Ir al contenido principal

29º domingo t.o.: CAMINAR JUNTOS: PARA IMAGINAR Y CONSTRUIR UN FUTURO DIVERSO PARA LA IGLESIA

Lect.: Is 53, 10-11; Heb  4, 14-16; Mc 10, 35-45

  1. Marcos, en su relato está claro del simbolismo que tiene el acercarse a Jerusalén. Pero, además, los tres anuncios que hace Jesús de su Pasión, conforme avanzan en el camino, no  dejan lugar a dudas sobre el drama que se avecina. Lo expresa la observación del evangelista en un versículo anterior al texto de hoy (32): Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Todo este contexto hace resaltar, por contraste, el comportamiento de los Doce, no solo de los hijos del Zebedeo, enredados en discusiones que reflejan sus expectativas y su ambición por el poder. Al leer este episodio una vez más nos preguntamos nosotros, —¿Cómo es posible?, que ante la inminencia de la muerte de su Maestro, a los discípulos más cercanos solo les interese su futuro personal en lo que todavía esperaban como un reino mesiánico sobre la tierra?
  2. La respuesta de Jesús es tajante y esclarecedora. Por eso llama la atención que cuando Marcos escribe este evangelio lo más probable es que  ya haya pasado mucho tiempo desde la escena original y por eso esté recurriendo a un recuerdo para referirse a un problema que vuelve a surgir posteriormente en la comunidad.  Es un detalle significativo de que  la tentación del poder, la ambición por ocupar puestos, a pesar de las categóricas advertencias de Jesús, resurgían años después en la comunidades cristianas.   
  3. El mensaje de Marcos que, en realidad transmiten también los otros evangelistas, adquiere una actualidad tremenda en muchos momentos a lo largo de la historia de la Iglesia  en que la tentación del poder vuelve una y otra vez a resurgir opacando en la Iglesia el espíritu del Evangelio y distorsionando el sentido de las estructuras eclesiásticas así como el del ejercicio de los ministerios.
  4. ¿Y qué decir de nuestra época? Como nos advierte el Papa, “no podemos escondernos: la misma Iglesia debe afrontar la falta de fe y la corrupción también dentro de ella.” La Iglesia entera está llamada a confrontarse con el peso de una cultura impregnada de clericalismo, heredada de su historia, y de formas de ejercicio de la autoridad en las que se insertan los diversos tipos de abuso (de poder, económicos, de conciencia, sexuales). Es impensable «una conversión del accionar eclesial sin la participación activa de todos los integrantes del Pueblo de Dios».
  5. Es contrastando con este telón de fondo de infidelidades humanas que destaca el llamado que está haciendo especialmente en el momento actual,  el Papa Francisco al  convocar a toda la Iglesia —no solo al clero y obispos— a caminar juntos (es lo que significa “en Sínodo”) para anunciar el Evangelio, en un proceso participado e inclusivo, que ofrezca a cada uno – en particular a cuantos por diversas razones se encuentran en situaciones marginales – la oportunidad de expresarse y de ser escuchados para contribuir en la construcción del Pueblo de Dios.” El inicio de este proceso se dio de manera solemne en Roma el pasado 9 - 10 de este mes de octubre, y hoy domingo 17 debe arrancar solemnemente en nuestra Iglesia particular de Costa Rica.
  6. Como lo dice el Documento preparatorio “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”:
    • "En este contexto, la sinodalidad representa el camino principal para la Iglesia, llamada a renovarse bajo la acción del Espíritu y gracias a la escucha de la Palabra. La capacidad de imaginar un futuro diverso para la Iglesia y para las instituciones a la altura de la misión recibida depende en gran parte de la decisión de comenzar a poner en práctica procesos de escucha, de diálogo y de discernimiento comunitario, en los que todos y cada uno puedan participar y contribuir. Al mismo tiempo, la opción de “caminar juntos” es un signo profético para una familia humana que tiene necesidad de un proyecto compartido, capaz de conseguir el bien de todos. Una Iglesia capaz de comunión y de fraternidad, de participación y de subsidiariedad, en la fidelidad a lo que anuncia, podrá situarse al lado de los pobres y de los últimos y prestarles la propia voz.” 
  7. Es un inmenso reto el que está planteando el Papa Francisco a toda la Iglesia. Es preciso que todos nos empapemos del espíritu y objetivos de este proceso, empezando por leer el Documento de consulta que sirve de instrumento para favorecer la primera fase de escucha y consultación de Pueblo de Dios en las Iglesias particulares (octubre de 2021 – abril de 2022). Lo haremos con la esperanza de contribuir a poner en movimiento las ideas, las energías y la creatividad de todas las personas que participarán en el itinerario.Ω

