Ir al contenido principal

28º domingo t.o. ¿Cómo participar de una vida de calidad plena?

Lect.:Sabiduría 7,7-1; Hebreos 4,12-13; Marcos 10,17-30



  1. Cuando Marcos  narra el episodio de este hombre, probablemente, joven, que le pregunta a Jesús «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?, no debemos interpretar su inquietud en términos temporales. “Vida Eterna” en los evangelios no significa como hoy día, una vida que duraría para siempre. Se refiere, más bien, a la contraposición entre la creación natural y la realidad divina. Podríamos  expresarla de manera más cercana al sentido del evangelio como “vida verdadera”, “vida divina”, “vida del eterno”.  Pensando el texto de Marcos, desde las enseñanzas del evangelio de Juan, podríamos hacer nuestra la pregunta diciendo, “¿cómo podremos participar de la misma vida de Dios”?
  2. Viniendo el interrogante de alguien que afirmaba con sinceridad, haber cumplido los mandamientos desde pequeño,  y teniendo en cuenta la respuesta de Jesús, el episodio nos da pie para saltar de una lectura puramente legalista o moralista, a una profundización espiritual de lo que significan para el Jesús de Marcos, las condiciones para entrar en el reino de Dios. Se pueden resumir en dos: renunciar a todo lo que se tiene y se es, y apropiarse del camino de Jesús. Leído de manera literalista, el texto perdería sentido. Se aplicaría solamente a quienes poseen grandes riquezas, se caería  en un círculo contradictorio de compra y venta de los bienes que se tienen e incluso fomentaría una actitud egocéntrica interesada en una recompensa mayor. Pero desde la perspectiva del espíritu de Jesús, de lo que está hablando es precisamente de renunciar, de despojarse de cuanto obstaculice esa vida verdadera de la que se está buscando participar y que recibimos gratuitamente. Paradójicamente, a veces el obstáculo viene del apego  a formas  de pensar, a doctrinas, a ideologías, incluso de carácter religioso. 
  3. Sabemos por experiencia propia y ajena que lo que nos cierra el paso al camino de Jesús no es solo ni siempre el apego a las riquezas, sino cualquier forma de apego que, de manera abierta o solapada coloque al propio yo en el centro de la vida, desplazando el servicio al Reino de Dios. Sería la distorsión de la vida verdadera, de lo que realmente somos como hechura de Dios.Ω


Comentarios

  1. Anónimo8:57 p.m.

    El texto es comprensible con la razón. El apego a los bienes, a las personas y a nuestros propios criterios nos atan, nos quitan la paz y no nos permiten la plenitud. Pero... aún comprendiendo eso, y sabiendo que es una verdad, nos cuesta soltar esas ataduras. ¿Por qué será?

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Domingo de Pascua

Lect.:  Hech 10: 34-43; Col 3: 1-4; Jn 20: 1-9 Cuando decimos que para los cristianos la fiesta de la Pascua es el acontecimiento central de nuestra vida , afirmamos que estamos hablando de algo de lo que no es fácil hablar . Nos referimos al momento culminante de la vida de Jesús, de la vida de sus primeros testigos y de nuestra propia vida . ¿Cómo poder expresar ese momento culminante de manera fácil? ¿Cómo encerrar en palabras humanas unas realidades, vivencias que tocan lo más íntimo de nuestro ser y del ser de Jesús ? Durante muchos años hemos leído y meditado los relatos evangélicos de la resurrección y probablemente nos hemos quedado pegados en los detalles con que sus autores intentaron comunicar lo incomunicable. La resurrección de Jesús no es la vuelta a la vida en este mundo de un cadáver . Y, sin embargo, por las limitaciones del lenguaje, si los leemos literalmente, los relatos sobre la tumba vacía, sobre las apariciones a María Magdalena,...

3er domingo de Adviento

3er domingo Adviento, 16 diciembre 2007 Lect.: 35: 1 – 6 a; Sant 5: 7 – 10; Mt 11: 2 – 11 1. Nuestro mundo ha cambiado mucho desde que Isaías escribió el texto que escuchamos hoy. La imaginación no nos da para pensar lo diferente que sería la sociedad de hace 2700 años. Pero hay algo que nos suena conocido. El profeta ve a su alrededor gente con manos débiles, con rodillas vacilantes, dejándose llenar su corazón de cobardía, con temor. Un mundo lleno de problemas que produce innumerables víctimas. Siete siglos después, Juan el Bautista en la cárcel, duda si Jesús es el Mesías que ha de venir y manda a sus discípulos a preguntarle si es él o hay que esperar a otro. Jesús se identifica indicando a quiénes ha venido a traer esperanza: a los inválidos, a los enfermos, a los pobres, a los que están amenazados por la muerte y dice claramente: anuncien a Juan lo que están Uds. viendo y oyendo. 2. El mundo de Isaías, el del bautista, el nuestro, están llenos de víctimas. ¿Qué responderíam...

3er domingo de Cuaresma. "EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO ES UN ÚNICO AMOR. Cuaresma: tiempo de actuar y de detenerse ante el hermano herido". MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL A LA IGLESIA Y PUEBLO DE COSTA RICA

 Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, reunidos los días 26 al 29 de febrero de 2024, en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, compartimos nuestro sentir. En su mensaje para la Cuaresma del presente año, el Papa Francisco nos ha recordado que “es tiempo de actuar… de detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo”. La Iglesia, desde su origen en nuestro Señor Jesucristo, es portadora de una buena noticia: “el Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres” (Lucas 4,18). Los discípulos del Señor se dispersaron “anunciando el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo” (Hechos de los Apóstoles 8,12), mensaje que entraña la posibilidad de vivir según el proyecto de Dios, desde las actitudes de amor, justi...