Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas con la etiqueta compartir

Jueves Santo, Una nueva alianza para redistribuir los bienes que son para todos

Lect: Éxodo 12:1-8, 11-14; I Corintios 11:23-26; Juan 13:1-15 Probablemente a Uds. les pasará como a mí, que cada año que reflexiono en torno a la celebración del Jueves Santo, encuentro un aspecto que me impacta de una manera nueva. Leemos los mismos textos pero, probablemente, las vivencias por las que atravesamos en el momento, nos hacen fijarnos más en énfasis que otras veces hemos dejado pasar. Eso sucede, sin duda,   por la riqueza de múltiples significados que tiene la última Cena del Señor y por la sensibilidad más viva que cada uno de nosotros tiene en su situación particular a acontecimientos que nos rodean. Así, por ejemplo, hace dos años, recién estrenando el pontificado de Francisco, pusimos nuestra atención en el lavatorio de pies y el símbolo del delantal evocando el llamado al servicio a los hermanos y hermanas. Luego, el año pasado, nos fijamos en la Eucaristía como rechazo a relaciones humanas regidas por los poderosos sobre los más débiles. Este año, me l...

Fiesta del Corpus Christi

Lect.: Génesis 14:18-20; I Corintios 11:23-26; Lucas 9:11-17 Es tan central la Eucaristía a nuestra vida cristiana, que no es fácil plantear críticas a formas como hemos acabado celebrando el sacramento en nuestro tiempo, —y ya desde hace décadas. No es fácil porque es muy posible que lo que se diga como crítica a las formas se interprete como irreverencia a la propia eucaristía. (Cuando en realidad las críticas surgen de un deseo de mayor fidelidad). En todo caso, de ahí la tentación de repetir “más de lo mismo” en las predicaciones sobre el tema y de utilizar solo frases piadosas que no escandalizan, —pero que tampoco abren camino a una renovación evangélica profunda de la vivencia de la Cena del Señor. El tema es tan delicado que para la reflexión que voy a hacer prefiero no expresar mis propias ideas. Voy a   utilizar las exposiciones muy fundamentadas de dos teólogos y predicadores de la Orden Dominicana. Uno de ellos, fray Marcos, ya lo he citado hace pocas semanas...

Jueves Santo

Lect.. Éx 12:1-8, 11-14; I Cor 11:23-26; Jn 13:1-15 Puede que algunos nos preguntemos si todavía tienen sentido las celebraciones de la Semana Santa, —si son algo más que folclore, o una ocasión para gozar de unos días de vacaciones. Pero sí, son algo más. El sentido de estas celebraciones lo encontramos, en síntesis, en dos acciones simbólicas realizadas por Jesús el Jueves Santo y que la Iglesia las repite para que las asimilemos, para que las hagamos nuestras, para que marquen la memoria de nuestro corazón. Esas dos acciones simbólicas son el lavatorio de pies y el partir y repartir el pan y el vino, la comida , con quienes comparte Jesús la mesa. Desde ahí se entienden el resto de los momentos de esta última semana de la vida de Jesús. Desde ahí se entiende, en particular el acontecimiento de la muerte en la cruz. Y ambas acciones las realiza Jesús con la misma intención : la de que podamos conocer y asimilar cuál es la razón de su vida y de la nuestra , cuál es el tipo de s...

3er domingo de Adviento

Lect.:  Sofonías 3, 14-18a; Flp 4, 4-7; Lucas 3, 10-18 La predicación del Bautista retrata fielmente la situación de la Palestina de su tiempo. A lo dicho el domingo pasado, el texto de hoy añade una importante alusión de los problemas centrales que padecía el pueblo: hambre y falta de abrigo , no solo de vivienda adecuada, sino incluso de ropa. Juan es claro: si los que buscan el perdón de Dios quieren dar prueba de su arrepentimiento deben compartir su alimento y su vestido con quienes nada tienen . Aunque por la gravedad de la situación, para Juan, no se arregla solo con limosnas, porque los políticos y los dirigentes religiosos, han torcido los caminos, han cambiado el proyecto de Dios para su pueblo, su proyecto social y religioso no tiene nada que ver con el Reino de Dios. Por eso Juan enfatiza el castigo que se avecina. Jesús, que se forma entre los discípulos de Juan, continuará la línea del Bautista, decíamos el domingo pasado, con diferencia de tono, porque él...

6º domingo de pascua

Lect.. Hechos 10,25-26.34-35.44-48; I Juan 4,7-10; Juan 15,9-17 El domingo pasado Juan nos ayudaba a entender que Dios y nosotros, que Cristo y cada uno de nosotros no somos dos realidades separadas. Somos como la viña, o la mata de chayote, en donde raíces, tronco y bejucos, forman una sola unidad, alimentada por una misma savia, —la vida divina es esa savia que nos alimenta y nos mantiene vivos. Pero también nos insistía Juan que es preciso permanecer en esa identidad, para que no nos pase como al sarmiento, a la rama o al bejuco que si se desprenden de la mata se secan. Creo que podemos entender que lo que nos quiere advertir el evangelista es que ninguno de nosotros podemos ser, existir, sin estar pegados a esa mata que es Cristo, recibiendo la savia de la vida divina. Pero sí es posible, —y por desgracia, demasiado frecuente— pasar por la vida sin darnos cuenta de esta realidad, —lo que él llama “estar en las tinieblas”, no estar consciente de nuestra identidad con Dios y con ...

3er domingo de Pascua

Lect.: Hechos 2,14.22-33; I Pedro 1,17-21;  Lucas 24,13-35 Este texto de los discípulos de Emaús es uno de esos relatos evangélicos pascuales que suelen hacérsenos muy familiares. Está narrado de tal manera que resulta fácil identificarse con Cleofás y su compañero de viaje, y sentirse emocionado pensando que uno mismo podría ir caminando en cualquier circunstancia y experimentar de repente la aparición del resucitado.  Se hace tan entrañable, tan querido y familiar el relato que, una vez más, corremos el riesgo de quedarnos en la letra del mismo, solo en parte de la letra, y no captar su sentido profundo . Para entrar al corazón del mensaje pienso que el mismo texto de Lc nos ayuda sobre todo con dos importantes detalles. El primer detalle lo resalta la afirmación, —aparentemente contradictoria—, de que los dos discípulos veían y escuchaban al peregrino, caminaban a su lado, pero no eran capaces de reconocer que era Jesús. Si Lucas estuviera entendiendo la resurrecci...