietud va a salir de la lectura cuidadosa del pasaje. Pero antes hay que hacer ver que probablemente ese mismo interrogante ya estaba extendido en los momentos en que se redacta este texto. Probablemente el autor se vio motivado a introducirlo tras constatar la preocupación y quizás el desconcierto de muchos en las primeras comunidades cuando veían que algunos de los que se acercan a Jesús vienen de grupos   adinerados e incluso ligados al poder financiero. 2. Lucas, retoma elementos de esta narración más antigua y los articula en el relato de Zaqueo intentando dejar claro, por un lado, que la presencia de cristianos ricos, o ricos cristianos,

29º domingo t.o.: ¿QUÉ TIPO DE FE ESPERA ENCONTRARSE EL HIJO DEL HOMBRE EN LA TIERRA?

  Lect.: Ex 17, 8-13; 2ª Tim 3, 14-4, 2; Lc 18, 1-8 La protagonista principal de la parábola que narra Jesús en este texto de Lucas es una mujer notable. Notable porque se trata no solo de una persona pobre, y mujer, sino además viuda que, como en diversos pasajes de la Escritura, es alguien que carece de bienes y sin el apoyo de un esposo ni de ninguna herencia.  Notable porque a pesar de esas características tiene la iniciativa y la fortaleza para ir a tocar la puerta repetidamente, de un juez injusto para reclamar que se le haga justicia.        En la breve parábola Jesús la presenta como modelo de fe. ¿Por qué? ¿Acaso porque habiéndole fallado todo apoyo material y social recurre a Dios para que le solucione su situación? No es lo que según Lucas resalta en la  interpretación del propio Jesús. Para él, efectivamente, Dios hará justicia a sus elegidos, a los pobres, —de los que la viuda es imagen simbólica— pero a condición de que estos le  griten  pidiendo justicia día y noche. E

28º domingo t.o.: PARA JESÚS NO CABÍAN LAS DISCRIMINACIONES

Lect.:   2ª Re 5, 14-17; 2ª Tim 2, 8-13; Lc 17, 11-19 En este “ministerio itinerante” que asume  Jesús en su trayecto de subida a Jerusalén, como hemos visto, une  a sus acciones, la enseñanza sobre el Reino de Dios por medio de parábolas. Pero algunas de sus acciones en sí mismas tienen también el carácter doble de revelar un aspecto importante de ese Reino, junto a la práctica de una acción benefactora. Es el caso del pasaje de hoy sobre la curación de los leprosos. Ciertamente, como lo hacen muchos comentaristas, el milagro sirve para continuar resaltando el poder de la fe, de lo que hablábamos domingos anteriores, así como otras actitudes que acompañan a la fe, como es el caso del agradecimiento que solo se manifiesta en uno de los curados. Pero personalmente veo que, leído desde nuestro contexto actual, el episodio da lugar a fijar la mirada en otros aspectos que encontramos en situaciones por las que atravesamos y desafían determinadas prácticas sociales “normalizadas” en nue

27º domingo del t.o.: LA FE, UN PODER INSOSPECHADO, PERO ¿EN QUÉ CONSISTE?

 Lect.: Ha 1, 2-3; 2, 2-4); 2ª Tim 1, 6-8. 13-14;  Lc 17: 5 - 10  vv 5 -6 los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decir a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y los obedecería. COMENTARIO PERSONAL Destaca en el pasaje de Lucas un texto pequeñito, el de la petición de los discípulos a Jesús de que les aumente la fe. Y luego la respuesta del Maestro que les hace ver el poder de la fe es tan grande que si la tuvieran aun del tamaño de un granito de mostaza. podrían hacer cosas aparentemente por encima de su capacidad. Los comentaristas hacen ver que no se trata de “fe”, en sentido de contenidos o de fórmulas doctrinales. Y tampoco se trata de que pueden hacerse maravillas, espectaculares, milagrosas. Los ejemplos como el del árbol que se arranca y se siembra en el mar, no son sino expresiones parabólicas para indicar el poder de

26º domingo t.o.: EL DESAFÍO QUE PLANTEA UNA PARÁBOLA: CUÁNDO NOS COMPORTAMOS COMO "EPULONES"

