Lect.: Hechos 6:1-7; I Pedro 2:4-9; Juan 14:1-12 Hace unos siete años se armó un cierto revuelo, al menos entre grupos de católicos conservadores, cuando el entonces obispo de Roma, Benedicto XVI, aclaró que en la Iglesia Católica no creemos que el cielo sea un lugar físico. Unos años antes, un alboroto parecido se había producido al afirmar Juan Pablo II que el infierno no era un lugar. En ambas ocasiones las reacciones, algunas de indignación, corrieron a través de las redes sociales, acompañadas, como lamentablemente suele suceder en esos espacios, por “bajadas de piso” e insultos provenientes, paradójicamente, ¡de quienes se presentaban como “defensores” de la fe tradicional!. Cuando se tiene una lectura literalista de la Biblia, y se ha recibido una catequesis pobre en fundamentación, —como pasó a muchos en generaciones anteriores a la actual—, es comprensible que cualquier explicación con mejores bases bíblicas y mejor reflexión teológica, resulten como “innovaciones...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.