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Mostrando las entradas de diciembre, 2015

1er domingo dentro de la Octava de Navidad

Lect. del día de Navidad: Isaías 52:7-10; Hebreos 1:1-6; Juan 1:1-18 Tradicionalmente, la celebración de las grandes fiestas de la Iglesia, como la Pascua de Resurrección y la Navidad, se prolongaban ocho días. Por eso, este domingo, cuando apenas han pasado dos días desde el 25,  leemos de nuevo las lecturas de la misa del día de la Navidad, para prolongar nuestra reflexión y —ojalá— nuestra vivencia navideña  (las lecturas de la Sagrada Familia, que ponen a Jesús ya de doce años, las dejamos para más adelante. Le damos tiempo a que crezca). ¿ Qué nos dice el evangelio que leemos el día de Navidad? Con ese extraordinario Prólogo de su Evangelio, San Juan puede desconcertarnos bastante . Puede sonarnos medio conceptual, difícil, filosófico. Esto sucede, quizás, en parte, porque estamos acostumbrados a que nos presenten el nacimiento de Jesús a manera de un relato descriptivo, con el tono ingenuo de los llamados evangelios de la Infancia (con pastores, animales, y establo

4º domingo de Adviento

Lect. Miq 5:1-4; Hebr 10:5-10; Lc 1:39-45 En la Sagrada Escritura se encuentra una larga tradición del pueblo judío que tiende a destacar el poder y la autoridad de los varones asociado a su capacidad guerrera, de dominio por la violencia y la conquista. Esos son los “héroes”, los “valientes”. Tanto más fuertes cuanto más violentos y así desarrollan su hombría. Esta visión contrasta con la que se presenta de la mujer cuyo poder y fuerza se manifiesta, sobre todo, en su capacidad de dar vida, de crear nuevas vidas. A pesar de estar escrita en un contexto machista y patriarcal, puede descubrirse en la Biblia que, en el fondo, la fuerza y el poder de la mujer se asocia, no simplemente con ser reproductora de la especie, continuadora del clan, ni con su función de esposa de un varón importante, sino con ser fuente de vida, estrechamente unida con la generación de la vida. Especial imagen de Dios, origen de la vida. No es extraño, entonces, que las primeras comunidades de cristia

3er domingo de Adviento

Lect.:  Sofonías 3, 14-18a; Flp 4, 4-7; Lucas 3, 10-18 La predicación del Bautista retrata fielmente la situación de la Palestina de su tiempo. A lo dicho el domingo pasado, el texto de hoy añade una importante alusión de los problemas centrales que padecía el pueblo: hambre y falta de abrigo , no solo de vivienda adecuada, sino incluso de ropa. Juan es claro: si los que buscan el perdón de Dios quieren dar prueba de su arrepentimiento deben compartir su alimento y su vestido con quienes nada tienen . Aunque por la gravedad de la situación, para Juan, no se arregla solo con limosnas, porque los políticos y los dirigentes religiosos, han torcido los caminos, han cambiado el proyecto de Dios para su pueblo, su proyecto social y religioso no tiene nada que ver con el Reino de Dios. Por eso Juan enfatiza el castigo que se avecina. Jesús, que se forma entre los discípulos de Juan, continuará la línea del Bautista, decíamos el domingo pasado, con diferencia de tono, porque él fue

2º domingo de adviento

Lect.: Baruc 5, 1-9; Flp 1, 4-6. 8-11; Lc 3, 1-6 Si uno quiere hacerse una idea muy sintética de cómo estaba la sociedad palestina, en el momento en que Jesús inicia su actividad, basta con oír la predicación de Juan el Bautista. Hoy nos la resume el evangelista Lucas, con citas dramáticas de los profetas. Para el Bautista la situación es extrema: aquella sociedad, los políticos y los dirigentes religiosos, han torcido los caminos . Han permitido que algunos suban como montes y colinas, mientras que otros se queden abajo y vivan en medio de asperezas. Se ha llegado a tales extremos que se ha alcanzado el límite de la supervivencia social: “el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no de buen fruto será cortado y arrojado al fuego”. Traducido en un lenguaje de nuestra época, lo que está diciéndoles Juan a los dirigentes es que su proyecto social y religioso ha fracasado y que es el momento de rendir cuentas . No hay que extrañarse que ante semejante pred