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Mostrando las entradas de enero, 2016

4º domingo t.o.

Lect.: Jer 1:4-5, 17-19; I Cor 12:31--13:13; Lucas 4:21-30 El domingo pasado escuchamos a Lc presentándonos el inicio de la misión de Jesús con el anuncio de cuatro actividades de misericordia: “ anunciar a los pobres la Buena Noticia”, “proclamar la liberación a los cautivos ”, “dar la vista a los ciegos ”, y “dar la li bertad a los oprimidos ”.   Así resumía el evangelista la misión de Jesús, su programa de vida .   Uno esperaría que ante un mensaje tan profundamente humano, todos los oyentes y, en particular, los de su propio pueblo, conmovidos, harían de inmediato suyas estas palabras y se convertirían en sus discípulos.  Pero la reacción fue muy distinta. Es una reacción de reclamos y que acaba con un intento de agresión . Le reclaman, en primer lugar , que antes que venir a su casa, haya ido a otro pueblo, a Cafarnaúm a hacer curaciones. Le insinúan que no sigue las tradiciones de su padre José, que era un buen judío conservador y tradicional. Y se indignan por un anunc

3er domingo t.o.

Lect.: Neh 8:2-4, 5-6, 8-10; I Cor12:12-30; Lc 1:1-4; 4:14-21 El documento en que el Papa Francisco nos convoca para celebrar este año como “Año de la Misericordia” empieza así: “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre . El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret.”   Estas palabras del Papa nos permiten entender,   entonces, el sentido del texto evangélico de hoy. En el momento en que Jesús inaugura su misión, se presenta en la sinagoga de Nazaret como alguien en quien “se cumplen hoy”,   cuatro actividades de misericordia: “ anunciar a los pobres la Buena Noticia”, “proclamar la liberación a los cautivos ”, “dar la vista a los ciegos ”, y “dar la li bertad a los oprimidos ”.   Ahí se resume la misión de Jesús, su programa de vida .   Si queremos saber en qué consiste lo esencial del ser cristiano, —nuestro propio programa de vida—, ahí nos da la respuest

2º domingo ordinario: Bodas de Caná

Lect. Isaías 62:1-5; I Cor 12:4-11; Juan 2:1-11 Cuando leemos los evangelios, sin ideas prefabricadas y con actitud de verdadera escucha de la palabra de Dios , la lectura no deja de causarnos sorpresas. Por ejemplo, en este texto de Juan, el de las “Bodas de Caná”, de repente descubrimos que no se habla aquí del matrimonio, y caemos enseguida en la cuenta de que en ninguna parte de los cuatro evangelios se pone en labios de Jesús ninguna enseñanza sobre las relaciones matrimoniales, ni sobre la vida en familia, ni sobre la educación de los hijos. Esto nos sorprende más, por contraste con lo que muchos predicadores enseñan como catequesis familiar, supuestamente con base en las enseñanzas de Jesús. Pero, entonces, si en el relato de las bodas de Caná el evangelista no está hablando de temas matrimoniales, ¿de qué esta hablando? ¿Cuál es el mensaje? El propio Juan lo dice al final de la narración: hay que entender el relato como un signo, la primera de las señales que realiza J

Bautismo de Jesús

Lect.:  Isaías 40:1-5, 9-11; Tito 2:11-14; 3:4-7;  Lc 3:15-16, 21-22 Con esta celebración termina la presentación de los grandes signos de la fiesta de la Navidad. El primero, el nacimiento de Jesús, expresaba la presencia de “la Palabra, que era Dios, hecha carne”, presencia de la vida divina en la vida humana, esencial a la maravilla de nuestra existencia. En el segundo signo, el de los Magos de Oriente, estos simbolizan a todos los seres humanos, de toda cultura, de toda etnia, de toda tradición religiosa que, en el fondo del corazón, descubrimos una luz que nos lleva a buscar y a experimentar la presencia de Dios en todo lo que existe. El tercer signo, el del  Bautismo de Jesús, nos habla hoy, de manera sintética, de cómo fue el arranque de Jesús en su propia búsqueda para experimentar esa presencia de Dios y  descubrir la misión de su vida. Recibir el bautismo de Juan en el Jordán fue la forma simbólica de expresar su decisión : como Moisés en el Mar Rojo, entraría en las a

Fiesta de la Epifanía

Lect.:  Is 60:1-6; Salmo 72; Ef 3:2-3, 5-6; Mt 2: 1 - 12 Es muy probable que la fiesta de la Navidad empezara a celebrarse el 25 de diciembre solo a partir del siglo IV. Antes de eso, en la Iglesia Oriental primero, y luego en varias de Occidente, la celebraban el 6 de enero, el día que en la liturgia se llama fiesta de Epifanía, (que significa manifestación , revelación ), que en Costa Rica anticipamos a este domingo. Lo interesante del dato es que los primeros cristianos no se preocupaban tanto por la fecha exacta del nacimiento de Jesús , sino por celebrar el significado del acontecimiento, que se fundía con el de la Pascua. Es la f iesta que celebra la manifestación y presencia de Dios en todos y en todo. Hace ocho días, el Prólogo del evangelio de Juan nos lo recordaba con un hermoso himno teológico que decía que todas las cosas vinieron a la existencia en la Palabra que era Dios, y en esa existencia se manifestó la vida que era la luz para toda la humanidad. Con otras pal