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5º domingo de Pascua

Lect.: Hechos 6,1-7;  I Pedro 2,4-9; Juan 14,1-12

  1. Durante cuatro domingos, partiendo del día de la Pascua,  hemos intentado abrir nuestra mente y nuestro corazón, para poder ser iluminados sobre el significado de la resurrección, la de Jesús y la de cada uno de nosotros. Hicimos el primer día una afirmación que causó un poco de extrañeza e incluso escándalo en algunas personas, al decir que la resurrección de Jesús no era entendida por los autores del NT como la vuelta de un cadáver a la vida física (como se quería presentar, por ejemplo, en la de Lázaro o en la de la hija de Jairo). Pero entonces, ¿qué se quiere decir por resurrección de Jesús en el NT? En este penúltimo domingo del tiempo pascual vamos a acercarnos a  una mirada de conjunto del mensaje evangélico sobre la vida de Cristo resucitado. Pero antes tengamos en cuenta dos orientaciones importantes. Primera, que no todos los textos que nos hablan de la vida del resucitado son los que aparecen en los capítulos finales de los evangelios, sino en otros que aunque colocados como anteriores a la muerte de Jesús, fueron escritos por los evangelistas y por Pablo, con posterioridad a la Pascua. Es decir, los autores están de hecho pensando en un Jesús ya resucitado. La segunda aclaración que tenemos que tener en cuenta es que no buscamos descripción científica, ni periodística de un hecho físico. La vida del resucitado, como el reino de Dios no son hechos materiales expresables en forma científica. Se trata de realidades que superan el nivel de la realidad ordinaria —no menos reales que ésta—, y que solo las SSEE solo nos dan pistas con ejemplos, con símbolos, comparaciones, indirectamente, para acercarnos a su comprensión.
  2. En el texto de hoy Juan nos da una pista clave para acercarnos a lo que entendían aquellas comunidades por resurrección de Jesús. Jesús le dice a Felipe, ¿cómo me pides que les muestre al Padre? ¿No creen que el Padre está en mí y yo en el Padre? Por su parte, Pablo había captado bien lo que Felipe no entendía cuando en Rom 6: 9 -10 expresa su fe de que Jesús resucitado ya ha muerto para el pecado “y ahora vive para Dios”. Vivir en Dios y para Dios, sumergidos en la realidad del eterno, es una forma nueva de existencia, el nivel más profundo de nuestra realidad humana, en la que la Buena Nueva nos dice que superamos nuestra vida presente de encerramiento y separación individual, y llegamos a descubrirnos viviendo en Cristo y en el Padre, y el Padre y Cristo en nosotros (Jn 14: 20). Quiere decirse algo fundamental: Una vida que vivimos como de fragmentación y distanciamiento es superada por una vida de unidad y comunión (vida resucitada). Es entonces cuando dejamos de tener sed y hambre, dejamos de andar buscando saciarnos aquí y allá,  para ser nosotros mismos, y descubrimos, como dijo Jesús a la samaritana, que hay dentro de cada uno de nosotros una fuente de agua viva que salta hasta la vida del Eterno. Resucitar es la realización plena de lo que Jesús revelaba pero que los propios discípulos inmediatos tardaron en comprender, (Jn 14:20): “aquel día comprenderéis que yo estoy en mi padre vosotros en mí y yo en vosotros”. Es un nivel de realidad en el que ya vivimos, pero a la conciencia del cual tenemos que renacer, para experimentarlo, y de ahí la oración de Jesús, en la Cena:  “que sean uno como nosotros somos uno.  Yo en ellos y tú en mí para que sean perfectamente uno”, (Jn 17:23).
  3. Pablo dice que esta realidad ya la vivimos, ya hemos sido resucitados con Cristo, pero aun la percibimos oscuramente. Cuando alcancemos la iluminación plena, será cuando descubramos cara a cara en Dios lo que verdaderamente somos: entonces nuestra débil lámpara, como dice un poeta indio, se apagará por innecesaria, porque ha llegado la luz del amanecer pleno y, entonces, plenamente resucitados, no solo podremos vivir nuestra plenitud humana en Dios, sino que podremos llegar a reconocerla.Ω

