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Mostrando las entradas de febrero, 2008

3er domingo de Cuaresma

3er domingo Cuaresma, 24 feb. 08 Lect.: Ex 17: 3 7; Rom 5: 1 – 2; 5 – 8; Jn 4: 5 – 42 1. Hay gente que se rasga las vestiduras porque la Iglesia Católica en Costa Rica ha descendido en número y una cantidad de sus antiguos miembros se ha pasado a otras iglesias protestantes o evangélicas. O a tradiciones espirituales de Oriente. Otros, dentro de la misma Iglesia, sufren porque ven que en la práctica se ha producido una cierta diversidad que, por simplificarla, podríamos decir que se divide entre conservadores y renovadores; entre estilos europeos de ser católicos y formas más latinoamericanas. Algunos echan de menos, aún 40 años después del Concilio y de Medellín, la misa de espalda y en latín. Otros, en cambio, se sienten realizados con prácticas más comunitarias, más cercanas a la vida cotidiana. A nivel político militar, hay quienes se identifican con la supuesta visión cristiana del presidente Bush, enfrentada con los musulmanes. Otros se identifican en cambio con figuras como M

2o domingo de Cuaresma

2º domingo Cuaresma, 17 feb. 08 Lect.: Gén 12: 1 – 4 a; 2 Tim 1: 8b – 10; Mt 17: 1 – 9 1. Estamos acostumbrados, por diversas razones, a leer cada uno de los evangelios de manera fragmentada, tanto en la liturgia como en la meditación personal. Por supuesto que esto es muy rico. Sin embargo, para que lo sea más todavía, hace falta ir aprendiendo a leer el conjunto, tal y como cada evangelista lo escribió. Por ejemplo, Mt escribe su evangelio con la intención, entre otras de mostrarnos con grandes símbolos, en qué consisten los pasos y dimensiones del camino que tenemos que recorrer en el seguimiento de Jesús. Uno de esos grandes símbolos es el de la montaña. No es casualidad que, por ejemplo, Mt hable de la subida de Jesús a un monte en el momento de las tentaciones, en el de la enseñanza de las bienaventuranzas, en el envío final y en este de hoy, que llamamos de la transfiguración. ¿Por qué? Porque la montaña fue utilizado en todas las religiones mediterráneas antiguas como un sí

1er domingo de Cuaresma 10-feb-2008

1er domingo de Cuaresma, 10 feb. 08 Lect.: Gén 2: 7 – 9; 3: 1 – 7; Rom 5: 12 – 19; Mt 4: 1 – 11 1. Si leemos este texto de las tentaciones —y si interpretamos la cuaresma, la preparación de la Pascua—, solo a nivel de la moralidad individual, privada, perdemos el sentido profundo del mensaje evangélico. Para eso no hace falta dedicar 40 días cada año a la reflexión y a prácticas religiosas específicas. Por rutina, por facilismo, solemos pensar que la cuaresma es un tiempo para pensar en nuestras pequeñas faltas cotidianas y ver cómo corregirlas para renacer en la Pascua moralmente más renovados. En esa perspectiva interpretamos las tentaciones de Jesús como un ejemplo, en el que se nos estaría diciendo que también él, como cualquiera de nosotros, tuvo inclinaciones a hacer cosas indebidas. Leer de esta manera el texto y la cuaresma, es bajar el piso al mensaje evangélico, dejarlo como una especie de enseñanza de lo evidente. Como pequeños y obvios consejos de uno de los muchos libro

4o domingo tiempo ordinario

4º domingo t.o., 3 febrero 2008 Lect.: Sof 2: 3. 3: 12 – 13; 1 Cor 1: 26 – 31; Mt 5: 1 – 12 a 1. Muchos han hablado de las Bienaventuranzas llamándolo la Carta Magna del cristianismo, el gran Programa de vida dado por Jesús. Otros lo señalan como la gran síntesis de la lucha evangélica por un mundo más justo, donde desaparezca la pobreza, el hambre, la opresión… ¿nos ayuda leerlo así? Sí y no. No nos ayuda mucho si solo lo vemos como un conjunto de reglas morales ideales, muy hermosas, pero tan extraordinarias, que están por encima de nuestras posibilidades humanas. Servirían como utopía que habla de un mundo más allá del real y al que debemos aspirar aun sabiendo que no se va a dar nunca en nuestras vidas. De esa manera de leer las Bienaventuranzas se deriva o bien la actitud escapista que hace pensar que el Reino de Dios no es de este mundo, o bien la frustración de quienes se sienten mal consigo mismos porque nuestra vida concreta no se parece en nada al perfil retratado aquí p