5º domingo de Cuaresma
Lect.: Jer 31, 31-34 ; Heb 5, 7-9 ; Jn 12, 20-33
NOTAS EXPLICATIVAS
CONSIDERACIONES QUE PIDEN ACLARACIÓN
1ª NOTA EXEGÉTICA
1. Probablemente el mayor tropiezo que podemos tener al leer este texto se refiere a cómo interpretar la comparación con el grano de trigo. Sobre todo al aplicarlo a Jesús, indirectamente, y a cada lector del evangelio. ¿Qué se quiere decir con “no caer en tierra” y “morir” puesto como condición para dar fruto? Lo que resulta obvio en la comparación agrícola no es tan claro en la aplicación a la vida humana. Pareciera, por el contexto inmediato, que se refiere a no aceptar “aborrecerse a sí mismo en este mundo”, que pone como condición para guardarse “para la vida eterna”. Pero esto quizás complica más que aclara porque, ¿qué quiere decir “aborrecerse”? y “este mundo”?
2. Dado que el texto es de los más citados en retiros y predicaciones religiosas, sobre todo en cuaresma, con el ánimo de provocar una disposición al cambio en la gente; y dado que se utilizan diversas interpretaciones, es importante hacer algunas aclaraciones.
a. La principal es que, en la mentalidad bíblica hay una comprensión unitaria de la persona humana. Vista como un todo, no cabe distinguir entre la dimensión “material” y la dimensión “espiritual” ni, peor aún, entre “la parte animal” y “la parte humana”. Aunque tengamos mucho en común, genética y fisiológicamente, con muchas especies del reino animal, eso no fragmenta nuestra identidad ni permite considerar como “inferiores” y “no humanas” funciones de las que dependemos biológicamente para existir, tales como comer, dormir o relacionarnos económica, política o sexualmente.
b. Esto trasladaría de inmediato ese “aborrecimiento”, no a nuestra parte “material” aislada sino al conjunto de lo que somos cada uno como humanos. Y sería, entonces, paradójico o incluso contradictorio, que quien predicó una Buena Noticia para la humanidad, y le prometió “vida y vida abundante” estuviera pidiéndonos a nosotros mismos que nos “aborrezcamos”.
c. Ayuda a clarificarse el recordar cómo la pareja de verbos “amar-odiar” procede del lenguaje semítico al que le gusta enfrentar extremos (Leon Dufour). Y por eso este autor, entre otros, consideran una traducción más conforme al sentido original y más comprensible para nosotros hoy día, la de «apegarse»-«no apegarse» a su propia vida. El término psykhé, traducido por «propia vida», corresponde al hebreo nefes y designa en el griego de los Setenta y en el nuevo testamento al hombre individual en cuanto que vive, y a veces lo que nosotros llamamos «el yo»
d. En resumen, el texto en cuestión hay que entenderlo como una consideración del apego a uno mismo, como un obstáculo para llevar una vida fecunda, una participación plena en la vida del Eterno. Y de ninguna manera como un llamado a no apreciar la propia dignidad, o a vivir despreciando el propio cuerpo y actividades esenciales a nuestra vida humana, como quizás se ha hecho el algunos tiempos, orientados por una piedad mal comprendida e incluso influidos por actitudes enfermizas sadomasoquistas.
REFERENCIA EXEGÉTICA
VER Leon- Dufour, Xavier - lectura del evangelio de Juan 02
2ª UNA CITA IMPORTANTE:
“Ni la huida del mundo ni el activismo mundano salvarán al hombre ni al mundo. Es por la actividad metapolítica por lo que el hombre llega a su plenitud (es salvado), al participar de manera única en la edificación del Cuerpo cosmoteándrico de la realidad.
Raimon Panikkar, “El espíritu de la política. Homo politicus”
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