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Mostrando las entradas de 2007

Domingo post Navidad

Domingo dentro octava Navidad, 30 diciembre 2007 Lect.: Ecles 3: 3 – 7. 14 – 17 a; Col 3: 12 – 21; Mt 2: 13 – 15. 19 – 23 1. Empiezo por excusarme. No voy a hablar del tema de la familia, aunque el papa Pío XI estableció este domingo como fiesta de la Sgda. Familia. Fiesta demasiado reciente, que responde a necesidades de su época. No hay material en el evangelio para darle contenido y corremos peligro de meter, más bien, en el evangelio, ideas, prejuicios y discusiones de sociedad actual sobre la familia moderna. Sin negar que cualquier domingo puede ser oportuno para pedir por nuestras familias. Además, la fiesta de navidad es tan grande que merece que prolonguemos la reflexión sobre su significado. Aprovechemos para una explicación breve sobre los textos evangélicos utilizados durante esta época. 2. Mucha gente no sabe que todos estos textos llamados “evangelios de la infancia” no fueron los primeros escritos de los evangelistas. Esto es importante porque nos hace ver que no fueron

4o domingo de Adviento

4º domingo de adviento, 23 diciembre 2007 Lect.: Is 7: 10 – 14; Rom 1: 1 – 7; Mt 1: 18 – 24 1. Hoy terminamos un recorrido de 4 semanas de preparación para la Navidad. Empezamos llamando la atención sobre el síndrome de Peter Pan, a nivel espiritual, religioso —la negación a crecer, a ser adulto, a ser maduro, a quedarse estancado en una visión tradicionalista que fue buena para nuestra infancia, que no nos lleva a ser cristianos adultos, maduros. Siguió el llamado a la conversión. No como una invitación a portarse bien o mejor —llamadas que han hecho muchos maestros morales de la humanidad. La llamada a la conversión la vimos más bien como una llamada a creer lo que parece imposible, a dejar de lado esa miopía con la que vemos la vida y a prepararnos para descubrir que el Espíritu de Dios puede realizar cosas maravillosas y revelarnos dimensiones extraordinarias de nuestra simple vida humana. En fin, el domingo pasado veíamos cómo en medio de las angustias de este mundo quien se h

3er domingo de Adviento

3er domingo Adviento, 16 diciembre 2007 Lect.: 35: 1 – 6 a; Sant 5: 7 – 10; Mt 11: 2 – 11 1. Nuestro mundo ha cambiado mucho desde que Isaías escribió el texto que escuchamos hoy. La imaginación no nos da para pensar lo diferente que sería la sociedad de hace 2700 años. Pero hay algo que nos suena conocido. El profeta ve a su alrededor gente con manos débiles, con rodillas vacilantes, dejándose llenar su corazón de cobardía, con temor. Un mundo lleno de problemas que produce innumerables víctimas. Siete siglos después, Juan el Bautista en la cárcel, duda si Jesús es el Mesías que ha de venir y manda a sus discípulos a preguntarle si es él o hay que esperar a otro. Jesús se identifica indicando a quiénes ha venido a traer esperanza: a los inválidos, a los enfermos, a los pobres, a los que están amenazados por la muerte y dice claramente: anuncien a Juan lo que están Uds. viendo y oyendo. 2. El mundo de Isaías, el del bautista, el nuestro, están llenos de víctimas. ¿Qué responderíam

2o domingo de adviento

2º domingo de Adviento, 9 diciembre 2007. Lect.: Is 11: 1 – 10; Rom 15: 4 – 9; Mt 3: 1 –12 1. El domingo pasado hablábamos de Peter Pan. Recuerdan que era para criticar ese problema psicológico de negarse a crecer y madurar, la tentación de ser eternamente niño o adolescente. Los cuentos, sean los antiguos o los contemporáneos, tienen más enseñanzas, no solo moralejas, de las que uno a veces percibe. En conjunto, hay algo interesante de todos ellos: su capacidad de despertarnos la imaginación, de tocar y revivir esa facultad que todos tuvimos y que conservamos quizás muy escondida, de soñar, de imaginar posibilidades maravillosas para nuestra vida. Madurar, crecer, superar el síndrome de Peter Pan, no tiene que chocar necesariamente con esa capacidad de soñar y de imaginar nuevos mundos. Esta imaginación es la que nos permite luego usar nuestra inteligencia y los recursos de la ciencia de manera constructiva o destructiva. Esta imaginación debería ser la que nos plantee nuevos retos

1er domingo de Adviento

1er domingo de Adviento, 2 diciembre 2007 Lect.: Am 2: 1 – 5; Rom 13: 11 – 14; Mt 24: 37 – 44 1. La mayoría de nosotros recordamos el cuento y las películas de Peter Pan. Lo que quizás no tenemos claro es que, más allá de las aventuras fantásticas, con Wendy, sus hermanos, Campanita y el capitán Garfio, Peter Pan era un chico extraño por un rasgo muy especial: no quería crecer, no quería llegar a ser adulto y por eso se va al País de Nunca Jamás —y al final se queda ahí—. Por eso, algún psicólogo contemporáneo ha llamado el síndrome de Peter Pan al que padecen algunos jóvenes adultos que jamás quieren salir de casa de los papás, que posponen o son inestables para elegir un oficio, profesión o trabajo, que tratan de manera narcisista de tener de forma indefinida una apariencia juvenil. En fin, de no crecer, de no madurar, llegando a ser lo que uno está llamado a ser. Todo lo contrario de esto es la tarea que los papás y educadores nos planteamos como meta con nuestros hijos y alumnos: a

