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Mostrando las entradas de julio, 2016

17º domingo t.o.: el "padrenuestro", un carné de identidad cristiana

Lect.: Gén 18:20-32; Col  2:12-14; Lc 11:1-13 En el texto evangélico de hoy lo que los discípulos piden a Jesús, según Lucas, no es simplemente que les enseñe a orar. Raro sería que judíos religiosos, aunque gente sencilla, practicantes acostumbrados a ir regularmente a la sinagoga, a esas alturas no supieran orar. Más bien, lo más probable es que incluso supieran de memoria muchos o la mayor parte de los salmos de David. Entonces lo que le están pidiendo a Jesús es otra cosa: que les enseñe, dicen, “ como Juan el Bautista había enseñado a orar a sus discípulos”. ¿A qué se refieren? Parece ser que era costumbre entre los maestros judíos entregarles a sus discípulos una oración breve que sirviera como una especie de placa de identificación de los discípulos entre sí y con su Maestro. Y eso es lo que Jesús les entrega, una breve oración en la que se refleja una “marca”, una expresión de un modo de ser, de ver al mundo, a Dios y a los demás y que, en adelante, va a identificar

16º domingo t.o. Escucha y servicio: dos mujeres imagen de estos rasgos de Dios

Lect,: Gén 18:1-10; Col 1:24-28; Lucas 10:38-42 Tal vez Uds. ya escucharon esta noticia: el lunes pasado el vuelo 909 de American, programado para despegar de Miami a las 20 hrs,   hacia el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, salió con hora y media de retraso. Lo curioso del hecho fue la causa del retraso.   No fue un desperfecto técnico. No fue la amenaza de un ataque terrorista. Fue algo más inusual e inesperado: cuando siete pasajeros que ya habían abordado se dieron cuenta de que tanto la comandante piloto como la subcomandante copiloto eran mujeres, exigieron que les dejaran bajar de inmediato del avión. Hubo que sacar sus valijas y eso demoró una hora y media la salida del vuelo. Supongo que a todos nosotros este tipo de reacciones en pleno siglo XXI nos deja sin palabras e incrédulos de hasta qué extremos pueden llegar hoy los prejuicios machistas. Pero si nos sorprenden esos comportamientos anacrónicos que aún sobreviven, tratemos de imaginar cómo sería en la época

La capacidad de ser "prójimos"

Lect.: Deut 30:10-14; Col 1:15-20; Lc 10:25-37 A nivel de las palabras que decimos, a nivel del discurso de curas, catequistas y padres de familia, cada vez más se ha ido extendiendo la convicción de que lo que cuenta en la práctica religiosa es el amor al prójimo. Incluso de que ahí está la prueba de nuestro amor a Dios. Ya esto no se discute. Pero, como no podemos escaparnos de esa exigencia evangélica, nuestra falta de transparencia ha encontrado otro truco para seguir con una vida en la que nadie nos moleste . Consiste en decirnos: “ sí, es cierto, hay que amar al prójimo, pero, ¡ojo!, hay que entender qué quiere decir “prójimo”. Porque si “prójimo” equivale a “próximo”, ese inmigrante, con otro acento, quizás otra lengua y otro color de piel, no me resulta muy “próximo”. E incluso esa otra persona, aunque es de por acá, me parece que quiere manipular mis sentimientos con las supuestas historias que me cuenta, o como se presenta. Más que prójimo, parece ser un vividor

14º domingo t.o.: EVANGELIZAR: NI DOMINACIÓN, NI PROSELITISMO

Lect.: Isaías 66:10-14; Gál 6:14-18; Lc 10:1-12, 17-20 A pesar de que el mensaje de Jesús es claro, es frecuente que lo distorsionemos. A veces por conveniencias personales, por intereses económicos o por manipulación política. Pero creo que, más a menudo, por ignorancia. De ahí que sigamos reduciéndolo, como decíamos el domingo pasado, a un conjunto de doctrinas, —de verdades o dogmas— y o como una serie de leyes o normas que hay que cumplir.   Por eso es importante insistir en que la Buena Noticia de Jesús, lo que nos comparte, más bien,  es un camino de espiritualidad y realización humana , el camino que Jesús vivió y que ofreció a quienes querían seguirlo. En el texto de hoy nos queda aún más clara esta insistencia. Lucas nos habla de un segundo envío, ya no de los Doce, sino de 70 o 72 discípulos, —número también simbólico para expresar la universalidad de los pueblos. Jesús los envía adelante en el camino y para anunciar el reino, el encuentro con Dios