Comentarios

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  2. Considero que esta reflexión tiene más claridad para el conocimiento medio, según sus palabras. Aunque yo no haría la misma afirmación, pues la misma historia nos ha llevado a confirmar que aquellos a quienes creemos no tienen la capacidad para entender estos y otros misterios son quienes nos silencian y hacer cambiar de parecer.

    Ciertamente la resurrección ahora toma un significado más acorde a lo real y espiritual. Sin embargo, hay muchos puntos que no debemos dejar al margen de tan excelente reflexión. Al igual que su grupo asesor le ayuda en estos pensamientos, existen otros tantos que leyéndole tienes sus dudas, le transmito algunas: ¿el cuerpo de Cristo, si no fue la resurrección corporal, dónde está? ¿cuál fue la intensión del escritor sagrado en los textos que "acontecen" luego de la resurrección? No es que se quiera contradecir a lo ya expresado, pero son dudas que surgen de cara a este replanteamiento y quisiera nos ayuden a darle respuesta.

    Quizás lo comunicado por Mons. Rafael Quiros, la primer semana de este mes nos ayude, la resurrección de Cristo transformó su cuerpo en un cuerpo glorioso, tal cual la transfiguración que tuvo frente a tres de sus apóstoles y que nos cuenta la Biblia.

    Al igual que usted, yo creo que muchos temas como este quedan supeditados a lo que el sacerdote puede comunicar en un monologo desde el ambón, y de igual forma sería interesante abrir las reflexiones para enriquecimiento del pueblo en foros más abiertos y que dentro de un marco de respecto y bien común se profundicen, evitando sacar provecho del púlpito para comunicar lo que personalmente se puede hacer.

    Dios bendiga su ministerio y apostolado.

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  3. Don Armando,
    empiezo por su sugerencia final. "Abrir las reflexiones para el enriquecimiento del pueblo en foros más abiertos".
    Al respecto: 1º las reflexiones dominicales tienen como destinatarios principales, los participantes en la Eucaristía que celebro en Santa Lucía de Barva. Si luego la publico en el blog (donde directamente casi nadie lo ve) y la replico en mi muro de FB (donde la ven unos pocos más) es para dar oportunidad a los mismos oyentes que puedan participar aclarándose o comentando, cosa que en el Templo no se acostumbra, no hay oportunidad. O también que otros que siguen las celebraciones dominicales pero no pudieron asistir, tengan acceso al comentario. En definitiva, van dirigidos a personas que se identifican con el enfoque y que quieren vanzar en esa dirección.
    2º El "enriquecimiento del pueblo", de otras muchas persona,s supongo que lo tendrán en sus respectivas parroquias y celebraciones, a las que irán porque están satisfechos con los enfoques que ahí se dan. No pretendo "competir" con ellos ni "invadir" esos otros espacios. No considero útil debatir estas materias con otros cristianos que tienen otras posiciones distintas, respetables. El cristianismo ha conocido el pluralismo de lecturas desde sus comienzos. (sigue en otro comentario, por limitación)

