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16º domingo t.o.


Lect. Gén.   18: 1-10 a; Col  1:24-28; Lc 10: 38 -42

  1. El pasado 7 de julio, tuvo lugar en la sede de las NN.UU un acontecimiento  completamente extraordinario. Una niña pakistaní, Malala Yousafzai, que cumplía ese día 16 años, tenía la palabra en un acto especial organizado por la ONU.  "Estoy aquí, dijo, para hablar por el derecho a la educación de todos los niños y niñas del mundo". Y explicó que estaba luchando por los derechos de las mujeres, porque son quienes más sufren. Por llevar a cabo esta campaña Malala, en octubre pasado, recibió un balazo que le disparó un militar talibán. "Los terroristas pensaron que cambiarían mis propósitos y detendrían mis ambiciones, dijo Malala en N.Y., pero nada ha cambiado en mi vida, excepto que la debilidad, el temor y la desesperanza murieron. Nacieron en mí la fuerza, el poder y el coraje." "Los extremistas tienen miedo de los libros y de las plumas. Tienen miedo de las mujeres."
  2. Hace 21 siglos, en una aldea de Galilea, en la casa de Marta y María, mientras Marta sirve la mesa, María se sienta a los pies de Jesús, en la posición y actitud  propias del discípulo delante del Maestro. Y Jesús alaba y valora como lo más importante este deseo de María de escuchar y asimilar la Palabra. Dicho de otra manera,  Jesús  la declara "discípula". Solo la fuerza de la costumbre nos impide captar lo sorprendente de las actitudes de Jesús y de esta María. En aquella época y en aquellos pueblos era inaceptable considerar que las mujeres pudieran estudiar, pudieran ser discípulas. Tradiciones rabínicas preferían quemar los libros sagrados antes que entregárselos a las mujeres para que estudiaran. Con este episodio Lc destaca cómo Jesús rompe radicalmente con las costumbres patriarcales machistas de su entorno y valora igualmente a hombres y mujeres entre los discípulos que envía a continuar su misión. Unos y otras capaces por igual de asimilar la Palabra de Dios y de anunciarla. No es solo el reconocimiento social y cultural de la dignidad femenina, ya de por sí importante. Es también una ruptura del marco religioso de entonces. Es también liberar a la mujer del sometimiento religioso a los varones que enseñaban la Ley, y que se les imponía.  Es la apertura al descubrimiento que podemos hacer todos, mujeres igual que los varones, del Dios, del Maestro interior que nos habla desde nuestro ser más auténtico.
  3. Desde esa María de Galilea hasta Malala de Pakistán han transcurrido más de 2000 años. Sorprendentemente encontramos entonces y ahora parecida opresión, discriminación, marginación violenta de las mujeres en el ejercicio de derechos educacionales, laborales, profesionales. Las enseñanzas y prácticas de Jesús no dan lugar a estas aberraciones, sino a todo lo contrario. Basándonos en el Evangelio, las Iglesias deberíamos constituirnos en apoyo firme para las luchas de las mujeres por el pleno ejercicio de sus derechos en todos los ámbitos. Por supuesto, este apoyo debería incluir el reconocimiento al interior de las mismas iglesias de la mujer como escucha y portadora plena de la Palabra, como realizadora de la misión de Jesús. En otro conocido texto de Lc, en el que alguien de la multitud bendice el vientre del que nació Jesús y los pechos que lo amamantaron, (Lc 11; 27-28) el evangelista hace ver que no es la mera función reproductora la que hace grande a la mujer, sin negar la dignidad que esto supone, sino el asimilar la Palabra de Dios y transformarla en vida. Todo un camino se nos traza de reivindicación del papel espiritual y cultural de lo femenino en la sociedad y en la Iglesia.Ω


Por el tema y el texto, esta vez la la pena añadir unas breves notas de referencia al lector de esta homilía.-

Nota 1ª.- Por costumbre suele interpretarse este texto de Marta y María como contraposición de la vida activa y la vida contemplativa en la Iglesia. Los estudiosos del Nuevo Testamento muestran que propiamente no hay base en los textos para ello. Esa interpretación, teológica, se desarrolló muy posteriormente, en apariencia a partir de un comentario de un Padre de la Iglesia, Orígenes.

Nota 2ª.- En el evangelio de Lucas hay un buen número de textos relativos a la importancia de las mujeres entre los y las seguidoras de Jesús. Esto ha hecho pensar a varios analistas que el evangelista Lucas tuvo una fuente propia de sus ecritos que aglutinaba una colección de textos sobre ese particular, lo que da la impresión de que en la comunidad cristiana primitiva ya se interesaron en destacar la originalidad de las prácticas y enseñanzas de Jesús sobre el papel de la mujer en la Iglesia.

Nota 3ª.- Un comandante talibán le escribió una carta a Malala diciéndole que el disparo se le había hecho porque usaba “sus armas” (la pluma y el discurso) contra la tradición islámica. Y la invita a poner esas “armas” más bien al servicio de esa tradición y, además, a volver a recibir educación pero dentro de las escuelas islámicas reservadas a las mujeres. Claramente no acepta ni respeta la libertad e igualdad de las mujeres dentro del Islam.

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