Domingo de la Ascensión

Fiesta de la Ascensión, mayo 20, 2007 Lect.: Hech 1: 1 – 11; Ef 1: 17 – 23; Lc 24: 46 – 53 1. Un hecho que se repite en los evangelios es la incapacidad de los discípulos para entender lo que Jesús dice. O, quizás peor, su inclinación a interpretar las palabras y acontecimientos según formas de pensar de la época, que no coincidían con la nueva visión que Jesús estaba tratando de compartirles. Este fallo de los discípulos se repite en las lecturas de hoy. Jesús les da pruebas de que está vivo, les habla de que van a ser revestidos de una fuerza de lo alto, y ellos se quedan en la interpretación política judía del mensaje. Solo se les ocurre preguntar si ahora va a ser restaurado el reino de Israel. 2. No es raro que eso suceda. Como todos los grandes maestros espirituales Jesús comunica un mensaje sobre la riqueza y profundidad de la vida humana y de la creación que tenemos que ir captando poco a poco, conforme a los instrumentos de conocimiento con que contamos en cada lugar y en cad

6o domingo de Pascua

6º domingo de Pascua, mayo 13, 2007 Lect.: Hech 2: 1 –2. 22 – 29; Apoc 21: 10 – 14. 22 – 23; Jn 14: 23 – 29 1. A la distancia temporal que nos encontramos de las primeras comunidades cristianas es difícil darse cuenta de la crisis que se debió haber provocado a aquella comunidad de Jerusalén cuando se ve interpelada por los primeros no judíos que vienen al seguimiento de Jesús (aquí incluir descripción de la situación de aquellos primeros cristianos, todavía judíos) . Pero, en realidad, es una crisis que se repite a lo largo de la historia cuando se trata de entender y vivir las palabras del evangelio en culturas distintas, en épocas totalmente nuevas y diferentes. Es la misma crisis que vivimos nosotros, y las que tendrán incluso algunos obispos reunidos hoy en Aparecida. 2. Las tentaciones para librarse de esta crisis son varias: una, quedar atrapados en la nostalgia del recuerdo de Jesús y desear haber sido de aquellos primeros discípulos cercanos. Al ser esto imposible, repetir

4o domingo de Pascua

4 º domingo de pascua, 29 abril 2007 Lect.: Hech 13: 14. 43 – 52; Apoc 7: 9. 14b – 17; Jn 10: 27 – 30 1. Celebrar cada año la pascua, como fiesta de la resurrección de Jesús pudiera interpretarse de manera muy simplista. Pudiera verse como una proclamación reiterada escrita para fortalecer nuestros ánimos. Algo así como decir: no se preocupen por todo lo que sufren, incluso tampoco por la muerte, porque al final, como Jesús, resucitarán. Esta interpretación pareciera respaldarse por esta promesa de Jesús que hoy sale en el texto evangélico, a mis ovejas les doy la vida eterna. Y antes en la 1ª lectura habla de los que rechazan y los que se interesan en la vida eterna. Si leemos así el evangelio, estaríamos planteándonos enseguida preguntas tales como: ¿hay vida después de la muerte? ¿puede vivir el ser humano para siempre? ¿cómo era el universo antes de la vida y Dios antes del universo? Este tipo de preguntas son más bien filosóficas y pueden ser válidas y corresponder a preocupacio

5o domingo de Pascua

5º domingo de Pascua, mayo 6, 2007 Lect.: Hech 14: 20b – 26; Apoc 21: 1 – 5 a; 13: 31 – 33 a 1. Es muy normal, entre nosotros gente religiosa, enfrentarnos al sufrimiento de cada día, a las experiencias de enfermedad, o de problemas laborales, económicos y otros, viéndolas como el lado oscuro de la vida, como limitaciones inevitables de este mundo que, afortunadamente, si nos portamos bien, llegaremos a superar en la otra vida donde, además, se nos recompensará por todo lo que hayamos padecido. Con esa misma mentalidad, podríamos esperar que en estas semanas de pascua, en la liturgia se nos leyeran solo textos que, en nuestro lenguaje ordinario, pudiéramos llamar “luminosos”, optimistas. Si ya Cristo resucitó, para qué pensar en su pasión y su muerte, dejemos eso atrás, porque todo ese sufrimiento lo ha compensado el triunfo de Jesús sobre la muerte. Ya Jesús está vivo y glorioso por encima de las vicisitudes de este mundo. Sin embargo, el evangelio nos propone otra manera de ver la vi