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  4. Don Armando,
    empiezo por su sugerencia final. "Abrir las reflexiones para el enriquecimiento del pueblo en foros más abiertos".
    Al respecto: 1º las reflexiones dominicales tienen como destinatarios principales, los participantes en la Eucaristía que celebro en Santa Lucía de Barva. Si luego la publico en el blog (donde directamente casi nadie lo ve) y la replico en mi muro de FB (donde la ven unos pocos más) es para dar oportunidad a los mismos oyentes que puedan participar aclarándose o comentando, cosa que en el Templo no se acostumbra, no hay oportunidad. O también que otros que siguen las celebraciones dominicales pero no pudieron asistir, tengan acceso al comentario. En definitiva, van dirigidos a personas que se identifican con el enfoque y que quieren vanzar en esa dirección.
    2º El "enriquecimiento del pueblo", de otras muchas persona,s supongo que lo tendrán en sus respectivas parroquias y celebraciones, a las que irán porque están satisfechos con los enfoques que ahí se dan. No pretendo "competir" con ellos ni "invadir" esos otros espacios. No considero útil debatir estas materias con otros cristianos que tienen otras posiciones distintas, respetables. El cristianismo ha conocido el pluralismo de lecturas desde sus comienzos. (sigue en otro comentario, por limitación)

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  5. continúo:
    3º Sobre mi "grupo asesor", no se a quiénes se refiere. La homilía la escribo después de la meditación semanal con mi comunidad religiosa sobre la liturgia del domingo correspondiente. Y después de leer los estudios exegéticos, hermenéuticos, históricos que autores relevantes y contemporáneos hacen, sobre todo, sobre los evangelios. En ese sentido, mis "asesores", a distancia, serían teólogos y exégetas bíblicos como Pikaza, Brown, Schillebeeckx, etc. que no me conocen pero me brindan serias reflexiones de estudio.-
    4º Le explico lo que quiero decir y lo que no sobre el "conocimiento medio". Valoro mucho la fe del pueblo sencillo y por eso mismo creo que merece el respeto de los predicadores, el cual podemos mostrar con una seria preparación de las homilías y no con improvisaciones ni consideraciones puede que piadosas, pero sin fundamento evangélico.
    5º Ud. como profesional y científico, —entiendo que del campo de la informática—, sabe perfectamente que a los que no somos de ese campo, pero sí consumimos productos del mismo, es necesario explicarnos sobre todo cuestiones de carácter operativo, pero fundamentados en buena concepción, en buena teoría. Supongo que más de una vez habrá enfrentado el problema de tener que explicar ciertos temas puntuales a algunos que, como yo, no tenemos el horizonte, el marco propio de los estudios, las premisas que Ud. sí maneja por su carrera y que, por tanto, aunque fuéramos bien "despiertos" no tenemos instrumentos para dialogar, menos discutir temas especializados. Comparativamente, en el campo de la teología y de los estudios bíblicos, hay un nivel de formación especializada. El reto para los predicadores que la tienen es ir dando, al menos, pequeñas "píldoras", referentes que ayuden a la gente a ir construyendo su marco de lectura y puedan ir construyendo su visión religiosa, desde la cual puedan responderse preguntas puntuales como las que Ud. plantea (los evangeliso no son un catecismo). Lamentablemente por muchas décadas a la gente adulta no se le han dado instrumentos para que puedan entender los evangelios. Se les dan (perdone la comparación) "productos "precocidos", o "prefa", para que aprendan y repitan. Todo eso contribuye a hacer de la predicación dominical una tarea difícil. Pero hay que seguirlo intentando aunque sea a muy pequeña escala. El pueblo se merece ese respeto. Cualquier sugerencia metodológica de su parte, incluso tomada por comparación de su propio campo profesional es bienvenida. Muchos saludos y gracias por su interés.
    Posdata: La cita que Ud. hace de Mons. Quirós, probablemente está tomada de san Pablo I Corintios 15, en la que se pregunta (v. 35) con qué cuerpo se resucitará. Muy útil la lectura de este texto aunque más que dar respuestas puntuales, suscita preguntas para estudios de interpretación.

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  6. Gracias don Jorge Arturo Pbro., acuerdo sus comentarios. Sin embargo, difiero en el punto de debatir o conversar siendo o no experto, pues de que otra manera podemos aprender, caso contrario seguiríamos en ese estado marioneta.

    Sobre los asesores, me base en lo que dice el blogger de los colaboradores, de igual forma sus fuentes son muy interesantes.

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