Lect.: Éx 17:8-13; Salmo 121:1-8; II Tim 3:14–4:2; Lc 18:1-8 No es suficiente decir que en los evangelios se nos anima a “orar sin desafallecer”. Aunque parezca de respuesta demasiado evidente, hay que preguntarse que se quiere decir por “orar”. En cada época, en cada lugar, las personas nos acercamos a la Sagrada Escritura con diferente visión, diferente madurez y, además, cada cual según nuestra diferente edad y formación . Por eso tenemos también formas distintas de leer un mismo tema bíblico. Eso pasa, también, con este de l a oración . Se puede ver incluso solo fijándonos en las lecturas de la liturgia de hoy. En la 1ª lectura , el libro del Éxodo refleja un período de una religiosidad bastante ruda, cuando el pueblo hebreo ve a su Dios como el “Señor de los ejércitos”, y lo que le interesa es pedirle para que le conceda poder acabar con sus enemigos y destruirlos “a filo de espada”, como de hecho lo hicieron en el caso narrado hoy de enfrentamiento con los amalecitas. P...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.