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Mostrando las entradas de julio, 2020

17º domingo t.o.: Donde está nuestro tesoro, está nuestro corazón

Lect.: 1  Re  3, 5. 7-12;  Rom  8, 28-30;  Mt  13, 44-52          Como otras, estas tres parábolas de hoy, las hemos oído y leído innumerables veces. Pero no sé en cuántas ocasiones se nos ha ocurrido establecer la comparación entre los protagonistas de las dos primeras con nuestra propia historia personal. Y con la historia de la mayoría de quienes nos consideramos “católicos” y “cristianos”. Porque lo llamativo del campesino que encuentra un tesoro oculto en el campo, y del comerciante que encuentra una perla de valor extraordinario, —ambas imágenes del reino de Dios—, es que uno y otro están tan impactados por el hallazgo, que venden, se deshacen de todos los bienes que tenían para poder adquirir el campo que oculta el tesoro o la perla fina. Podemos adivinar que en la comunidad de Mateo muchos habrían llegado a adherirse a la Buena Nueva de una u otra manera, o por habérsela topado por casualidad o porque colmaban los anhelos de mucho tiempo de búsqueda. Cualquiera de los dos fuera

16º domingo t.o.: "Trigo" y "cizaña" dentro de nosotros mismos

Lect.:  Sab  12, 13. 16-19;  Rom  8, 26-27;  Mt  13, 24-30   1.     Como hemos comentado, las parábolas son un excelente medio pedagógico para abrirnos las mentes y el corazón a dimensiones de la realidad que están más allá de lo superficial y evidente. Para que logremos leer el mensaje de la Palabra de Dios que se nos transmite por medio de hechos de la vida humana en la historia y en la naturaleza. Pero también decíamos que hay que acostumbrar el oído y el entendimiento para leer ese género de lenguaje, captar el sentido de las metáforas, y no quedar atrapados en una mala interpretación, porque, como siempre, la enorme distancia cultural entre los evangelistas y nosotros puede dar pie a lecturas erróneas. Es el caso que podría suceder con esta parábola del trigo y la cizaña. 2.     Que haya “trigo” y “cizaña” en un campo, buena y mala hierba, y que eso sea semejante al Reino de Dios no llama mucho la atención porque corresponde a la experiencia de vida de todos. Lo complicado empieza

15º domingo t.o.: La palabra - semilla sembrada en todos los pueblos

Lect.:  Is  55, 10-11;  Rom  8, 18-23;  Mt  13, 1-23 1.       Para los evangelistas y para las primeras comunidades cristianas era una experiencia indiscutible esa enseñanza de la parábola del sembrador: la semilla de la palabra de Dios fue esparcida por él en todas partes, en la historia de todos los pueblos. Y también, en todos los lugares, en todos los grupos humanos fue descubierta y acogida en diverso grado, e incluso, a veces rechazada, o asfixiada, apagada por diversas circunstancias y actitudes. Esta visión conlleva la comprensión de los acontecimientos humanos y de la naturaleza como un libro en el que se manifiesta la presencia y la acción de la palabra de Dios. Pero se trata de un libro que hay que saber leer e interpretar. Hay que tener “ojos para ver” y “oídos para oír” esa palabra. Siglos más tarde, en esta misma línea, san Agustín explícitamente afirmó que la revelación divina nos fue entregada en dos libros, en la Escritura Sagrada y en la naturaleza, en la vida de

14º domingo t.o., Descubrir y vivir lo que uno es

14º domingo t.o. Lect.:  Zac  9, 9-10;  Rom  8, 9. 11-13;  Mt  11, 25-30 1.     Este texto de Mateo, —que, en realidad, une tres dichos distintos de Jesús—, tiene un innegable atractivo sobre quienes intentamos leer los evangelios para fortalecer nuestra fe. En muchos casos, simplemente, el lector se impresiona con la imagen de Dios y del propio Jesús que transmite esta oración de alabanza. Es una invitación a todos los que están cansados y agobiados, para aliviarlos, de parte de quien se presenta como “ manso y humilde de corazón ”.    En otros casos, visto desde el conjunto de la vida y misión del Nazareno, sorprende lo cercano del texto, más a la ternura con que muchos creyentes se acercan hoy día a prácticas de piedad, que al vigor del compromiso en el seguimiento del Maestro. Por otra parte, a lo largo de los siglos, muchos teólogos se vieron atraídos por lo que estas breves líneas expresan de la relación entre Jesús y Dios, su padre. Han dado lugar a muchas reflexiones sob