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Mostrando las entradas de abril, 2018

5º domingo de Pascua: la gloria de Dios está en promover la vida humana plena

Lect.: Hechos 9:26-31; ; I Juan 3:18-24; Juan 15:1-8 En proclamas de algunos de los hermanos cristianos separados, y también incluso en algunos sectores católicos muy conservadores, hemos escuchado recientemente, durante la pasada campaña electoral llamadas a “ conquistar para Dios ” los espacios del poder político, del poder económico, de la cultura y de la educación, principalmente. Estas proclamas se han enarbolado con una actitud militante que entiende que  esa “ conquista para Dios ” se traduce en garantizar que  el nombre de Dios   esté presente en leyes, en actos oficiales, en las aulas, en espacios públicos y, en fin en toda la estructura y organización de la sociedad. Mientras que grupos neopentecostales definen esta tarea como una “ conquista de espacios para Dios ”, otros, sobre todo católicos "viejos", con mentalidad de otras épocas, piensan en “ cristianizar la sociedad ” o utilizaban la expresión de “defender valores cristianos tradicionales”, para defi

4º domingo de Pascua: el reto de redefinir el "Pastor"

Lect.: Hechos 4:8-12; I Juan 3:1-2; Juan 10:11-18 Hace dos años, el Papa Francisco publicó un extraordinario documento sobre el compromiso de los laicos en la vida pública. Entre otras cosas en esa Carta, el Papa advierte sobre “una de las deformaciones más fuertes que América Latina tiene que enfrentar - y a las que les pido una especial atención - el clericalismo.” El clericalismo se caracteriza por reducir a un papel secundario el de los y las laicas en la Iglesia, subordinándolos a las funciones de los clérigos, —sacerdotes y obispos—, reduciéndolos a simples “mandaderos”,  ignorando que se debe más bien, respaldar sus “distintas iniciativas, esfuerzos y hasta me animo a decir, osadías necesarias para poder llevar la Buena Nueva del Evangelio a todos los ámbitos del quehacer social y especialmente político.” Esta actitud clerical “no sólo anula la personalidad de los cristianos, sino que tiene una tendencia a disminuir y desvalorizar la gracia bautismal que el Espíritu San

3er domingo de Pascua: Jesús vive y camina en sus discípulos.

Lect. Hechos 3:13-15, 17-19;  I Juan 2:1-5; Lucas 24:35-48 Para captar el sentido de un relato parabólico como este de Lucas, que acabamos de escuchar en la liturgia de este domingo, no podemos fragmentarlo; tenemos necesariamente que leerlo unido al relato que se narra en los versículos13 – 32, inmediatamente anteriores, se trata del relato que conocemos como el de “los discípulos de Emaús”. Nos damos cuenta de que ambos forman una unidad de texto, —fragmentado por el liturgista— con solo fijarnos en el primer versículo de hoy que dice: “ Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan” . ¿quiénes son ellos? Cleofás y el otro discípulo del que no se dice el nombre. Y, ¿qué fue lo que les pasó por el camino y que ahora vienen a contarle a los Once apóstoles? que “ En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido” y “Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos.” Esto es lo

2º domingo de Pascua: sentir las heridas de los clavos en Jesús y en el pueblo

2º domingo de Pascua Lect.: Hechos 4:32-35; I Juan 5:1-6; Juan 20:19-31 No vamos a hablar sobre el tema de la coexistencia de la fe y las dudas. Es bastante común dedicar la reflexión sobre el texto evangélico de hoy a comentar sobre la permanencia de las dudas incluso en personas de fe. Se toma la figura del apóstol Tomás, a veces como alguien que aún no tenía una fe madura. Otras, para alabar la fe de aquellos que sin ver han creído. Es un tema importante, pero muy comentado ya.  Y me parece que hay otras formas de abordar el mensaje de hoy que pueden tocar más a fondo nuestro compromiso cristiano. Fijémonos en la forma como Tomás recupera su fe en su Maestro Jesús: tocándole y tocando, en concreto las llagas, las heridas . Todos los apóstoles, después de la muerte de Jesús, dispersos por el miedo, y cargando el peso de la culpa por haberlo abandonado, tienen que pasar por una experiencia de conversión y perdón , para volver a reunirse como comunidad de discípulos . En est

Domingo de pascua: El triunfo de las víctimas

Lect.:   Hechos 10:34, 37-43; Colosenses 3:1-4; Juan 20:1-9 ¡ Jesús vive !. Esa es la principal afirmación que nos dejan los cuatro evangelistas, en especial, Juan, con sus relatos de resurrección . No importan los detalles, o la descripción un tanto diferente que cada uno elabora. Lo que importa es entender cuál es el significado que tienen esos relatos y cuál el mensaje que nos quieren dejar a quienes venimos después. Y este es el mensaje : Jesús vive y opera en todos y todas las que han retomado su camino y han continuado su actuar liberador. No se trata de una mera imitación externa en la que él se reproduzca. Ni solamente que vive en nuestra memoria, como suele decirse de los difuntos. Ni que vive porque conocemos sus enseñanzas y tratamos de aplicarlas. Se trata de algo mucho más profundo; se trata del cumplimiento de lo que ya el mismo evangelista Juan había consignado como promesa de Jesús, mientras estaba terrenalmente, en medio de ellos: “Dentro de poco el mundo ya n