Ir al contenido principal

3er domingo de cuaresma


Lect.: Éx 20: 1-17; 1 Cor 1: 22-25; Jn 2: 13-25

1. Aunque el episodio de la "expulsión de los mercaderes del Templo" es uno de más popularizados en cuadros y narraciones catequéticas, eso no quiere decir que su explicación esté igualmente difundida. Nos quedamos a menudo con la imagen de un Jesús enojado y en pelea abierta con un número de  vendedores del pueblo, como si lo que indignara al Maestro fuera la realización de compra y venta en el Atrio del Templo, por parte de unos irrespetuosos pequeños comerciantes. Basta que nos detengamos un momento a ver cuáles eran las operaciones de los mercaderes para descubrir enseguida el fondo de la pelea de Jesús. Se trataba de actividades indispensables para el culto oficial del Templo. Los animales que se vendían eran para los sacrificios y debían cumplir con los requisitos de la Ley judía. El cambio de moneda era para que a las ofrendas del Santuario solo entrara moneda considerada "pura" por su religión, y no monedas de regiones paganas. Ambas actividades eran, lógicamente, supervisadas por los sacerdotes. Eran oficiales y legales.
2. Con solo recordar este detalle nos damos cuenta de inmediato con qué y con quiénes está enfrentándose Jesús: con el aparato sacerdotal que ha distorsionado y corrompido la religión. Y la corrupción radica en haber "convertido en mercado la casa del Padre". Cuando el evangelista Juan escribe este capítulo de su evangelio ya han pasado décadas desde la destrucción de Jerusalén y de la pérdida de poder de la casta sacerdotal. No está dirigiendo este texto y su crítica a aquellos sacerdotes ni al aparato judío del Templo, sino que está tomándolos como referencia para advertir a la naciente comunidad cristiana del peligro de incurrir en la misma  distorsión de lo religioso.
3. La advertencia vale también para nosotros en el siglo XXI.
Se mercantiliza la religión cuando las Iglesias y su ministros, clérigos y laicos, se someten a los poderes político económicos; cuando descuidan las necesidades de las grandes poblaciones empobrecidas, y cuando se dejan arrastrar por sus intereses egocentrados, o por los institucionales eclesiásticos,  perdiendo el espíritu de servicio al pueblo, a las personas. Ese peligro nos acecha a todos, clérigos y laicos.
4. Tanto el domingo pasado,  de manera simbólica con el relato de la Transfiguración, como en el texto de hoy, de forma directa, Jesús hace ver que el Templo verdadero está en su persona y en la de todos los hijos e hijas amadas de Dios. Dar prioridad al servicio a las personas, que son el nuevo Templo, lugar de la presencia de la divinidad, es demostrar que no queremos convertir la casa del Padre en cueva de ladrones.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Domingo de Pascua

Lect.:  Hech 10: 34-43; Col 3: 1-4; Jn 20: 1-9 Cuando decimos que para los cristianos la fiesta de la Pascua es el acontecimiento central de nuestra vida , afirmamos que estamos hablando de algo de lo que no es fácil hablar . Nos referimos al momento culminante de la vida de Jesús, de la vida de sus primeros testigos y de nuestra propia vida . ¿Cómo poder expresar ese momento culminante de manera fácil? ¿Cómo encerrar en palabras humanas unas realidades, vivencias que tocan lo más íntimo de nuestro ser y del ser de Jesús ? Durante muchos años hemos leído y meditado los relatos evangélicos de la resurrección y probablemente nos hemos quedado pegados en los detalles con que sus autores intentaron comunicar lo incomunicable. La resurrección de Jesús no es la vuelta a la vida en este mundo de un cadáver . Y, sin embargo, por las limitaciones del lenguaje, si los leemos literalmente, los relatos sobre la tumba vacía, sobre las apariciones a María Magdalena,...

3er domingo de Adviento

3er domingo Adviento, 16 diciembre 2007 Lect.: 35: 1 – 6 a; Sant 5: 7 – 10; Mt 11: 2 – 11 1. Nuestro mundo ha cambiado mucho desde que Isaías escribió el texto que escuchamos hoy. La imaginación no nos da para pensar lo diferente que sería la sociedad de hace 2700 años. Pero hay algo que nos suena conocido. El profeta ve a su alrededor gente con manos débiles, con rodillas vacilantes, dejándose llenar su corazón de cobardía, con temor. Un mundo lleno de problemas que produce innumerables víctimas. Siete siglos después, Juan el Bautista en la cárcel, duda si Jesús es el Mesías que ha de venir y manda a sus discípulos a preguntarle si es él o hay que esperar a otro. Jesús se identifica indicando a quiénes ha venido a traer esperanza: a los inválidos, a los enfermos, a los pobres, a los que están amenazados por la muerte y dice claramente: anuncien a Juan lo que están Uds. viendo y oyendo. 2. El mundo de Isaías, el del bautista, el nuestro, están llenos de víctimas. ¿Qué responderíam...

3er domingo de Cuaresma. "EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO ES UN ÚNICO AMOR. Cuaresma: tiempo de actuar y de detenerse ante el hermano herido". MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL A LA IGLESIA Y PUEBLO DE COSTA RICA

 Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, reunidos los días 26 al 29 de febrero de 2024, en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, compartimos nuestro sentir. En su mensaje para la Cuaresma del presente año, el Papa Francisco nos ha recordado que “es tiempo de actuar… de detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo”. La Iglesia, desde su origen en nuestro Señor Jesucristo, es portadora de una buena noticia: “el Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres” (Lucas 4,18). Los discípulos del Señor se dispersaron “anunciando el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo” (Hechos de los Apóstoles 8,12), mensaje que entraña la posibilidad de vivir según el proyecto de Dios, desde las actitudes de amor, justi...