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Mostrando las entradas de julio, 2009

17o domingo tiempo ordinario

17º domingo t.o., 26 jul. 09 Lect.: 2 Reg 4: 42 – 44; Ef 4: 1- 6; Jn 6: 1 – 15 1. Si alguien, no creyente y ajeno por completo a lo religioso, nos preguntara con buena voluntad qué venimos a hacer aquí cada domingo, quizás la respuesta más breve y exacta sería decirle: venimos a celebrar la eucaristía. Respuesta correcta pero, ¿la entendemos? ¿entendemos lo que conlleva? Ese supuesto no creyente podría insistir en que aclaremos. Diríamos entonces celebrar la eucaristía es celebrar la acción de gracias. Esta breve explicación ya permitiría conversar con cualquiera y hacerle ver por qué la eucaristía desempeña un papel central en nuestra vida cristiana. Los cristianos construimos nuestra vida sobre la acción de gracias. Dar gracias de manera profunda y convencida, como deberíamos hacerlo aquí cada domingo, es hacer de este momento el del reconocimiento serio de que toda nuestra vida, todo nuestro ser, lo que decimos y lo que hacemos y, con mucho más razón, todo lo que tenemos no es más q

16o domingo tiempo ordinario

16º domingo t.o., 19 jul. 09 Lect.: Jer 23: 1 – 6; Ef 2: 13 – 18; Mc 6: 30 – 34 1. La escena que narra Mc es tan cotidiana que puede pasar inadvertida. Podría quedar como una mera introducción a la multiplicación de los panes, del próximo domingo. Sin embargo, nos abre un maravilloso panorama sobre lo que es para Jesús la vida religiosa, la vida espiritual y, en definitiva, la vida humana . La escena es de lo más corriente: los discípulos regresan de una de sus primeras correrías apostólicas, contentos de lo que hicieron, abrumados de las exigencias de la gente que no les deja tiempo ni para comer. Y con gran comprensión los invita a tomarse un rato aparte, para descansar. Pero él mismo no puede dar el ejemplo, porque al desembarcar lo rodea una gran muchedumbre y entonces, dice Mc, Jesús siente por ellos una gran compasión, porque los ve como ovejas sin pastor. ¿Cómo puede ver Jesús así a la gente? Tendríamos que extrañarnos de esta afirmación sabiendo que aqu

15o domingo tiempo ordinario

15º domingo t.o., 12 jul. 09 Lect.: Amós 7: 12 – 15; Ef 1: 3 – 14; Mc 6: 7 – 13 1. Cuando leo este texto de Mc me resulta imposible no preguntarme en qué grado estoy viviendo conforme a este envío de Jesús. Y en segundo lugar me resulta imposible no preguntarme si a Uds. y a otros muchos católicos que leerán este evangelio no les chocarán las instrucciones de Jesús a sus enviados o, al revés, si no les chocará a Uds. ver en los sucesores de los enviados un estilo de vida que parece ajustarse muy poco a estas instrucciones del Señor. Recordémoslas rápidamente: al enviar Jesús a los doce no los envía a gobernar ninguna institución, ni a tener autoridad sobre personas, —tampoco él lo hizo nunca— sino sobre los “espíritus inmundos”, es decir, los envía con poder para enfrentarse y expulsar a las fuerzas malignas que deshumanizan a las personas, las que causan pobreza, enfermedad y dolor a los seres humanos. Los envía además a vivir conforme a un estilo de vida muy simple. Por una parte

14o domingo tiempo ordinario

14º domingo t.o., 5 jul. 09 Lect.: Ez 2; 2 – 5; 2 Cor 12; 7 – 10; Mc 6: 1 – 6 1. Desde pequeños, en nuestras familias y en la catequesis, aprendimos que Jesús era Dios y hombre verdadero, … el fundador de la única religión verdadera, un gran maestro que enseñó toda la fe católica,… que nos dejó unos mandamientos y una moral —sobre todo sexual, matrimonial, familiar— la cual es preciso seguir rigurosamente para salvarse… que es el gran sacerdote de nuestra religión,… Esto y mucho más nos dicen muchos de los catecismos que utilizamos en épocas de nuestra infancia. Lamentablemente muchos de esos catecismos son elaboraciones teológicas, intelectuales, que solo tienen como propósito darnos algunas referencias conceptuales para cuando necesitemos aclarar aspectos de nuestras creencias. En ese sentido tienen su utilidad. Pero tienen una gran limitación: esos catecismos no están orientados a facilitarnos el encuentro personal con Jesús, ni a alimentar nuestra vida espiritual conectándonos v