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Mostrando las entradas de marzo, 2008

Vigilia Pascual (Monasterio de Contemplativas - Religiosas de la Cruz)

Vigilia Pascual, 22 mar. 08 Lect.: (7 lecturas del AT), Rom 6: 3 – 11; Mt 28: 1 – 10 1. Cuando leo este texto de Mt, y otros paralelos, me quedo impactado, maravillado y superado por completo por el contenido del relato. Un temblor de tierra, un ángel que baja del cielo, que se acerca y corre la pesada piedra del sepulcro, para sentarse luego encima. Su aspecto como de relámpago, su vestido blanco como la nieve. Los guardias tiemblan de miedo y quedan como muertos. ¡Todo un espectáculo extraordinario! La pregunta que me viene entonces a la cabeza y al corazón es: ¿cómo sería para las discípulas y los apóstoles la experiencia personal que tuvieron convenciéndoles que Jesús estaba vivo, después de la crucifixión? ¿de qué magnitud e impacto sería en sus corazones esa experiencia para tener que recurrir a todos esos símbolos grandiosos y espectaculares? Si tomáramos literalmente las narraciones, nos arriesgaríamos a pensar que los discípulos, sobre todo las mujeres, estaban fantaseando

Viernes Santo (Monasterio de Contemplativas - Religiosas de la Cruz)

Viernes Santo, 21 mar. 08 Lect.: Is 52: 13 ; 53: 12; Hebr 4: 14 – 16. 5 : 7 – 9; Jn 18: 1 – 19. 42 (NOTA: esta predicación retoma lo predicado en la parroquia el domingo de Ramos. Apenas hay algunos cambios). 1. La muerte de Jesús no puede verse como una terrible tragedia. Ni siquiera si la interpretamos como una especie de designio divino del sacrificio del hijo, necesario para lavar nuestros pecados. Aunque esta haya sido quizás la tendencia predominante entre nosotros, por el tipo de evangelización que se dio en nuestros países, es necesario saber interpretarla bien. Esta visión tiene aspectos importantes y válidos pero, al mismo tiempo, ha habido peligros reales de distorsionar el mensaje evangélico al leerlo de esta manera. Por ejemplo, el peligro de entender la muerte de Jesús como si fuera una predestinación divina, de un Dios que extrañamente necesitaba la sangre de su hijo para perdonarnos. Esta concepción choca con toda la revelación del Dios Padre de Jesús. 2. Sin emb

Jueves Santo (predicación en el Monasterio de Contemplativas - Religiosas de la Cruz)

Jueves Santo, 20 mar. 08 Lect.: Ex 12: 1 – 8. 11 – 14; 1 Cor 11: 23 – 26; Jn 13: 1 – 5. 1. ¿Para quién de nosotros cristianos, católicos, no es importante y central la Eucaristía? No solo para quienes, como las Religiosas de la Cruz, en esta comunidad, han hecho de su culto, eje clave de su vida. Todos crecimos sabiendo, —a veces de manera infantil y temerosa—, que la asistencia a la misa era casi lo principal del ser católico. Y nos lo reafirmó el Concilio Vaticano II, al hablar de la Eucaristía como el culmen de la vida de la Iglesia. Pero, entonces, si somos tan católicos y hemos sido lectores atentos de los evangelios, podríamos preguntarnos, ¿por qué un acontecimiento tan fundamental como lo es la institución de la Eucaristía, no lo narra el evangelio de San Juan? Precisamente san Juan, que dedica 4 largos capítulos a la Cena de Despedida de Jesús con sus discípulos? ¿No sería esta una omisión imperdonable e incomprensible? Sobre todo teniendo en cuenta que los otros tres evan

Domingo de Ramos

Domingo de Ramos, 16 mar. 08 Lect.: Is 50: 4 – 7; Flp 2: 6 – 11; Mt 26: 14 – 27: 66 (o 27: 11 – 54) 1. De nuevo iniciamos la Semana Santa. Uno puede disponerse a celebrar y a la meditar la Pasión y Muerte de Jesús de diferente manera, dependiendo cómo se haya aprendido a interpretar este acontecimiento. Si aprendimos a verlo como una especie de designio divino del sacrificio de su hijo, necesario para lavar nuestros pecados, entonces estos días se tornan en una mera conmemoración piadosa y agradecida de hecho de nuestra redención. Acompañada de hechos religiosos externos (procesiones, ritos…). Quizás esta ha sido la tendencia que ha predominado entre nosotros, por el tipo de evangelización que se dio en nuestros países. Por supuesto que hay aspectos importantes y válidos en esa visión, pero, al mismo tiempo, ha habido peligros reales de distorsionar el mensaje evangélico al leerlo de esta manera. Por ejemplo, está el peligro de entender la muerte de Jesús como si fuera una predestin

5o domingo de Cuaresma

5º domingo de Cuaresma, 9 mar. 08 Lect.: Ez 37: 12 – 14; Rom 8: 8 – 11; Jn 11: 1 – 45. 1. Quizás a algunos de Uds. les confunda la lectura del evangelio de Jn. Como no es una narración de hechos históricos, en el sentido que lo son los sinópticos, sino de reflexiones teológicas, puede hacerse difícil entenderlo. Dos cosas pueden ayudarnos a penetrar su comprensión. Una, darnos cuenta de que detrás de cada relato hay un significado más profundo. La otra, que las reflexiones de Jn no siempre quieren dejarnos las cosas claras, sino provocar con aparentes contradicciones a que sigamos pensando, buscando. Siempre hay como dos niveles de lectura, por ej. en encuentro con Nicodemo (nacer de nuevo): con la samaritana (agua viva, manantial); con ciego de nacimiento (nueva visión de la creación como tarea actual). En todos estos casos, siempre hay un hecho llamativo en el que participa Jesús, que sirve para revelar algo más profundo. Se nos invita a descubrirlo, a continuar buscando su sign

4o domingo cuaresma

4º domingo de Cuaresma, 2 mar. 08 Lect.: 1 Sam 16: 1b. 6 – 7. 10 – 13 a; Ef 5: 8 – 14; Jn 9: 1 – 41 1. Para el crecimiento de las personas de fe, como nosotros, siempre fueron necesarias las creencias, como intentos de entender la presencia de lo divino en nosotros o, mejor, de nuestra existencia en el seno de Dios. Esas creencias, sencillas o muy armadas teológicamente, nos han ayudado a lo largo de nuestra vida espiritual, pero también, sin darnos cuenta, nos limitan si no profundizamos su significado. 2. Por ej., el relato de la creación. Por más que hayamos crecido en edad y en estudios seguimos imaginándonos la obra de la creación como una serie de episodios que pasaron en 7 días, allá en el origen de los tiempos. Al llegar al 6º día todo estaba concluido, “los cielos y la tierra y todo su aparato”, y en el 7º día Dios declara oficialmente concluida la creación y, dice el Gén, “cesó de toda la labor que hiciera”. No dice que “descansara”, como se interpretó posteriormente. J