Ir al contenido principal

Entradas

22º domingo tiempo ordinario

22º domingo t. o., 29 agos 2010 Lect.: Ecles 3: 19 – 21. 30 – 31; Hebr 12: 18 – 19. 22 – 24 a; Lc 14: 1. 7 – 14 1. De manera muy sencilla, en lenguaje de su época, Lc nos plantea un tema profundamente humano: el tema del puesto, del lugar al que cada uno de nosotros debe aspirar en su propia vida. El tema, evidentemente, no es de buenos modales en la mesa, de si debo sentarme en la cabecera o al fondo, de si debo esperar o no a que el anfitrión me indique dónde sentarme. Sería una lectura muy superficial. A un maestro espiritual como Jesús lo que le interesa es que nos pongamos a pensar lo que estoy llamado a ser en la vida y cómo lograrlo. A algunos puede parecerle que este planteamiento es muy filosófico, muy teórico. Sin embargo, si ponemos un poquito de atención a lo que nos rodea, y a lo que nos hace palpitar y nos motiva, no tendría que costarnos mucho descubrir que todos estamos en el fondo obsesionados con ese doble cuestionamiento sobre lo que estoy llamado a ser y cómo logra...

Fiesta de la asunción

Fiesta de la Asunción, 15 de agosto 2010 Lect.: Apoc 11: 19. 12: 1 – 6. 10; 1 Cor 15: 20 – 26; Lc 1: 39 – 56 1.Una vez más, apenas un par de semanas después de la fiesta de la virgen de los Ángeles, volvemos a poner los ojos en María la madre de Jesús. Es, sin duda, una figura entrañable para todos los cristianos, desde que éramos pequeños. Tan querida, que a lo largo de los siglos la piedad popular la ha querido colocar en lo más alto, —tan alto, que a veces las fórmulas con que nos referimos a ella , con toda la buena intención del mundo, nos la alejan y disfrazan. Cuando la llamamos reina, y la vestimos con ropajes reales, con oro y joyas, corremos el riesgo de entender mal esas expresiones y representaciones, y perder el mensaje más esencial que nos ofrece su figura evangélica y que hoy refleja Lc. O corremos el riesgo también de mezclarla con figuras de diosas paganas, que personifican fuerzas ocultas de la naturaleza. 2.En esta fiesta del 15 de agosto, tenemos la oportunidad de s...

18º domingo tiempo ordinario

18º domingo t.o., 1 agosto 2010 Lect.: Ecles 12: 2. 21 – 23; Col 3: 1 – 5. 9 – 11; Lc 12: 13 – 21 1.En la zona en que vivía Jesús “un hombre rico” era de ordinario un gran terrateniente. Por eso lo toma de ejemplo para la enseñanza de la parábola. Pero si saltamos de ese lugar y esa época a las nuestras, y si intentamos captar la utilidad de esa enseñanza para cada uno de nosotros, tenemos que plantearnos en nuestro contexto el dilema que se plantea a ese hombre rico. El dilema es parecido, sea cual sea el nivel socioeconómico que vive cada uno de nosotros. Es el interrogante: ¿qué hacer con los bienes materiales que tengo? ¿cómo emplearlos? Por supuesto que las respuestas son variadas según el tipo de necesidades de cada uno. Pero Jesús, más allá de estas particularidades, simplifica para claridad de su mensaje, en dos posibles maneras de usar los bienes materiales: una, consiste en amasar bienes para sí mismo, y la otra, ser rico para Dios. Estas dos actitudes son las que tenemos que...

