Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2015

1er domingo de Cuaresma

Lect.:  Gén 9,8-15; I Ped 3,18-22; Mc 1,12-15 En las primeras semanas de enero, Mc nos presentaba a Jesús, después de su bautismo, en una actitud decidida, dispuesto a cruzar el Jordán , es decir, a no quedarse con Juan el Bautista, predicando desde fuera de las poblaciones, a distancia, sino a dar un paso adelante para meterse en medio de la vida del pueblo y en contacto con la gente anunciar que ya ahí, en la vida cotidiana, se encontraba el Reino de Dios . (Por cierto, esto nos recuerda, sin duda la insistencia del Papa Francisco, a sacerdotes y Obispos). Pero hay un hecho importante en la vida de Jesús que tiene lugar antes de que Jesús de ese paso . El evangelista lo había consignado ya pero no lo habíamos visto porque la tradición litúrgica de la Iglesia reserva este texto para este primer domingo de cuaresma. Es clave para marcar la preparación de la actividad de Jesús . Dice Mc que “ el Espíritu empujó a Jesús al desierto ”. Fijémonos ¡qué frase!. No dice que Jesús decidió

6º domingo t.o.

Lect.:  Lev 13,1-2.44-46; I Corintios 10,31-11,1; Marcos 1,40-45 Cuando leemos un texto como el de Levítico hoy, podemos horrorizarnos y pensar que aquellas sociedades antiguas, como la judía del A.T. era cruel y salvaje por la forma como trataba a muchos de sus enfermos. Por lo menos a los que padecían lesiones en la piel, los sacerdotes, con la autoridad de Dios, los declaraban impuros, los expulsaban de la población, y los obligaban a andar harapientos, despeinados y auto proclamándose como impuros, para que nadie se les acercara. Encima de su padecimiento físico tenían que soportar el vivir aislados, sin tener siquiera el consuelo de asistir a un lugar donde escuchar la palabra de Dios. Sí, es cierto, ya lo comentábamos el domingo pasado, eran pueblos que, en general, no tenían nuestros conocimientos sobre la salud y la enfermedad. Pero habría que preguntarse si nosotros, en la época moderna, somos mucho más humanos y civilizados que aquellos. Toda sociedad todavía mantiene

5o domingo t.o.

Lect.: Job 7,1-4.6-7;  I Cor 9,16-19.22-23; Mc 1,29-39 Marcos continúa mostrando cómo con Jesús queda claro que el Reino de Dios ya está cerca, ya ha llegado a nosotros. O dicho de otra forma, que nos encontramos inmersos en la presencia de Dios. Ya el evangelista nos avivó el domingo pasado nuestra convicción de que, por más que experimentemos impulsos y fuerzas negativas dentro de nosotros mismos,—lo que llamaban entonces "espíritus malignos"—, nuestra fe da lugar a que solo el Espíritu de Jesús sea el que lleve el timón, el control de nuestra vida. Eso es lo que mostraba la “ actividad exorcista ” de Jesús. Hoy nos presenta otra faceta de la actividad de Jesús que reafirma también la cercanía del reino de Dios, Jesús como “sanador del poder absoluto de las enfermedades” . Para entender lo que quieren decir estos relatos de “curaciones milagrosas” recordemos que la mentalidad de las gentes del siglo I estaban a distancias inmensas de nuestra manera de entender la sa

4º domingo t.o.

Lect.:   Deuteronomio 18,15-20; I Corintios 7,32-35; 1,21-28; Marcos 1,21-28 En este párrafo de hoy de Marcos hay algo muy llamativo . Es un texto introductorio, en el que uno puede esperar que el autor presente cómo ve a Jesús, y cómo es que Jesús empieza a mostrar que de verdad " «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca”,   como lo había anunciado. Y Marcos no lo presenta enseñando, ni predicando, ni siquiera curando una enfermedad o resucitando un muerto. Lo presenta expulsando lo que él llama “un espíritu inmundo ”. Es decir, como lo que hoy llamaríamos un “ exorcista". Esto nos puede chocar a algunos, y a otros muchos les puede generar interrogantes serios, Porque equivale a afirmar, por lo tanto, que la presencia en nosotros  del Reino de Dios se manifiesta principalmente en esa liberación de espíritus inmundos.  Pero, ¿Qué nos quiere decir con esto la comunidad de Marcos? ¿estará fomentando en nosotros la creencia de que nos encontramos en un mun