Un asiduo lector y amigo me indicó que podría ser útil aclarar a quién me refería cuando, en el párrafo segundo de la reflexión de ayer, indiqué que estaba haciendo una "explicación resumida del estudio de fray Marcos. En varias ocasiones creo haberlo citado. Es un hermano dominico, con excelente reflexión teológica y pastoral, de una comunidad en las afueras de Madrid. Publica sencillamente como "fray Marcos" en el valioso portal "Fe adulta" (www.feadulta.com ).
Lect.: Hech 10: 34-43; Col 3: 1-4; Jn 20: 1-9 Cuando decimos que para los cristianos la fiesta de la Pascua es el acontecimiento central de nuestra vida , afirmamos que estamos hablando de algo de lo que no es fácil hablar . Nos referimos al momento culminante de la vida de Jesús, de la vida de sus primeros testigos y de nuestra propia vida . ¿Cómo poder expresar ese momento culminante de manera fácil? ¿Cómo encerrar en palabras humanas unas realidades, vivencias que tocan lo más íntimo de nuestro ser y del ser de Jesús ? Durante muchos años hemos leído y meditado los relatos evangélicos de la resurrección y probablemente nos hemos quedado pegados en los detalles con que sus autores intentaron comunicar lo incomunicable. La resurrección de Jesús no es la vuelta a la vida en este mundo de un cadáver . Y, sin embargo, por las limitaciones del lenguaje, si los leemos literalmente, los relatos sobre la tumba vacía, sobre las apariciones a María Magdalena,...
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