17 domingo tiempo ordinario

17º domingo t.o., 25 de julio de 2010 Lect.: Gén 18: 20 – 32; Col 2: 12 – 14; Lc 11: 1 – 13 1.Me preguntaba, al meditar sobre estos textos, ¿por qué le piden los discípulos a Jesús que les enseñe a orar? Y además, refiriéndose a Juan el Bautista, como otro que había enseñado a sus discípulos a orar. No puede uno dejar de formularse esta pregunta, porque los discípulos, como todos los demás que seguían a Jesús, eran gente muy religiosa. Estaban acostumbrados a orar en el Templo y en la Sinagoga. Entonces, ¿no era que ya sabían rezar? Sin duda que en ese sentido, como estaba mandado y como era tradicional, ya eran personas piadosas que rezaban. Es decir, sabían salmos y otras oraciones de memoria, y las repetían a diario, y las ofrecían como alabanza a Dios, o para llamar su atención sobre sus necesidades y angustias. Y cumplían con las obligaciones de rezar de manera especial, cuando estaba prescrito. Es decir, rezaban mucho y en formas y tiempos señalados y espontáneos, parecido a com...

16º domingo tiempo ordinario

16º domingo t.o., 18 julio 2010 Lect.: Gén 18: 1 – 10 a; Col 1: 24 – 28; Lc 10: 38 – 42 1.Hay textos del evangelio, como el de hoy, que uno puede leer a varios niveles. En la superficie, lo podemos leer como una anécdota cotidiana de la vida de Jesús. Y, en un segundo nivel, lo podemos leer como parte de una catequesis en la que las primeras comunidades cristianas querían ponernos a pensar sobre algo más de fondo. Si lo leemos en el 1er nivel, de todas maneras es hermoso. Un poco a la luz de la 1ª lectura de hoy ver la práctica de la hospitalidad, tan valorada por los pueblos orientales de entonces y que Jesús disfruta y alaba en casa de estas amigas suyas. Ya esto nos da para pensar en el estilo de vida actual y en nuestra capacidad de abrir nuestras puertas a otros, amigos, vecinos o necesitados. Pero quisiera fijarme en el 2º nivel de lectura. Donde la reflexión de aquellas comunidades nos conduce a pensar en otras dimensiones que podemos descubrir en la escena y en particular en la...

14º domingo tiempo ordinario

14º domingo tiempo ordinario, 4 de julio 2010 Lect.: Is 66: 10 – 14 a; Gal 6: 14 – 18; Lc 10: 1 – 12; 17 – 20 1.Nos exponemos a una gran tentación al leer este texto evangélico: pensar que lo que a Jesús le interesaba era crear una gran religión, una gran institución, poseedora de las únicas doctrinas verdaderas y las únicas reglas de vida exactas y que, para impulsar este propósito, requería contar con un sinnúmero de seguidores que tratara de hacer proselitismo a como hubiera lugar. Resulta que primero envió a los Doce, y como no tuvieron mucho éxito, ahora envía a los Setenta o Setenta y dos, para cubrir todos los pueblos de la tierra. Si caemos en la tentación de pensar así también nos creeremos que lo importante para la comunidad cristiana es el número de bautismos, de conversiones que logramos, de gente que viene a misa y a celebrar los sacramentos. Cuando la Iglesia razona de esta manera, fácilmente se resbala en ponerse como centro de la película, y en priorizar su doctrina, s...

13º domingo tiempo ordinario

13º domingo tiempo ordinario, 27 junio 2010 Lect.: 1 Reg 19: 16 b. 19 – 21; Gal 4: 31 b. 5: 1. 13 – 18; Lc 9: 51 – 62 1.Con demasiada frecuencia el evangelio nos desconcierta, al menos si lo leemos con atención y apertura y no de manera rutinaria. Y es muy bueno ese desconcierto que nos crea, porque eso nos sornaguea, nos hace pensar y cuestionarnos. Por ejemplo hoy, cuando uno ve la reacción de Jesús ante esos tres que querían seguirlo. Jesús les pone dificultades en vez de tratar de atraerlos con diferente tipo de promesas, para aumentar su grupo. Con la mentalidad de algunos dirigentes religiosos de hoy día, se vería absurda esta actitud de Jesús. Poniendo obstáculos no va a crecer el número de discípulos. Pero además, veamos el tipo de dificultades que plantea: directa o indirectamente afectan a un campo de los más valiosos del ser humano, el de los valores familiares. Si para nosotros la familia es importante, para aquella gente de la época de Jesús lo era todavía más. Y, tomadas ...