Encuentro que, entre las varias preguntas que uno puede plantearse sobre este relato, hay tres puntos, al menos, que a un lector de nuestro tiempo le pueden llamar la atención. El más obvio es, de qué se trata eso de un "hombre que tenía un espíritu inmundo", o "impuro. El segundo punto es, qué se quiere decir con eso de que Jesús tiene "una enseñanza nueva que expone con autoridad". Y finalmente, aunque debía de ser lo primero, ¿cómo es eso de que Jesús empieza su misión de anunciar la Buena Noticia en una región tan de poca importancia como Galilea y tiene eso algún significado especial?
Empezando por lo último, ciertamente es significativo que Jesús no escoge para empezar su misión, quedarse en el desierto como el Bautista, esperando que la gente venga a buscarlo. Tampoco escoge Jerusalén, ni ninguna gran ciudad. Empieza anunciando la Buena Nueva entre las aldeas y pequeñas ciudades de esa zona campesina de Galilea. Y ahí va a la sinagoga que es el lugar donde la gente sencilla y religiosa asiste para escuchar la Palabra de Dios y aprender a aplicarla. En ese centro local de tradición Jesús considera que es necesario presentar su "nueva enseñanza".
El punto más llamativo es del hombre que tiene un "espíritu impuro". Es paradójico que se encuentre ahí donde la gente esperaría, más bien que todo ayude a vivir una vida mejor, más plena. Es un centro local para alimentar y fortalecer la cultura y la religión judía. Lo que el pueblo en ese lugar y época consideraban "espíritus impuros" eran precisamente todas esas "fuerzas" de aquella sociedad que les impedían vivir humanamente plenos, santos como los quería su Dios, fuerzas cuyo funcionamiento, acaso, ellos no alcanzaban a entender pero que, más allá de su voluntad, los mantenía oprimidos, incluso por parte de las mismas autoridades religiosas y maestros de la Ley, sometidos a enfermedades y a marginaciones que destruían su humanidad.
Los escribas o maestros, por lo visto, explicaban los temas religiosos sin que eso lograra "curarlos" del daño de esos "malos espíritus". Y Jesús se presenta en la sinagoga de Cafarnaún a anunciar y a enseñar la Buena Nueva, y al enfrentarse a aquel hombre "poseído", lo libera de las fuerzas que le estaban impidiendo ser plenamente humano. Lo que deja sorprendidos a todos es que la enseñanza de Jesús va acompañada con "autoridad", palabra que en el idioma original equivaldría a decir "con gran fuerza", "gran capacidad". No es una enseñanza teórica, no es una discusión con los letrados sobre los orígenes del pecado o del mal, sobre el cumplimiento de la Ley, que debía realizarse para no ser dominado por "impureza" o "inmundicia". Es una enseñanza que, simultáneamente, realiza lo que enseña, cura devolviendo a aquel hombre su liberación de la fuerza inhumana que le domina. Por eso es una "enseñanza nueva"
Eso es lo que interesa mostrar al evangelista Marcos, a un Jesús con la capacidad, que le da el Espíritu de Dios, para realizar la libertad de hombres y mujeres dominados por elementos destructivos de lo humano. Esa es su misión.
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