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Mostrando las entradas con la etiqueta idolatría del dinero

1er domingo de cuaresma.

Lect.: Génesis 2,7-9; 3,1-7; Romanos 5,12-19; Mateo 4,1-11 Con este texto, conocido como "las tentaciones de Jesús"—, Mt, igual que Mc y Lc, quieren presentar a sus comunidades una síntesis de lo que fue el reto permanente de Jesús, a lo largo de su vida y que va ser también el reto permanente de toda comunidad cristiana. Jesús, con su bautismo, empieza a cobrar conciencia de su vocación al servicio de una nueva manera de ser y de relacionarse los seres humanos, llamado el "reino de Dios". Empieza a comprometerse y a avanzar en esa dirección pero no por un camino llano y sin tropiezos. Todo el tiempo se verá asediado por fuerzas que lo empujan en otras direcciones, que lo incitan a construir la comunidad humana y la vida de las personas, no como “reinado de Dios”, sino bajo la conducción del dinero, del poder de dominación política e incluso por el poder de dominación religiosa.  Esas otras direcciones son las que los evangelistas presentan a sus comunida...

8º domingo t.o.

Lect.:  Is 49,14-15; I Cor  4,1-5; Mt 6,24-34 Cuando recordamos cómo era la Palestina en que vivía Jesús y cómo era la multitud de los primeros seguidores del Maestro, nos vemos forzados a preguntarnos a qué se refiere Jesús cuando dice:  " no estén agobiados por la vida, ni preocupados por la comida y el vestido y la vivienda" . Porque, si somos sinceros, a primera impresión, estas frases no suenan nada bien. No solo se las está dirigiendo a gente empobrecida, y sufrida, sino que es gente que diariamente puede ver a los sacerdotes del Templo, con sus riquezas, y a los saduceos, que habían concentrado la propiedad del trigo, del vino y del aceite, que habían desposeído a los antiguos pequeños propietarios campesinos de una tierra que Yavé había entregado a todo el pueblo y no a una élite. Decir a esa pobre gente, en esa situación, "no se agobien", le hace a uno preguntarse, ¿está hablando en serio?, ¿será que está pensando en una providencia de Dios que v...

2º domingo t.o.

Lect.:   Is 49,3.5-6;  I Cor 1,1-3; Jn 1,29-34 No estamos acostumbrados a pensar en el proceso de maduración que atravesó Jesús a lo largo de su vida . Hemos estado expuestos a la tentación de creer e imaginarnos un Jesús superdotado ya desde pequeño y en disfrute de cualidades divinas extraordinarias. Se nos olvida aquello que ya advertía el evangelista, de que Jesús "crecía en edad, sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres". Por eso hemos tenido problema con hacernos a la idea de que en Jesús se nos transparenta el ser humano pleno que cada uno de nosotros está llamado a ser . Pero el episodio del bautismo de Jesús y de su relación con Juan el Bautista nos pegan una sacudida y nos despiertan a esa dimensión que nos hace a Jesús tan cercano: fue en todo semejante a nosotros, menos en el pecado . En particular, en su proceso de crecimiento, vivió muchos años, alrededor de 34, una vida ordinaria, dependiente de su trabajo para sobrevivir , de contacto di...