 Ver el Documento preparatorio Oficina de prensa de la Santa Sede, “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

TRES REFLEXIONES PARA RECUPERAR EN LA "FIESTA DE LA TRINIDAD"

  Al repasar mis reflexiones de los últimos años sobre la "celebración de la Trinidad", me parece valioso recuperar, entre otras, las siguientes. La primera,  que l a experiencia nos enseña lo inadecuadas que son las solas palabras para expresar nuestros mejores sentimientos y nuestras profundas convicciones.  En realidad, es algo que ya antes sabíamos que pasaba sobre todo cuando tratábamos de compartir la alegría sentida, el disfrute de la vida, la intensidad del amor… Y es algo que deberíamos también haber constatado al meternos a “hablar de Dios”, porque detrás de esa palabra, ese nombre, “Dios”, tocamos la realidad más profunda de nuestro ser, de nuestra persona, de esa realidad que está en cada uno de nosotros pero que es más grande que nosotros. Lo normal, entonces, es que el lenguaje verbal siempre se quede corto y nos deje insatisfechos. L o primero que aportó la Buena Nueva fue la oportunidad, no de aprender una verdad teológica , sino de vivir la  experien...

Domingo de Pascua

Lect.:  Hech 10: 34-43; Col 3: 1-4; Jn 20: 1-9 Cuando decimos que para los cristianos la fiesta de la Pascua es el acontecimiento central de nuestra vida , afirmamos que estamos hablando de algo de lo que no es fácil hablar . Nos referimos al momento culminante de la vida de Jesús, de la vida de sus primeros testigos y de nuestra propia vida . ¿Cómo poder expresar ese momento culminante de manera fácil? ¿Cómo encerrar en palabras humanas unas realidades, vivencias que tocan lo más íntimo de nuestro ser y del ser de Jesús ? Durante muchos años hemos leído y meditado los relatos evangélicos de la resurrección y probablemente nos hemos quedado pegados en los detalles con que sus autores intentaron comunicar lo incomunicable. La resurrección de Jesús no es la vuelta a la vida en este mundo de un cadáver . Y, sin embargo, por las limitaciones del lenguaje, si los leemos literalmente, los relatos sobre la tumba vacía, sobre las apariciones a María Magdalena,...

CELEBRANDO LA ASCENSIÓN, ¿SE TRATA DE UNA "SUBIDA"?

 Se supone que uno de los propósitos de las fiestas litúrgicas es pedagógico. Se trataría de desglosar diversos aspectos del mensaje evangélico para facilitar su comprensión. Y se suponía también que al asociar cada aspecto del mismo a un "episodio" o dimensión de la vida de Jesús, esto daría más vitalidad y dinamismo al anuncio de la Buena Nueva. No sé en que medida esto se logró en siglos pasados, pero me temo, desde hace tiempos, que hoy en día" el modo de realizar la celebración litúrgica más bien desorienta la formación en la fe de los creyentes contemporáneos. En vez de una comprensión progresiva del Mensaje se produce una fragmentación del mismo y una pérdida de visión de conjunto y, al mismo tiempo, al asociar cada "fragmento" a recuerdos de diversos momentos sucesivos de la vida de Jesús, se crea la impresión de que se está intentando construir y reproducir un resumen biográfico de ésta. Un paso más y caemos en una lectura literalista y fundamentalista...