3er domingo Pascua 2007

3er domingo de Pascua, 22 abril 2007 Lect.: Hech 5: 27 b – 32. 40 b – 41; Apoc 5: 11 – 14; Jn 21: 1 –19 1. A menudo pienso que uno de los daños que se hace a los líderes de la Iglesia es idealizarlos. Y, a la larga, es un daño que nos hacemos a nosotros mismos, a nuestra perspectiva de vida como cristianos. Idealizar al Papa, a tal o cual Obispo, a tal o cual sacerdote, como si fueran seres fuera de este mundo, como si fueran santos solo por el cargo que ocupan, como si fueran o tuvieran que ser impecables, más cercanos a Dios que nadie, no solo no es real, sino que además no ayuda mucho a nuestra vida espiritual. No es realista porque Papa, obispo y sacerdotes, seguimos siendo tan humanos como cualquier otro. Intentar vivir como si esto no fuera así, construirles imagen publicitaria idealizada solo conduce a la posibilidad de escándalo, de tropiezo, cuando en cualquier momento se les descubre algún fallo humano más o menos serio. Y esto daña nuestra vida espiritual y la posibilidad de

Homilía del 2o Domingo de Pascua, 15 abril 2007

2º domingo de Pascua, abril 15, 2007 Lect.: Hech 5: 12 – 16; Apoc 1: 9 – 11 a. 12 – 13. 17 – 19; Jn 20: 19 – 31 1. El cuadro del primer grupo de discípulos metidos en una casa “con las puertas cerradas” es todo un símbolo y una provocación para examinarnos nosotros mismos. Aquellos discípulos se encerraron “por miedo a los judíos”, podría ser por miedo a correr la misma suerte del Maestro o, simplemente, por temor a las burlas, a que los ridiculizaran por haber creído en un aparentemente “fracasado”, en unas promesas de un Reino que ahora parecían más lejos que nunca. Constituirse en una comunidad, una iglesia de “puertas cerradas” es más que una tentación, una permanente tendencia de nosotros cristianos, en la medida en que nos dejamos controlar por miedos e inseguridades. Ya no se trata de aquellos “miedos a los judíos”, miedo a ser martirizados como Jesús. Los motivos hoy pueden ser nuevos, muchos y muy variados: miedo a enfrentarse con una sociedad cambiante que presenta nuevos r

¡Por fin llegué!

Un primer saludo de llegada para todos. ¡Más vale tarde que nunca!. Por ahora sólo decir "presente" porque estoy con varias cosas urgentes, pero pronto espero estar aportando algo a lo mucho valioso de ustedes. Saludos cordiales. Axel

HOMILÍA DEL 2o domingo de cuaresma 07

2º domingo de Cuaresma, 4 marzo 4, 2007 Lect.: Gén 15: 5 – 12. 17 – 18; Flp 3: 17. 4: 1; Lc 9: 28b – 3 1. Hay cosas que parecen no tener sentido. Por ejemplo, si uno tiene años trabajando en una empresa, un comercio, una industria, un colegio,… si las cosas van normalmente, no parece razonable empezar a preguntarse qué es esa empresa, a qué se dedica, si vale la pena. O cuando uno está casado largo tiempo, crisis aparte, no es razonable de la noche a la mañana empezar a preguntarse, “quién es esta señora o señor”, “a qué se dedica”, “cuáles son sus rasgos”. Sin embargo, esto que parecería tan raro en esas situaciones, ¿por qué sucede en referencia a Jesús, al Cristo? Lc nos pone hoy el relato conocido como la “transfiguración”, en el contexto del cap 9 en el que Jesús había llamado a los Doce, luego multiplica el pan, y luego él mismo los provoca a preguntarse quién es él, según el parecer de la gente y según ellos. En la transfiguración Lc anuncia la respuesta a la pregunta de la id

actualizando homilías 2007

1er domingo de cuaresma, 25 febrero 2007 Lect.: Dt 26: 4 – 10; Rom 10: 8 – 13; Lc 4: 1 – 13 1. No es nada novedoso decir que “lo bueno cuesta”. Tampoco, por tanto, decir que “en todo camino espiritual vamos a encontrar obstáculos”. Lo importante es entender un poco mejor cuáles son las dificultades que a uno lo afectan más y más le impiden seguir el camino de Jesús. Es lo que solemos llamar “tentaciones”. Pero ojo, de lo que se trata ante todo, no es de hacer una lista de cosas exteriores que me distraen y me apartan del camino. Por ejemplo, la adicción al placer sexual, o al poder, o al dinero. Eso es bastante fácil de saber. Y varía un poco en cada uno. Quizás algo importante que debemos entender antes de hacer esa lista y qué es un poco más difícil de ver es en qué consiste lo erróneo de cualquiera de esas u otras tentaciones que podemos padecer. Por qué cualquier tentación puede hacernos perder el camino. Y debemos estar claros en que el problema no está en que nos atraigan cosas

segunda etapa

Compas: estoy reavivando el viejo blog, a ver si dos años después nos animamos. Manuel y Cris son quienes han hablado más de prolongar nuestra reflexión de último viernes (y las homilías dominicales) por este medio. Veamos a ver si arrancamos.