Lect. Nehemias (8,2-4a.5-6.8-10); 1 Corintios (12,12-30):; Lc 1,1-4;4,14-21)
- Como decíamos el domingo pasado, Lucas está escribiendo para hombres y mujeres que ya conocen el evangelio, recibido de quienes fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra. ¿Qué va a agregar entonces este nuevo escrito que compone Lucas? “Después de investigarlo todo diligentemente desde el principio”,su intención es que quienes lo lean conozcan “la solidez de las enseñanzas que has recibido”. Quiere que cristianos y cristianas no estén simplemente informados de la actuación de Jesús sino que capten su significado más hondo, tal y como el evangelista lo ha captado. Y ese significado lo va a encontrar en las mismas palabras del profeta Isaías.
- De esta manera, la presentación de Jesús es impactante. No solamente por apropiarse de la afirmación profética de que el Espíritu del Señor está sobre él y porque lo ha ungido. Sino, —yo diría que sobre todo—, por el contenido de la misión para la que ha sido elegido. Se trata de proclamar un año de gracia que conlleva anunciar a los pobres la Buena Noticia, proclamar la liberación a los cautivos, dar la vista a los ciegos y dar la libertad a los oprimidos. Y por si todo esto fuera poco, Jesús cierra el libro con una dramática afirmación, “Esta Escritura que acaban de oír, se ha cumplido hoy”.
- Comprender esta presentación fue, probablemente un descubrimiento impactante para Lucas cuando la relee, bastantes décadas después de que tuviera lugar. Tuvo que interpelarle en profundidad la definición que Jesús hace de su identidad y misión, al ligarla a la misión liberadora de los pobres y los oprimidos. Valga recordar en este momento que Lucas, como se revela por su formación, por lo cultivado de su lenguaje, no provenía de las clases populares.
- Para nosotros, aún a mayor distancia temporal del acontecimiento, éste tiene también que significar una conmoción personal. Es probable que, entre otras cosas, no corresponda con lo que interpretan ciertos géneros de lecturas piadosas, de lo que fue y lo que hizo Jesús de Nazaret.
- Es probable también que, junto a lo ya dicho, supusiera otro impacto la afirmación de que esa liberación de opresiones, esa condonación de deudas, se realiza “hoy”, y no, como era frecuente la creencia entonces, y sigue siéndola en ciertos grupos religiosos, que esa intervención liberadora de Dios sería para un futuro lejano. Más bien se asocia, en el espíritu del evangelio de Lucas, al reto planteado a todos los creyentes de trabajar por la justicia y el bienestar humanos, “hoy” , conforme a la voluntad de Dios de establecer el Reino tal y como lo pedimos continuamente en la oración del Padrenuestro.
- Dejamos para otro momento preguntarnos y respondernos sobre por qué, después del entusiasmo inicial, un grupo, en la misma sinagoga, se llena de ira contra Jesús al punto de querer matarlo.Ω
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