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Mostrando las entradas de noviembre, 2022

1er domingo de adviento: HAY QUE DESPABILARSE PARA DESCUBRIR EN QUÉ ESTÁ LA SALVACIÓN QUE TENEMOS CERCA

Lect: Is 2, 1-15; Rom 13, 11-14; Mt 24, 37-44 Se supone que este tiempo de Adviento, además de ser el inicio del año litúrgico y la preparación para la Navidad, es un tiempo caracterizado por el cultivo de la esperanza. Hermosa palabra pero, ¿de qué se trata? Al menos, de inmediato, nos tenemos que preguntar, ¿qué debemos esperar y en qué consiste nuestra actitud de esperanza? Si nos dejáramos llevar por una interpretación literalista, de la 1ª lectura de hoy, del profeta Isaías, nos llenaríamos sin duda de júbilo porque el profeta está anunciando que vendrá un tiempo de paz universal, conducidos por la luz del Señor. Y aunque no lo menciona con este nombre, pero es el inicio del Reino de Dios que Él mismo va a instaurar (?) . A nosotros lo que nos correspondería sería acoger ese don de un mundo nuevo recreado por Dios. Por otra parte, un poco como contrapunto, Mateo en el pasaje evangélico de hoy, nos da un mensaje que, si somos sinceros y atentos a lo que leemos, puede resultarnos c

34º domingo t.o.: Celebración de ¿Cristo Rey?

conmemoración de Cristo Rey Lect.: 2ª Sam 5, 1-3; Col 1, 12-20; Lc 23, 35-43 El uso de las palabras no es inocente. Esto puede reiterarse cuando se trata de títulos aplicados a Jesús de Nazaret. Por eso no podemos dejar pasar que este último domingo del año litúrgico lo celebremos, sin más, como fiesta de “Cristo Rey”, sin pararnos a considerar lo que implica esa expresión. Así lo hemos hecho en esta fecha en años anteriores y añadimos ahora una consideración más por las circunstancias que nos toca vivir. Es indiscutible que el título de “rey” evoca hoy día una posición de poder que aplicado a Jesús puede llevar a una doble distorsión, sobre su identidad y sobre el carácter y misión de la Iglesia, de la comunidad de sus seguidores. Aunque puede también tener una interpretación constructiva.   Lo que es clave es preguntarnos desde dónde leemos el texto del evangelio de hoy.   Si lo hacemos desde el contexto de la sociedad en la que vivimos, hay que ser conscientes   de que en ella preva

33º domingo t.o. "El espíritu maligno quiere que trasformemos las crisis en conflicto" (Papa Francisco)

  33º domingo t.o. Jornada Mundial de los pobres. Lect.: Mal 3, 19-20; 2ª Tes 3, 7-12; Lc 21, 5-19 Intencionalmente, este pasaje evangélico se pone casi al final de las meditaciones del año litúrgico, pero al hacerlo, ¿qué es lo que se quiere resaltar? ¿en qué   se quiere que fijemos nuestra atención ya casi terminando el año? Es muy frecuente que se quiera entender como un llamado a pensar en el fin del mundo, el fin de la historia, por centrarse en la profecía de Jesús sobre la destrucción del Templo de Jerusalén. Pero, leído con cuidado el mensaje de Jesús que transmite Lucas es otro y más cercano a nuestras preocupaciones cotidianas, aunque no resulte precisamente tranquilizador. En esta ocasión me permito seguir el esquema y retomar varios de los párrafos del comentario hecho por el Papa Francisco este domingo.   Pero invitando a leer su Homilía completa, cuyo enlace pongo al final. El pasaje inicia contrastando la actitud y reacción de quienes contemplaban el Templo de Jerusalén,

32º domingo t.o. Dios no es Dios de muertos sino de vivos

Lect.: 2Mac 7, 1-2-.9-14 ; 2ª Tes 2, 16-3, 5; Lc 20, 27-38     1.    En más de una ocasión Jesús se topó con quienes trataban de ponerle zancadillas a  sus enseñanzas. Creo que todos tenemos experiencia personal de actitudes similares provenientes de personas que más que estar interesados en captar la verdad contenida en un mensaje tratan, más bien, de convertir una conversación en un duelo de palabras y de sentirse y ser considerados como ganadores en una discusión. (Pasa en religión. pasa en política y, ¡por supuesto, en fútbol!). Los del grupo de los saduceos que en el texto de hoy intentan ponerle una trampa a Jesús,  recurren, además, a un tipo de disputas bíblicas que resulta ajeno a nuestro mundo moderno. Llama la atención que, más que buscar directamente la iluminación de Jesús, recurren a un supuesto caso, imaginario, de una pobre mujer que enviuda sucesivamente de siete hermanos y que plantea un reto al cumplimiento de la llamada “ley del levirato”.  Nos damos cuenta ensegu