Ir al contenido principal

32º domingo t.o.

Lect.: I Reyes 17, 10-16; Hebreos 9, 24-28; Mc 12, 38-44

  1.    Este texto del evangelio de hoy es quizás el más elocuente de Mc para expresar a su comunidad y a nosotros cómo entiende él lo que es Jesús. Y lo hermoso y extraordinario es que para transmitirnos el retrato sintético que dibuja del Maestro utiliza lo inesperado: no la imagen de ningún líder o profeta del A.T., ni la comparación con ningún varón fuerte, sino la figura de una mujer, de una viuda pobre y generosa, capaz de entregar, desinteresadamente, todo lo que tiene para vivir; es decir, capaz de entregar su propia vida. Como lo han destacado algunos estudiosos del N.T. aquella mujercita sin importancia, “ninguneada” por quienes ni alzaban a verla, puede ser entendida como una “viuda mesiánica”, una “parábola viviente” de la vida y la muerte de Jesús, al destacar el rasgo de ser capaz de dar por otros no un diezmo, ni una porción de lo sobrante, sino la totalidad de su propia vida. Este es el gesto, para el evangelio, más profundamente religioso, más espiritual que se puede tener.
  2.    El mensaje de esta “parábola viviente” se hace más significativo aún, cuando vemos el contraste, establecido por el mismo Jesús, con los comportamientos de lo que llama “escribas” pero que, en el evangelio de Marcos, se refiere a quienes dentro de la naciente Iglesia.  ya han caído en la vieja tentación de buscar el poder sagrado para prestigio personal y dominio sobre el resto de la gente“Les encanta pasearse con amplio ropaje, —dice Marcos—, y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos”. Son quienes caen en la tentación de hacerse profesionales, funcionarios del culto, de las Escrituras, de la religión. El Papa Francisco, en su homilía de este domingo, los llama “trepadores”, “apegados al dinero”.  “En la Iglesia, dice el Papa, hay quienes, en lugar de servir, de pensar en los demás, se sirven de la Iglesia: Y cuántos sacerdotes, obispos hemos visto así. Es triste decirlo ¿no?” Por contraste, señala Francisco, la imagen de la viuda pobre, es signo de la “radicalidad del Evangelio, de la llamada de Jesucristo: a servir, a estar al servicio de, a no detenerse, ir más allá, olvidándose de sí mismos”. 
  3.     El Papa y el evangelista Marcos cuestionan fuertemente no solo a esos eclesiásticos de la Curia Romana, del Vaticano, que se resisten a las reformas emprendidas por el Papa, sino a todos los que desempeñamos alguna función litúrgica, de predicación u organizativa en la Iglesia. Pero es un cuestionamiento que, en realidad, debemos hacernos todos en todas partes, clérigos y laicos, porque todos estamos expuestos a esa tentación de hacer del comportamiento religioso solo una apariencia, una mentira, por lo tanto. 
  4.   Pero Francisco, en su misma homilía de hoy, nos da esperanza, nos habla de cristianas y cristianos que llevan décadas de una vida de servicio, algunos en un hospital de una zona pobre en África, otros, acompañando a un pueblo medio marginado en la Amazonia. Ellos son, como la viuda pobre, testimonio y signos de que también es posible para nosotros, ahí donde nos ha tocado desempeñarnos, irnos identificando con la vida de entrega de Jesús, dando cada uno las dos o tres moneditas que tenemos, y  que simbolizan lo que está a nuestro alcance hacer por una sociedad más comunitaria y justa.Ω

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Domingo de Pascua

Lect.:  Hech 10: 34-43; Col 3: 1-4; Jn 20: 1-9 Cuando decimos que para los cristianos la fiesta de la Pascua es el acontecimiento central de nuestra vida , afirmamos que estamos hablando de algo de lo que no es fácil hablar . Nos referimos al momento culminante de la vida de Jesús, de la vida de sus primeros testigos y de nuestra propia vida . ¿Cómo poder expresar ese momento culminante de manera fácil? ¿Cómo encerrar en palabras humanas unas realidades, vivencias que tocan lo más íntimo de nuestro ser y del ser de Jesús ? Durante muchos años hemos leído y meditado los relatos evangélicos de la resurrección y probablemente nos hemos quedado pegados en los detalles con que sus autores intentaron comunicar lo incomunicable. La resurrección de Jesús no es la vuelta a la vida en este mundo de un cadáver . Y, sin embargo, por las limitaciones del lenguaje, si los leemos literalmente, los relatos sobre la tumba vacía, sobre las apariciones a María Magdalena,...

3er domingo de Adviento

3er domingo Adviento, 16 diciembre 2007 Lect.: 35: 1 – 6 a; Sant 5: 7 – 10; Mt 11: 2 – 11 1. Nuestro mundo ha cambiado mucho desde que Isaías escribió el texto que escuchamos hoy. La imaginación no nos da para pensar lo diferente que sería la sociedad de hace 2700 años. Pero hay algo que nos suena conocido. El profeta ve a su alrededor gente con manos débiles, con rodillas vacilantes, dejándose llenar su corazón de cobardía, con temor. Un mundo lleno de problemas que produce innumerables víctimas. Siete siglos después, Juan el Bautista en la cárcel, duda si Jesús es el Mesías que ha de venir y manda a sus discípulos a preguntarle si es él o hay que esperar a otro. Jesús se identifica indicando a quiénes ha venido a traer esperanza: a los inválidos, a los enfermos, a los pobres, a los que están amenazados por la muerte y dice claramente: anuncien a Juan lo que están Uds. viendo y oyendo. 2. El mundo de Isaías, el del bautista, el nuestro, están llenos de víctimas. ¿Qué responderíam...

3er domingo de Cuaresma. "EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO ES UN ÚNICO AMOR. Cuaresma: tiempo de actuar y de detenerse ante el hermano herido". MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL A LA IGLESIA Y PUEBLO DE COSTA RICA

 Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, reunidos los días 26 al 29 de febrero de 2024, en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, compartimos nuestro sentir. En su mensaje para la Cuaresma del presente año, el Papa Francisco nos ha recordado que “es tiempo de actuar… de detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo”. La Iglesia, desde su origen en nuestro Señor Jesucristo, es portadora de una buena noticia: “el Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres” (Lucas 4,18). Los discípulos del Señor se dispersaron “anunciando el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo” (Hechos de los Apóstoles 8,12), mensaje que entraña la posibilidad de vivir según el proyecto de Dios, desde las actitudes de amor, justi...