- A diferencia de lo que habitualmente se piensa, la palabra “milagro” tiene diversos significados, incluso en la Biblia, en discusiones filosóficas y teóricas sobre todo de los siglos XIX y XX y luego en el lenguaje popular. En aquellos debates se apuntaba a precisar si por “milagro” se entiende algo que supera las leyes de la naturaleza o si, más bien, manifiestan fuerzas de ésta que aún no conocemos.-
- En general, en los evangelios no interesa entrar en discusión teórica sobre si se trata o no de hechos “reales” que ponen a Dios actuando por encima de las leyes de la naturaleza. Con ese trasfondo se comprende que en cierto enfoque de la religiosidad popular se creara la expectativa de que ante los problemas de este mundo, —de salud, sociales, económicos,… de todo tipo— era más importante “dejar todo en manos de Dios”, en vez de desarrollar las mejores capacidades de la humanidad en la ciencia, la técnica, al servicio de acciones solidarias transformadoras.
- Pero los evangelistas presentan los milagros de Jesús como señales de la llegada delReino de Dios. En concreto, para el evangelista Marcos, la idea de “milagros” de Jesús básicamente, contiene tres elementos: son acciones (prácticas), realizadas con fuerza y que revelan que ha llegado el Reino anunciado en la Buena Noticia. No se trata de que muestren la “fuerza” de una persona individual, —Jesús, en concreto—, ni que vayan acompañadas con la fuerza de un discurso potente. Se refiere a la fuerza que tiene el mensaje sobre la llegada del Reino de Dios, que se hace presente con la radicalidad con que Jesús lo vivió. Son la revelación del poder transformador que tiene una vida como la de Jesús, aunque no se vea de momento todo su alcance ni se descubra la presencia de la divinidad que la anima.
- En Marcos, estas acciones de fuerza que revelan una vida nueva aparecen en un ambiente, en una sociedad, que es antagónica a ese Reino, con fuerzas y espíritus “impuros” llamadas entonces demoniacas porque aparecen como superiores y que determinan la vida humana.
- De ahí que los “milagros” de Jesús aparecen en buena parte como una lucha entre el Reino y esas fuerzas malignas que tratan de someter a las personas. A lo largo de la vida de Jesús, él mismo y los demás que buscan su ayuda, a menudo aparecen más débiles que esas fuerzas hostiles, llegando al extremo de que Marcos con transparencia habla del “fracaso” de Jesús, predicando en su propio pueblo de origen y, al final, con la aparente derrota total en la cruz. Sin embargo, las acciones poderosas de Jesús, a pesar de ser puntuales y de que no cambian en lo inmediato el escenario negativo en que se realizan, revelan en cada una de ellas el poder, las posibilidades de la Vida humana y del Dios presente en el interior de ésta al que hay que descubrir. Son muestras de que ya, en medio de la debilidad y de los poderes negativos, dentro de la acción de estas mismas, crece el Reino de Dios.
Lect.: Hech 10: 34-43; Col 3: 1-4; Jn 20: 1-9 Cuando decimos que para los cristianos la fiesta de la Pascua es el acontecimiento central de nuestra vida , afirmamos que estamos hablando de algo de lo que no es fácil hablar . Nos referimos al momento culminante de la vida de Jesús, de la vida de sus primeros testigos y de nuestra propia vida . ¿Cómo poder expresar ese momento culminante de manera fácil? ¿Cómo encerrar en palabras humanas unas realidades, vivencias que tocan lo más íntimo de nuestro ser y del ser de Jesús ? Durante muchos años hemos leído y meditado los relatos evangélicos de la resurrección y probablemente nos hemos quedado pegados en los detalles con que sus autores intentaron comunicar lo incomunicable. La resurrección de Jesús no es la vuelta a la vida en este mundo de un cadáver . Y, sin embargo, por las limitaciones del lenguaje, si los leemos literalmente, los relatos sobre la tumba vacía, sobre las apariciones a María Magdalena,...
Definitivamente la llegada del Reino de Dios nodwbw ser un espectáculo al estilo de un concierto por ejemplo Jesús quiere acercarse a nosotros y mostrarnos que su poder se manifiesta en nuestras vidas de forma tangible. Yo creo más bien que Jesús se quedaba en lugares donde la gente fuera a su encuentro por eso se quedaba en las afueras de las ciudades como dice le evangelio. Su acción poderosa en palabras y obras provocaba naturalmente que la gente acudiera a El en busca de ese milagro que tanto deseaban. Sin embargo, Jesús les da algo mejor que solo esa sanación, les da esperanza como nos la da a nosotros, de que nuestras vidas pueden cambiar y ser mejores al servicio de Dios y de los hermanos.
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