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Mostrando las entradas de enero, 2015

3er domingo t.o.

Lect.: Jonás 3,1-5.10, I Corintios 7,29-31; Marcos 1,14-20 El domingo pasado concluíamos nuestra reflexión diciendo que el corazón humano, movido por el propio Espíritu de Dios, se siente siempre impulsado a buscar más , incluso en el plano religioso.  Ese impulso es el que nos hace crecer en nuestra vida espiritual. Es una búsqueda que nos impide sentirnos satisfechos incluso con nuestra manera de siempre de vivir lo religioso. El evangelista Marcos hoy nos lo plantea radicalmente: lo que debemos buscar, en primer lugar es un cambio en nuestra manera de entender en qué consiste ser religioso y de qué manera se vive. Eso es lo que conlleva la palabra "convertirse", cambiar de enfoque , de dirección en la manera de entender cómo se vive religiosamente la vida. Marcos, en estos primeros versículos solo plantea el reto de manera inicial. Luego en todos los capítulos siguientes irá desarrollando los contenidos de ese reto, pero ya hoy nos hace ver tres aspectos muy importa

2º domingo t.o.

Lect.:   1 Sam 3: 3b-10; 1 Cor 6: 13. 15...   Jn 1:35-41 Un pequeño esfuerzo de análisis, ayudado con la imaginación, nos permite ubicar mejor el texto del evangelio. Dos discípulos del Bautista, Andrés y Juan, se sienten atraídos, o quizás simplemente curiosos, por la actuación de aquel que hasta poco antes había sido también miembro de su grupo, Jesús, el de Nazaret, y que ahora está empezando a predicar por su cuenta y del que comienzan a hablarse muchas cosas. Incluso un comentario del mismo Bautista hace que Andrés y Juan se pongan a seguir a Jesús en el camino. Jesús se vuelve entonces y les pregunta qué quieren. Esto lleva, como acabamos de oír, a que se acerquen a conocer y a compartir un poco el modo de vida del Maestro. Lo que debería llamarnos la atención es que esos dos discípulos del Bautista, ya tenían su propio grupo, su propio inspirador, y sus propias prácticas religiosas. ¿Por qué siguen buscando entonces? Este relato nos da pie para pensar en dos maneras muy

Bautismo de Jesús

Lect.:  Is 42,1-4.6-7;  Salmo 28;  Hech 10, 34-38; Mc 1,7-11 En los primeros años, las comunidades cristianas celebraban como una sola fiesta la Navidad, la Epifanía y el Bautismo de Jesús. Las tres apuntaban a celebrar la experiencia de la iluminación que alcanzó Jesús en su vida y la iluminación que cada uno de nosotros busca alcanzar inspirado por Jesús. Pero,¿iluminación de qué? De lo que quiere decir la plenitud de vida humana, contenida en esa expresión simbólica de “Reinado de Dios”. Con la fiesta de Navidad, se enfatizaba la manifestación de esa luz a los pobres pastores, a los sencillos y por medios tan sencillos como una familia de Nazaret, hospedada incluso en un establo. En la Epifanía a los magos de Oriente lo que se transmitía era la convicción de que la iluminación no es para una sola religión, como la judía o la cristiana, sino para todos, simbolizados en esos magos de tierras remotas,como decíamos el domingo pasado,  "para todos los hombres y mujeres de b

Fiesta de Epifanía

Lect.:  Is 60, 1-6; Ef 3, 2-6; Mt 2, 1-12 Con el pasaje de los magos de Oriente (fiesta de "Epifanía" (iluminación, manifestación luminosa), cerramos las celebraciones navideñas. Como todas las narraciones de la infancia de Jesús, este pasaje también esta cargado de preciosos simbolismos que nos transmiten un importante mensaje, pero que podemos perdernos si intentamos hacer una lectura al pie de la letra , olvidando que escuchamos un lenguaje de símbolos. Lo que contemplamos en el relato es como un hermoso tapiz, tejido con hilos de diversas tradiciones, expresiones y creencias de aquella época que, en conjunto, quieren presentarnos un maravilloso cuadro mostrando quién era Jesús para los hombres y mujeres de fe que  escribieron el evangelio de Mateo . Algunos de los hilos, las hebras, de ese tapiz , reflejan la visión que la gente de la época tenía del universo. No tenían ni podían tener idea de lo que es el espacio, ni la vastedad de sus distancias. Tampoco enten