Ir al contenido principal

4º domingo t.o.

Lect.:  Deuteronomio 18,15-20; I Corintios 7,32-35; 1,21-28; Marcos 1,21-28

  1. En este párrafo de hoy de Marcos hay algo muy llamativo. Es un texto introductorio, en el que uno puede esperar que el autor presente cómo ve a Jesús, y cómo es que Jesús empieza a mostrar que de verdad "«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca”,  como lo había anunciado. Y Marcos no lo presenta enseñando, ni predicando, ni siquiera curando una enfermedad o resucitando un muerto. Lo presenta expulsando lo que él llama “un espíritu inmundo”. Es decir, como lo que hoy llamaríamos un “ exorcista". Esto nos puede chocar a algunos, y a otros muchos les puede generar interrogantes serios, Porque equivale a afirmar, por lo tanto, que la presencia en nosotros  del Reino de Dios se manifiesta principalmente en esa liberación de espíritus inmundos. 
  2. Pero, ¿Qué nos quiere decir con esto la comunidad de Marcos? ¿estará fomentando en nosotros la creencia de que nos encontramos en un mundo poblado de malos espíritus y demonios que nos acechan y que debemos vivir en continua angustia y zozobra ante sus posibles ataques?  Me atrevo a decir que no. Aunque los escritores del N.T. tienen que expresarse conforme a la manera de pensar y hablar de su época y según el nivel no científico de entonces, lo esencial del mensaje no puede quedar hipotecado por esa visión de entonces. Pero esta solo es la forma de presentar un mensaje más de fondo. Este tiene que ser válido para otras épocas posteriores, incluyendo la nuestra, en la que contamos con un mayor desarrollo científico, filosófico y teológico. ¿A qué se refieren entonces aquellos primeros cristianos cuando hablan  de espíritus impuros y demonios? ¿qué hay detrás de las expresiones? El tema es importante y exigiría más tiempo para tratarlo. Pero podemos decir ahora, al menos, que probablemente, esas comunidades se referían a una experiencia que no nos resulta desconocida a nosotros en el siglo XXI, la experiencia de toparnos en nosotros mismos con tendencias negativas, y muy fuertes, que a veces nos dominan, nos poseen, y que parecen tomar el timón de nuestra vida llevándonos en una dirección contraria a nuestros mejores valores. Fuerzas, impulsos, adicciones, hábitos arraigados que nos llevan a arranques que no quisiéramos tener y de los que luego nos arrepentimos. Pero que ahí están y se producen a pesar de nuestra buena voluntad, como si estuviéramos divididos. En la época en que se escriben los evangelios, estas experiencias, inexplicables para ellos, —y en parte, todavía también inexplicables para nosotros, — los inclinaban a pensar que sucedían por influencia de seres malignos externos a nosotros mismos. Siempre es más fácil y, con todo, más tranquilizador, verlos así, que pensar que se trata de impulsos negativos y destructivos de nuestra propia persona.
  3. Pero lo que quiere presentar Marcos es que, aunque sigamos viviendo con esa doble tendencia, al bien y al mal, destructiva y constructiva, porque esa es nuestra condición humana, Jesús ante todo nos libera de que nuestras fuerzas e impulsos negativos nos dominen, controlen nuestra vida por completo. Esta Buena Noticia Jesús la pronunciaba con fuerza, —“con autoridad”, dice el autor—, es decir, que no se queda en palabras, la respalda con su acción que es la de alguien que está convencido que la fuerza de Dios habita en él. Es natural por nuestra condición de criaturas imperfectas, que a lo largo de nuestra vida, podamos  continuar experimentando en ocasiones, como lo decía Pablo, que hacemos el mal que no queremos y el bien que queremos hacer se nos escapa. Pero, nuestra fe  —"confianza radical en que ese Dios cercano, presente en los seres humanos,  sostiene nuestra capacidad de hacer reales las buenas noticias del Reino”— nos asegura que el timón de nuestra vida, el que nos conduce,  no lo lleva ninguna fuerza maligna, sino el mismo Espíritu de Jesús.Ω  

Comentarios

Entradas más populares de este blog

3er domingo de Cuaresma. "EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO ES UN ÚNICO AMOR. Cuaresma: tiempo de actuar y de detenerse ante el hermano herido". MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL A LA IGLESIA Y PUEBLO DE COSTA RICA

 Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, reunidos los días 26 al 29 de febrero de 2024, en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, compartimos nuestro sentir. En su mensaje para la Cuaresma del presente año, el Papa Francisco nos ha recordado que “es tiempo de actuar… de detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo”. La Iglesia, desde su origen en nuestro Señor Jesucristo, es portadora de una buena noticia: “el Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres” (Lucas 4,18). Los discípulos del Señor se dispersaron “anunciando el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo” (Hechos de los Apóstoles 8,12), mensaje que entraña la posibilidad de vivir según el proyecto de Dios, desde las actitudes de amor, justicia

4º domingo del tiempo ordinario: EL MODO DE ENSEÑAR DE JESÚS ES ALGO NUEVO Y PRODUCE ALGO NUEVO (retomamos nuestros comentarios dominicales)

 Lect.:  Deuteronomio 18,15-20; 1  Corintios 7,32-35;  Marcos 1,21-28 El episodio de hoy tiene lugar en una sinagoga, —"en Cafarnaum", dice Marcos. Se trataba de un lugar de reunión en el que además de oraciones y bendiciones, se escuchaba   la lectura de la torá y de los profetas y una  predicación explicativa. A los escribas, como personas ilustradas, correspondía en gran medida la explicación y aplicación  de la Palabra.  Y es precisamente en ese ambiente habitual de enseñanza y aprendizaje donde el evangelista resalta rasgos únicos de Jesús que causan asombro en la audiencia . El texto no narra de qué habló sino de cómo lo hizo . Por contraste con los maestros de oficio, los presentes reconocen que Jesús no habla comentando libros ni autores, sino con autoridad propia . Se trata de hablar con convicción porque asocia y refrenda la palabra con la acción .  "Para Marcos, la autoridad especial de la palabra de Jesús se pone de manifiesto en que está acompañada de a

FIESTA DEL "CORPUS CHRISTI": LA EUCARISTÍA VIVENCIA Y SÍMBOLO DE LA RESURRECCIÓN

  Lect.: Deut 8,2-3.14b-16a; 1ª carta Pablo a los Corintios 10,16-17; Juan 6,51-58. Pienso que concluir este tiempo de Pascua festejando la celebración de la Eucaristía es oportuno y esclarecedor. No es conmemorar un “misterio” más de la vida de Cristo, ni subrayar un aspecto importante doctrinal. Es, más bien, la oportunidad para ver en síntesis lo que significa para nosotros celebrar la resurrección de Cristo y de esa manera, también, aclarar malos entendidos en aspectos claves de nuestra fe cristiana.  Poco a poco hemos ido entendiendo, en la medida en que nos aplicamos a ello, que al afirmar nuestra convicción en la resurrección de Cristo no estamos afirmando que el cuerpo de Jesús volvió a la vida terrena que tenía antes de su crucifixión y muerte. No es lo mismo “resurrección” que “resucitación de un cadáver”. Con Pablo y los evangelios  afirmamos que Dios elevó a Jesús de la muerte , llevándolo a ser parte de su propia vida . Este “momento pascual” para hablar del cual care