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Mostrando las entradas con la etiqueta matrimonio

27º domingo t.o.

--> Lect. Gén 2, 18-24; Hebr 2, 9-11; Mc 10, 2-16 A veces hemos caído en la trampa de leer solo fragmentos de los evangelios, —o de las Escrituras— aprendiéndonos frases sonoras, como si se tratara de las que los calendarios antiguos ponían al pie de cada día, supuestamente para inspirarnos. A falta de estudio serio de las enseñanzas de Jesús, luego utilizábamos la frase como un mantra o como un dogma que enarbolábamos, aunque no entendiéramos por completo su sentido. Eso ha pasado, por ejemplo, con la frase de este capítulo de hoy “ Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. " Suena bien y solemne, de manera que se ha usado para aplicarlo al divorcio contemporáneo, sin pensar que se trata de otra cosa, en un texto ni siquiera de la época de Jesús, sino del libro del Deuteronomio, probablemente del siglo VII a.C, una ley patriarcal, de una sociedad radicalmente distinta de la nuestra, donde existía un completo dominio machista. Sin embargo, en ese marco...

27º domingo t.o., 7 de oct. de 12

Lect.: Gén 2, 18-24, Hebr 2, 9-11, Mc 10, 2-16 Algunos amigos se han sorprendido al escuchar, en la inspiración del evangelio de Marcos, la invitación a construir una iglesia más “maternal” y menos patriarcal, en la que sí  puedan los niños —los débiles, los pobres, los excluidos— ser y sentirse el centro de la comunidad. Cierto que suele hablarse de una “Iglesia madre”, pero la expresión puede no pasar de un discurso retórico mientras no se respalde con una práctica en la que quienes tienen la experiencia de la maternidad, —las mujeres, evidentemente— recuperen todo el papel determinante que les corresponde dentro de las comunidades cristianas. El evangelista Marcos concluye la reflexión que venía haciendo estos domingos precisamente con este punto central. Este texto de hoy ha sufrido el impacto del tiempo con la inevitable lectura parcializada en que no se entra al fondo de lo que quería el Jesús que presenta Marcos. Al usar el texto como un argumento d...

Boda de Estela y Edwin Andrés

Boda de Edwin Andrés y Estela, Lect. Ps. 127, 1 Cor 13, Jn 1. Una de las primeras preguntas que les hago antes de aceptar o no la invitación a presidir la eucaristía de una boda es “¿por qué quieren casarse por la Iglesia, en una celebración religiosa?” Aunque parezca raro, la pregunta no tiene siempre una respuesta fácil y válida, al menos para mí. Con frecuencia, la pareja dice que se casan aquí, de esta manera, para recibir la bendición de Dios, para que Él los proteja y esté presente junto a la pareja en la andadura que van a emprender, en la familia que van a construir. Quizás les parezca más raro todavía, pero me parece que esa respuesta, así sin más, no corresponde al verdadero espíritu del evangelio. 2. Y no corresponde, por dos razones. Por una parte, porque es una manera muy pobre de representarse a Dios, como alguien tan poco generoso que restringe sus bendiciones tan solo a los que se casan en el templo católico dejando por fuera a los millones de parejas en el mundo que n...