Lect.:   Am 6, 1. 4-7; 1ª Tm 6, 11-16; Lc 16, 19-31 Unas líneas, enviadas con retraso, para que podamos prolongar la meditación sobre el evangelio de ayer, la parábola conocida popularmente como la del “rico epulón y el pobre Lázaro”. Eso de “epulón” —según el diccionario “persona que come mucho y se regala mucho”,— no lo usamos en nuestro lenguaje habitual.   Más bien esta parábola, o sus traducciones, es la que nos ha hecho imaginar quien puede ser o comportarse como un “epulón”, aunque no se trate de una historia real. Se trata de una parábola y como tal es una historieta ficticia, aunque puede contener algún   elemento o personaje reales.   Las parábolas son el medio principal que utiliza Jesús para transmitir sus enseñanzas, probablemente porque tienen un carácter metafórico, es decir, que apuntan a un referente distinto del contenido   del relato, con el que solo tiene algún elemento semejante, pero ve ese elemento del relato como apuntando a “otra cosa” que escapa a nuestra co

24º domingo t.o.: "BUENA NOTICIA PARA LOS MARGINADOS"

Lect.: : Ex 32, 7-11. 13-14; 1ª Tm 1, 12-17, Lc 15, 1-32 Queda claro que en la multitud que fue acompañando a Jesús en el camino a Jerusalén había un poco de todo. Estaban los descreídos y los cobradores de impuestos, y también gente religiosa y de buena formación, como escribas y fariseos. Pero son estos últimos los que dan ocasión a la siguiente enseñanza de Jesús al generar críticas contra él por mezclarse con los “pecadores” e incluso por comer con ellos. Sin duda que ese escenario podía aparecer como un extraño contexto, un marco un tanto desconcertante al incluir a quienes eran vistos como desecho de la sociedad, al lado de doctores de la ley. Era lógico que surgieran las críticas al comportamiento de Jesús. La respuesta o explicación de éste es indirecta, al tomar la forma de tres parábolas. Son tres historietas maravillosas, emotivas y contundentes. Pero son también muy ricas y, por lo mismo, dan lugar a atraer la atención a diferentes aspectos, importantes todos ellos para

23º domingo t.o.: HACER DE LA VIDA UN DON, NO UNA POSESIÓN

Lect.: Sb 9, 13-19; Fil 9, 10.12-17; Lc 14, 25-33 Tanto en el evangelio de Marcos como en este de Lucas, el recurso que utilizan ambos evangelistas de narrar un viaje de subida de Jesús a Jerusalén, les permite ir introduciendo diversas instrucciones que hace el Maestro sobre lo que significa ser discípulo suyo. En vez de hacer largos discursos doctrinales, lo que hace Jesús es tomar sencillas situaciones que se presentan en el camino para derivar de ellas enseñanzas importantes. Así, por ejemplo, pasó con la invitación a comer que le hizo un fariseo y que vimos el domingo pasado. Más que hablar de buenos modales  Jesús  aprovechó para criticar el afán de figurar en los primeros puestos como una distorsión en lo que debe ser el comportamiento habitual de los discípulos.   En el pasaje de hoy, que conecta temáticamente con el anterior, Lucas se refiere a un hecho todavía más simple: que al ir Jesús por el camino, la gente que ha empezado a escuchar sobre la fama que va adquiriendo por

22º domingo tiempo ordinario: BUSCAR LOS PRIMEROS PUESTOS DEL BANQUETE

 Lecturas:  Eclo 3, 19-21. 30-31;  Heb 12, 18-19.22-24;  Lc 14, 1. 7-14 En el pasaje evangélico Jesús dice esta parábola al observar cómo los convidados a un banquete escogen los primeros puestos. Y la advertencia es categórica, " no te sientes en el lugar principal ". La enseñanza de la historieta es clara y directa: " el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido ". Recojo las ideas principales de tres teólogos comentaristas de este pasaje:  1º José Luis Sicre : " hace veinte siglos, conseguir uno de los primeros puestos era importante, no sólo por el prestigio social, sino también porque se comía mejor. …  Ya no se trata de la actitud que debemos adoptar cuando nos inviten a una boda, sino de una actitud continua en la vida y ante Dios. " Que se trata de una actitud que se pide en todos los aspectos de la vida, lo deja claro la 1ª lectura, del Eclesiástico : " Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y

