Lect.: Éx 3:1-8, 13-15; I Cor 10:1-6, 10-12; Lc 13:1-9 A pesar de lo que hemos madurado en nuestra formación cristiana en las últimas décadas, —sobre todo a raíz del impacto del Concilio Vaticano II y, en América Latina, de la Conferencia de Obispos de Medellín—, no es raro oír todavía expresiones que obedecen a una religiosidad tradicional que no reflejan la espiritualidad evangélica y se refieren a males que suceden, como “ castigo de Dios ”. A veces puede tratarse de un acontecimiento natural, como un terremoto o un huracán. O una enfermedad como el sida, o las transmitidas por ese famoso mosquito que carga el dengue y demás compañía, … Tal vez casi nadie diga ya directamente que cree que Dios manda esos males como castigo, pero indirectamente algo de esa creencia permanece cuando se pide que Dios “nos libre de ellos”. O, cuando se dice en oraciones o en canciones, —como esa que tanto he criticado aquí y que vuelve a aparecer en cada cuaresma: “no estés eternamente en...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.