Al repasar mis reflexiones de los últimos años sobre la "celebración de la Trinidad", me parece valioso recuperar, entre otras, las siguientes. La primera, que l a experiencia nos enseña lo inadecuadas que son las solas palabras para expresar nuestros mejores sentimientos y nuestras profundas convicciones. En realidad, es algo que ya antes sabíamos que pasaba sobre todo cuando tratábamos de compartir la alegría sentida, el disfrute de la vida, la intensidad del amor… Y es algo que deberíamos también haber constatado al meternos a “hablar de Dios”, porque detrás de esa palabra, ese nombre, “Dios”, tocamos la realidad más profunda de nuestro ser, de nuestra persona, de esa realidad que está en cada uno de nosotros pero que es más grande que nosotros. Lo normal, entonces, es que el lenguaje verbal siempre se quede corto y nos deje insatisfechos. L o primero que aportó la Buena Nueva fue la oportunidad, no de aprender una verdad teológica , sino de vivir la experien...
Claro que muchos lo toman de manera literal. Decirles que es una contrucción teológica les parece un sacrilegio. A mi, me resulta interesante el término transfiguración, "metamofow". Está en voz pasiva, lo que indica que Jesús no está haciendo nada, sino que algo está siendo hecho en él, desde fuera. Y eso que está siendo hecho es la forma en que lo están viendo sus discípulos. Están viéndolo con una mirada nueva, transfigurado, pero lo están viendo ellos. (El diccionario exegético indica que la voz pasiva significa que la acción es de Dios.) Pero al mismo tiempo su universo semántico está anclado en dos grandes figuras de su religión que ven renovadas en Jesús: Moisés y Elías. De hecho las dos figuras forman parte del contexto literario de este texto, que habría que analizar de manera obligatoria en un ejercicio exegético, para poder iluminar lo que hay en el fondo de este texto. La referencia a Moisés está en el capítulo 7 y la referencia a Elías está a continuación del pasaje de la trasfiguración. Vale la pena leer desde atrás para ver cómo el texto es una construcción teológica.
ResponderBorrarEfectivamente muchos hemos tomado ese pasaje de la Bibla en forma literal y me incluyo. Su interpretación del texto como un pasaje simbólico nos trae la idea de que realmente la vida de Jesús debe ser nuestra frontera a vencer, es decir pasar de ser simplemente yo para participar de la experiencia de la Santidad de Cristo dentro de nuestra cotidianidad.
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