Ir al contenido principal

27º domingo del t.o.: LA FE, UN PODER INSOSPECHADO, PERO ¿EN QUÉ CONSISTE?

 Lect.: Ha 1, 2-3; 2, 2-4); 2ª Tim 1, 6-8. 13-14;  Lc 17: 5 - 10 vv 5 -6 los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decir a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y los obedecería.

COMENTARIO PERSONAL

Destaca en el pasaje de Lucas un texto pequeñito, el de la petición de los discípulos a Jesús de que les aumente la fe. Y luego la respuesta del Maestro que les hace ver el poder de la fe es tan grande que si la tuvieran aun del tamaño de un granito de mostaza. podrían hacer cosas aparentemente por encima de su capacidad. Los comentaristas hacen ver que no se trata de “fe”, en sentido de contenidos o de fórmulas doctrinales. Y tampoco se trata de que pueden hacerse maravillas, espectaculares, milagrosas. Los ejemplos como el del árbol que se arranca y se siembra en el mar, no son sino expresiones parabólicas para indicar el poder de quien tiene fe. Esto resulta obvio en el contexto. Lo central que se quiere resaltar es que en primer lugar se trata de la confianza en la fuerza de Dios que actúa en el hombre y a través del hombre. Sin esta fuerza de Dios, el hombre no puede hacer nada. Lo totalmente decisivo es la confianza en el poder y la fuerza de Dios. Por sí mismo, el hombre no puede hacer nada,  pero lo aparentemente imposible se hace posible para quien se aferra a Dios. El mensaje es muy sencillo y escueto, pero poderoso en su sentido original. Esta “fe” es lo que cambia al ser humano y lo abre a descubrir niveles insospechados de calidad de su vida. Llama la atención que a lo largo del tiempo el texto haya sido despojado de su fuerza, sustituyendo su significado por la creencia en que se trata de una expresión de ánimo para superar problemas cotidianos muy difíciles, o enfermedades incurables. Personalmente, al reflexionar por qué los apóstoles salieron con esa inesperada petición de una mayor fe,  pienso que se debió quizás a lo impactados que estaban por la tremenda personalidad de Jesús, su comportamiento en toda circunstancia, su manera de relacionarse. Y lógicamente querían ser como él, alcanzar esos rasgos que, de manera sintética, constituían la poderosa actitud de “fe” de Jesús.-  Añado una  nota curiosa a este comentario. En la tradición gnóstica del Evangelio de Tomás la raíz de la fuerza de la “fe” no se entiende como la temática de la fe en Dios, sino la que se logra con la armonía entre los seres humanos. Se trata aquí de la paz restablecida en el “hogar” o en la “casa", que puede incluso desplazar las montañas. Pero esa “casa” es el mismo cristiano gnóstico que busca y logra la unidad consigo mismo y así armonía con los demás.Ω


Comentarios

  1. Anónimo9:12 p.m.

    Qué importante la fe en los demás y en nosotros mismos. Nos hace crecer y dar lograr cosasiinsospechadas.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

TRES REFLEXIONES PARA RECUPERAR EN LA "FIESTA DE LA TRINIDAD"

  Al repasar mis reflexiones de los últimos años sobre la "celebración de la Trinidad", me parece valioso recuperar, entre otras, las siguientes. La primera,  que l a experiencia nos enseña lo inadecuadas que son las solas palabras para expresar nuestros mejores sentimientos y nuestras profundas convicciones.  En realidad, es algo que ya antes sabíamos que pasaba sobre todo cuando tratábamos de compartir la alegría sentida, el disfrute de la vida, la intensidad del amor… Y es algo que deberíamos también haber constatado al meternos a “hablar de Dios”, porque detrás de esa palabra, ese nombre, “Dios”, tocamos la realidad más profunda de nuestro ser, de nuestra persona, de esa realidad que está en cada uno de nosotros pero que es más grande que nosotros. Lo normal, entonces, es que el lenguaje verbal siempre se quede corto y nos deje insatisfechos. L o primero que aportó la Buena Nueva fue la oportunidad, no de aprender una verdad teológica , sino de vivir la  experien...

Domingo de Pascua

Lect.:  Hech 10: 34-43; Col 3: 1-4; Jn 20: 1-9 Cuando decimos que para los cristianos la fiesta de la Pascua es el acontecimiento central de nuestra vida , afirmamos que estamos hablando de algo de lo que no es fácil hablar . Nos referimos al momento culminante de la vida de Jesús, de la vida de sus primeros testigos y de nuestra propia vida . ¿Cómo poder expresar ese momento culminante de manera fácil? ¿Cómo encerrar en palabras humanas unas realidades, vivencias que tocan lo más íntimo de nuestro ser y del ser de Jesús ? Durante muchos años hemos leído y meditado los relatos evangélicos de la resurrección y probablemente nos hemos quedado pegados en los detalles con que sus autores intentaron comunicar lo incomunicable. La resurrección de Jesús no es la vuelta a la vida en este mundo de un cadáver . Y, sin embargo, por las limitaciones del lenguaje, si los leemos literalmente, los relatos sobre la tumba vacía, sobre las apariciones a María Magdalena,...

CELEBRANDO LA ASCENSIÓN, ¿SE TRATA DE UNA "SUBIDA"?

 Se supone que uno de los propósitos de las fiestas litúrgicas es pedagógico. Se trataría de desglosar diversos aspectos del mensaje evangélico para facilitar su comprensión. Y se suponía también que al asociar cada aspecto del mismo a un "episodio" o dimensión de la vida de Jesús, esto daría más vitalidad y dinamismo al anuncio de la Buena Nueva. No sé en que medida esto se logró en siglos pasados, pero me temo, desde hace tiempos, que hoy en día" el modo de realizar la celebración litúrgica más bien desorienta la formación en la fe de los creyentes contemporáneos. En vez de una comprensión progresiva del Mensaje se produce una fragmentación del mismo y una pérdida de visión de conjunto y, al mismo tiempo, al asociar cada "fragmento" a recuerdos de diversos momentos sucesivos de la vida de Jesús, se crea la impresión de que se está intentando construir y reproducir un resumen biográfico de ésta. Un paso más y caemos en una lectura literalista y fundamentalista...