Domingo 16º t.o.: LA PRESENCIA DE LAS DISCÍPULAS DE JESÚS

Domingo 16º t.o. Lect.: Gn 18, 1-10; Col 1, 24-28; Lc 10, 38-42 Es habitual, desde hace siglos, leer este pasaje sobre la visita de Jesús a casa de las dos hermanas Marta y María, pensando en la evocación que se hace a través de sus figuras, de la dimensión contemplativa y la dimensión activa en la vida cristiana. Invito a los lectores que indaguen en las razones que guiaron esta lectura del texto, valiosa, sin duda. Por mi parte, y con base también  en los escritos de Lucas, me parece más importante apuntar al probable interés del evangelista en presentar a estas dos figuras femeninas, —las dos, aunque con roles distintos—como integrantes del discipulado de Jesús. El anuncio del Reino no es tarea exclusivamente masculina y esto queda claro para una lectura cuidadosa, en particular, de este evangelio. Insisto en mi invitación para que las y los lectores, revisen las razones por las que a lo largo de la historia de la Iglesia, —incluso en autores destacados— las reflexiones que prov

15º domingo t.o: HACER DEL OTRO UN PRÓJIMO" (El "Buen Samaritano").

Lect.:  Deuteronomio 30:10-14 ; Colosenses 1:15-20; Lucas 10:25-37   Estamos ante una de las parábolas de mayor impacto de Jesús, la conocida con el nombre del “Buen Samaritano”. Tan divulgada que ha salido del ámbito estrictamente religioso y cristiano hasta el punto de que, por lo menos en nuestra lengua, se ha popularizado el calificativo de “buen samaritano” para designar a alguien que ayuda a otra persona en necesidad. Pero esta popularización no quiere decir que todos los que usan la frase o los cristianos que leen el texto, la interpretan de la misma manera.  Para algunos se trata de un llamado a practicar la beneficencia, a prestar ayuda, auxilio, socorro, mediante limosna o protección a alguien que se encuentra en apuros de algún tipo. Para otros, el hombre asaltado y herido simboliza al sector más desfavorecido del pueblo, que encara problemas de injusticia, de desigualdad,  y que requiere mucho más que pequeñas ayudas para superar sus problemas, que requiere compromisos

14º domingo tiempo ordinario: el poder de la sencillez

Lecturas: Is 66, 10-14); Ga 6, 14-18; Lc 10, 1-12.17-20 Sigue Lucas combinando formas de expresión que nos ponen a reflexionar ya que apuntan a diverso sentido que parece contradictorio. Hablando de la misión de los 72 evangelizadores aporta una nota optimista y que causa alegría pero, al mismo tiempo continúa haciendo ver que estos misioneros también se toparán con hostilidad. Aclara que lo primero, la alegría, va ligada a la derrota del mal que se produce por el poder de la palabra de Dios que transmiten los predicadores. Pero es una alegría que debe moderarse: no se trata de sentirse super dotados. Lo que debe alegrarles es sentirse amados del Padre. Por lo demás están implicados en una batalla que está lejos de concluir. Valga la ocasión para recordar que el lenguaje empleado por Lucas es mitológico: corderos en medio de lobos, poder para aplastar serpientes y escorpiones, demonios cayendo del cielo… Creo que no resulta, por lo menos a mí, nada fácil el traducir las situaciones así

13º domingo del tiempo ordinario: LOS VALORES FAMILIARES, AYUDA Y OBSTÁCULO PARA EL SEGUIMIENTO DE JESÚS

 Lect.: 1 Reg 19: 16 b. 19 – 21; Gal 4: 31 b. 5: 1. 13 – 18; Lc 9: 51 – 62  Con demasiada frecuencia el evangelio nos desconcierta, al menos si lo leemos con atención y apertura y no de manera rutinaria. Y es muy bueno ese desconcierto que nos crea, porque eso nos sornaguea, nos hace pensar y cuestionarnos. Por ejemplo hoy, cuando uno ve la reacción de Jesús ante esos tres que querían seguirlo. Jesús les pone dificultades en vez de tratar de atraerlos con diferente tipo de promesas, para aumentar su grupo. Con la mentalidad de algunos dirigentes religiosos de hoy día, se vería absurda esta actitud de Jesús. Poniendo obstáculos no va a crecer el número de discípulos. Pero además, veamos el tipo de dificultades que plantea: directa o indirectamente afectan a un campo de los más valiosos del ser humano, el de los valores familiares. Si para nosotros la familia es importante, para aquella gente de la época de Jesús lo era todavía más. Y, tomadas literalmente, las expresiones del evangelio

