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Mostrando las entradas de abril, 2016

5º domingo de Pascua

Lect.: Hechos 14:21-27; Apocalipsis 21:1-5;  Jn 13:31-33, 34-35 Alguien comentaba, —entre varios comentarios que vi al preparar esta reflexión– que algunos de los textos más difíciles de predicar del evangelio son aquellos que nos resultan más familiares . Algunos, como el que acabamos de oír, es tan conocido que mucha gente, ya antes de oírlo, supone que ya lo sabe y lo entiende y apenas si presta atención a su lectura. Otra gente, por otra parte, puede decir que la verdad es que apenas se le puede agregar nada de explicación. El asunto está muy claro: el mandamiento “nuevo” de Jesús consiste en “amarnos mutuamente”, ¿qué más se puede decir? Ante este tipo de reacciones, la persona que hacía este comentario añadía que lo que hace falta es encontrar un nuevo ángulo para aproximarse al texto, de manera que la lectura nos resulte nueva, refrescante, una verdadera “buena noticia”. De lo contrario, seguiremos usándolo como un eslogan, fácil de repetir, o como una regla moral, dif

4º domingo de Pascua

Lect.:  Hech 13:14, 43-52; Salmo 100:1-2, 3, 5; Apoc 7:9, 14-17; Jn 10:27-30 Todas las lecturas de su Evangelio,   Juan las escribió “ para que   tengamos vida en abundancia”, ya, hoy mismo. Y para realizar este propósito, y para conocer cómo está teniendo lugar, los relatos nos ayudan a   identificar los signos de la presencia del resucitado en nuestra propia experiencia hoy . Esos signos no son apariciones, —sabemos que estas solo son formas simbólicas de expresar una experiencia interior. Los signos que les convencían de que estaban ya participando en la vida del Resucitado eran, y siguen siendo, la vivencia de comunidad en el amor ,   el valor para anunciar públicamente la Buena Noticia y el l ograr contagiar a muchos otros con el entusiasmo por esa Buena Noticia . Visión hermosa y esperanzadora. Pero seguramente que Uds., como yo, tendrán dudas respecto a este mensaje,   y la primera que yo mismo pienso es, ¿ no estaré interpretando arbitrariamente estos relatos? ¿De ver

3er domingo de Pascua

Lect.: Hechos 5:27-32, 40-41; Salmo 30:2, 4-6, 11-13; Apoc 5:11-14; Jn 21:1-19 Seguimos de la mano del evangelista Juan, descubriendo los signos en los que los primeros discípulos pudieron experimentar la presencia de Cristo viviente. Una cosa es la manera como expresaron luego sus experiencias —generalmente narrándolas como “apariciones”— y otra, muy distinta, las características de la experiencia pascual por la que atravesaron. Estas parecen sugerirse en los textos como asociadas a transformaciones profundas que experimentaron en su propia vida y que relacionaron con la presencia del Cristo Viviente. Ya, el domingo de pascua, nos mostró Juan cómo el primer signo fue la capacidad que se despertó en ellos para volver a reunirse , a constituir comunidad superando la dispersión y alejamiento en los que se habían dejado arrastrar tras el miedo que les generó la crucifixión. Incluso vimos cómo Lc, en el libro de los Hechos, añade como otro signo de la vida del resucitado, la fuer

Eucaristía en el Novenario de fray Guillermo (Memo) Chaves Pochet, en Río Regado, Paraíso.

Lect.: Hechos 5:17-26; Salmo 34:2-9; Juan 3:16-21 Comentaba yo con varios compañeros, lo impresionante que fue la manifestación de cariño de tantísima gente que participó en el funeral del Padre Memo. La verdad es que no recuerdo de ninguna otra despedida, en que yo haya estado, que haya reunido a tan numerosa concurrencia. Incluso bromeábamos luego diciendo que Memo nos fregó a muchos de los que quedamos porque puso el listón, la meta de asistencia al funeral tan alta, que no vamos a poder igualarla, ni de lejos, ni siquiera invitando (o “pagando”) a todas nuestras amistades de Facebook. Algunos decían que se explicaba porque Memo trabajó con Encuentros Matrimoniales y ya solo ellos eran una multitud. Es cierto, como también que trabajó en Justicia y Paz, con migrantes salvadoreños, en Liberia, en san Carlos, en Pérez Zeledón, en el colegio de Sión, … pero la explicación no creo que se encuentre en que haya trabajado en muchos lugares, sino en la forma en que lo hizo, en las h