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Mostrando las entradas de febrero, 2020

7º domingo t.o.: ¿Perdonar la injusticia criminal?

Lect.:      Lev  19, 1-2. 17-18; 1  Cor  3, 16-23;  Mt  5, 38-48   Ver los textos en  http://textosparalaliturgia.blogspot.com/2017/01/leccionario-i-domingo-vii-del-tiempo.html 1.     Uno de los temas más difíciles de la vida humana y del evangelio es un tema triple, entrelazado: la venganza, el perdón, la justicia.  Prácticas como las de Lamec (Gén 4: 23); la ley de Talión, del siglo XVIII a. C. que, contrario a lo que se piensa, vino a suavizar las costumbres anteriores; no excluían la venganza… Prácticas de perdón sagrado y político (amnistías, diríamos hoy) lo entregaban en manos de la decisión de las autoridades, no siempre fiables.  2.     Es con Jesús de Nazaret, con su llamado al perdón, que se introduce una novedad. Más difícil que todo lo anterior. Tomadas literalmente las advertencias del texto de Mateo de hoy hacen que la enseñanza no solo se torne más difícil sino imposible de cumplir. De hecho introduce una mayor exigencia en las prácticas judías de la época. No

6º domingo del t.o.: el legalismo moral, un problema de inmadurez

Lect.:  Eclo  15, 15-20;1  Cor  2, 6-10;  Mt  5, 17-37 Ver los textos originales de la liturgia de hoy en: http://textosparalaliturgia.blogspot.com/2017/01/leccionario-i-domingo-vi-del-tiempo.html Un texto como el que nos regala hoy Mateo puede ofrecernos un interesante aporte para entender mejor  el carácter de la personalidad histórica y de la enseñanza de Jesús de Nazaret.  Y por eso, al mismo tiempo, contribuye a nuestra vivencia y práctica de su Evangelio hoy. ¿Por qué? ¿qué quiero decir con esto? Todos lo sabemos, Jesús no fue un ser de otro planeta. Nació, creció y enseñó en una época y en un lugar muy determinados. Su extraordinaria calidad humana está marcada e interpelada por las características del momento histórico que vivía su pueblo y a las que responde desde su profundidad espiritual. Si lo vemos así, podemos entender, al menos en una parte importante, su enfrentamiento con los dirigentes religiosos judíos, de una manera que habitualmente no se comenta. Se tra

5º domingo t.o.: pueblos de gente luminosa

Lect.:    Is  58, 7-10; 1  Cor  2, 1-5; Mt 5: 13 - 17;  1.     Hablábamos el domingo pasado de las bienaventuranzas como  expresión del Programa esencial de vida de Jesús , que él vivió y que Mateo presenta como referente central para la vida y misión de las iglesias, y de cada uno de nosotros, discípulos de Jesús. Hoy, al continuar el discurso del Monte, aparece esa breve declaración, muy conocida, de Jesús:  Uds. son luz del mundo y sal de la tierra . Son un par de frases que han sido repetidas centenares de veces en predicaciones, en retiros y ejercicios espirituales, al punto de que pareciera que no tenemos nada más que aprender sobre ellas. Quisiera, en este momento, subrayar solamente dos consideraciones que no suelen destacarse.  2.     La primera  consiste en entender este pasaje de hoy en su    contexto inmediato. Forma parte del Sermón del Monte y, más específicamente de la sección dedicada a las Bienaventuranzas. Por eso, por el carácter universal que tienen éstas p

4º domingo t.o.: el Programa esencial de vida de Jesús, las Bienaventuranzas

Lect.: Sof 2, 3; 3, 12-13; 1 Cor 1, 26-31; Mt 5, 1-12a 1.         ¿En qu é  tipo de visión espiritualista, moralista y religiosa hemos sido formados? Siempre es sano hacerse esa pregunta, en particular cuando vemos que en la Iglesia Católica, incluso a nivel de clérigos y Obispos, ciertos grupos se resisten a seguir y apoyar la corriente de reforma que dirige el Papa Francisco. Pero, además, se vuelve una pregunta ineludible al toparnos hoy, en el Sermón del Monte, con las Bienaventuranzas y con  el   Padrenuestro. Porque en estos textos   encontramos lo que podemos llamar el  programa esencial de la predicación y de la vida de Jes ú s de Nazaret . Y no puede dejar de preguntarse cualquiera de nosotros  si las prioridades que manejamos en nuestra vida cristiana, católica, y que corresponden en gran medida a la formación recibida desde la casa y la catequesis, corresponden realmente a las prioridades de este programa esencial de Jesús.  Hay razones que nos hacen dudar de que esa