Celebración de la Trinidad: A DIOS NADIE LE HA VISTO JAMÁS

  Lect.: Prov.  8, 22-31; Rm 5, 1-5; Jn 16, 12-15 En ningún pasaje del evangelio vamos a encontrar una afirmación que indique que “en Dios uno, hay tres personas”.  Loa evangelios no hacen ensayos analíticos.   El texto más notable que todos hemos oído innumerables veces es el del envío que hace Jesús de los apóstoles y que Mateo sitúa en una Montaña de Galilea, después de la resurrección, “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo». No es una proclamación dogmática sobre lo que entienden como Dios, las primeras comunidades cristianas. Más bien apunta a lo que significa en la vida de una persona haber sido bautizado. “Bautizar” no es sinónimo de “matricular”, de “inscribir” para aumentar el número de miembros de la Iglesia. A distancia de lo que a veces creemos, —debido a la catequesis muy li

Domingo de Pentecostés: LA VIDA EN EL ESPÍRITU

Lect.: ; 1Cor 12, 3-7. 12-13 ; Hech 2, 1-11; Jn 14: 15 - 16; Hay algo que conviene aclarar de entrada sobre esta “fiesta de pentecostés”. A veces los cristianos y cristianas hablamos de ella como la "fiesta del Espíritu Santo". Un poco en la misma línea de como hablamos de la fiesta de tal o cual santo o santa. En esa línea hemos llegado a hablar incluso de la Navidad. (Por una actitud piadosa y sentimental algunas personas han llegado incluso a hablar de la "fiesta del cumpleaños de Jesús”). En realidad no se trata de ese tipo de fiestas. Tanto cuando hablamos de la Navidad, o cuando hablamos de la resurrección, o de Pentecostés no estamos hablando de "fiestas en honor de", sino de momentos celebrativos de la experiencia de Dios en nosotros. Son momentos en que cobramos conciencia de lo que ha significado para nosotros la experiencia de la Pascua, de la Resurrección de Jesús, como forma de revelarnos lo que llamamos la "vida nueva", la "nueva cr

6º domingo de Pascua: Dios y nosotros, una misma vida

Lect.: Hech 15, 1-2.22-29; Ap 21, 10-44.22-23; Jn 14, 23-29 Este maravilloso párrafo del evangelio de Juan nos debería de resultar desconcertante, si lo leemos desde la forma tradicional religiosa, como solemos entender la vida cristiana. Según esta manera de leerla uno espera que se nos repita,   como en algún otro lugar, la advertencia deque si amamos a Dios, cumpliremos los mandamientos y seremos “premiados”, con el “cielo”, después de esta vida. Pero lo que nos dice el autor de Juan aquí es otra cosa que sobrepasa cuanto pudiéramos imaginar: si amamos a Dios, —dice el evangelista— cumpliremos su palabra y el Padre nos amará y junto con Jesús hará en cada uno de nosotros su morada . ¿Cómo es eso de que nos convertimos en morada de Jesús y de Dios sin esperar a la muerte? Estamos más que acostumbrados a pensar en los templos como en las “casas” (moradas) de Dios. Y por la formación catequética aprendimos que podíamos recibir personalmente la “visita” de Jesús en la Eucaristía, siempr

5º domingo de Pascua: EN ESTO LOS RECONOCERÁN COMO MIS DISCÍPULOS

Lect.: Hech 14, 21-27; Apoc 21, 1-5; Jn 13, 31-33.34-35. Escuché una vez a alguien decir que algunos de los textos más difíciles de predicar del evangelio son aquellos que nos son más familiares. Algunos, como el que acabamos de oír, es tan conocido que mucha gente, ya antes de oírlo, supone que ya lo sabe y lo entiende. Y otra gente puede decir que la verdad es que apenas se le puede agregar nada de comentario, porque el asunto está muy claro: el mandamiento “nuevo” de Jesús consiste en “amarnos mutuamente”, ¿qué más se puede decir? De ahí que la persona que hacía este comentario, añadía que lo que hace falta es encontrar un nuevo ángulo para aproximarse al texto, de manera que la lectura nos resulte nueva, refrescante, una verdadera “buena noticia”. De lo contrario, seguiremos usándolo como un eslogan, fácil de repetir, o como una regla moral, difícil de cumplir.   Un elemento que puede ayudar en nuestra búsqueda de un   enfoque distinto, al menos en el texto de hoy,   consiste en