Ir al contenido principal

4º domingo de adviento


1.   Desde el primer domingo de Adviento, como preparación para celebrar religiosamente la Navidad, se nos daba una pista: hay que despertar. Cada domingo hemos venido descubriendo algo a lo que debemos despertar:... Hoy, en la actitud de María se nos habla del engaño más radical del que tenemos que despertar. Para que nazca el hijo de Dios María tiene que aceptar que existe una visión de la realidad más profunda que la que ella tiene. Lo expresa diciendo: hágase en mí según tu palabra. Dentro de su realidad, tal y como ella y los demás la  veían, ella no era más que una muchachita insignificante de un pueblito sin importancia, medio perdido de aquella Palestina de entonces. Pero ella acepta que en esa pobre realidad cabe una realidad más profunda, en la que puede realizarse la plenitud de Dios. Y ella se rinde a esa realidad mayor, la acepta aunque los ojos no traspasan esa materialidad. Y así se manifiesta Dios en la realidad humana del hijo nacido de su vientre.
2.   Decir nosotros, con María, "hágase en mi según tu palabra" no equivale, como a veces se entiende, aceptar ser regido por la ley de Dios, los mandamientos. Equivale a rendirse ante una realidad de nosotros mismos, mayor que le que materialmente vemos. Equivale a abrirse a la posibilidad de vivir la realidad divina en nosotros mismos, en cada momento presente, sea éste como sea y tengamos nosotros las limitaciones que tengamos. Al llegar a esa actitud, a esa disposición, llegamos a lo que que simbólicamente llamamos "el nacimiento de Dios" en nosotros, nuestra propia Navidad.
3.   Para llegar a ver y a vivir de esta manera tenemos que despertar, de un montón de sueños falsos, de maneras de vernos equivocadas. Nos soñamos como amarrados por nuestras limitaciones personales, por las dificultades de nuestro entorno, por nuestra flaqueza moral,... Y pensamos que nuestro encuentro con Dios solo será posible si las cosas cambian, si es posible superar todas esas limitaciones. En cambio, María nos enseña que lo único que tenemos que hacer es, sobre la base de nuestra persona tal como es, abrirnos a esa realidad mayor que nosotros mismos pero que existe en nosotros mismos. Así, despiertos, podemos celebrar la Navidad, no quedándonos tan solo en sus dimensiones festivas, nostálgicas y de descanso, —que están muy bien— sino además y sobre todo, espiritualmente, como nuestro propio nacimiento a la vida nueva.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

3er domingo de Cuaresma. "EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO ES UN ÚNICO AMOR. Cuaresma: tiempo de actuar y de detenerse ante el hermano herido". MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL A LA IGLESIA Y PUEBLO DE COSTA RICA

 Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, reunidos los días 26 al 29 de febrero de 2024, en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, compartimos nuestro sentir. En su mensaje para la Cuaresma del presente año, el Papa Francisco nos ha recordado que “es tiempo de actuar… de detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo”. La Iglesia, desde su origen en nuestro Señor Jesucristo, es portadora de una buena noticia: “el Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres” (Lucas 4,18). Los discípulos del Señor se dispersaron “anunciando el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo” (Hechos de los Apóstoles 8,12), mensaje que entraña la posibilidad de vivir según el proyecto de Dios, desde las actitudes de amor, justicia

4º domingo del tiempo ordinario: EL MODO DE ENSEÑAR DE JESÚS ES ALGO NUEVO Y PRODUCE ALGO NUEVO (retomamos nuestros comentarios dominicales)

 Lect.:  Deuteronomio 18,15-20; 1  Corintios 7,32-35;  Marcos 1,21-28 El episodio de hoy tiene lugar en una sinagoga, —"en Cafarnaum", dice Marcos. Se trataba de un lugar de reunión en el que además de oraciones y bendiciones, se escuchaba   la lectura de la torá y de los profetas y una  predicación explicativa. A los escribas, como personas ilustradas, correspondía en gran medida la explicación y aplicación  de la Palabra.  Y es precisamente en ese ambiente habitual de enseñanza y aprendizaje donde el evangelista resalta rasgos únicos de Jesús que causan asombro en la audiencia . El texto no narra de qué habló sino de cómo lo hizo . Por contraste con los maestros de oficio, los presentes reconocen que Jesús no habla comentando libros ni autores, sino con autoridad propia . Se trata de hablar con convicción porque asocia y refrenda la palabra con la acción .  "Para Marcos, la autoridad especial de la palabra de Jesús se pone de manifiesto en que está acompañada de a

FIESTA DEL "CORPUS CHRISTI": LA EUCARISTÍA VIVENCIA Y SÍMBOLO DE LA RESURRECCIÓN

  Lect.: Deut 8,2-3.14b-16a; 1ª carta Pablo a los Corintios 10,16-17; Juan 6,51-58. Pienso que concluir este tiempo de Pascua festejando la celebración de la Eucaristía es oportuno y esclarecedor. No es conmemorar un “misterio” más de la vida de Cristo, ni subrayar un aspecto importante doctrinal. Es, más bien, la oportunidad para ver en síntesis lo que significa para nosotros celebrar la resurrección de Cristo y de esa manera, también, aclarar malos entendidos en aspectos claves de nuestra fe cristiana.  Poco a poco hemos ido entendiendo, en la medida en que nos aplicamos a ello, que al afirmar nuestra convicción en la resurrección de Cristo no estamos afirmando que el cuerpo de Jesús volvió a la vida terrena que tenía antes de su crucifixión y muerte. No es lo mismo “resurrección” que “resucitación de un cadáver”. Con Pablo y los evangelios  afirmamos que Dios elevó a Jesús de la muerte , llevándolo a ser parte de su propia vida . Este “momento pascual” para hablar del cual care