Lect.: Eclesiástico 3:17-18, 20, 28-29;7; Hebreos 12:18-19, 22-24; Lucas 14:1, 7-14 Creo que a la mayoría de nosotros nos choca la figura del farsante . Aquel que se presenta como alguien que no es. Y también nos choca y nos duele descubrir que, quizás, sin quererlo, hay algo de farsa en cada uno de nosotros cuando dejamos que nos traten los demás como si fuéramos lo que no somos, más buenos, más religiosos, más inteligentes, más importantes, más simpáticos, mejores amigos de lo que en realidad somos. En la sociedad en que vivió Jesús también existía la tentación de la farsa y un banquete como ese al que invitó a Jesús el dirigente fariseo era, en ese momento, un lugar apto para apantallar, para dar la impresión de que los asistentes estaban entre los protagonistas principales de la ciudad o, al menos, del barrio. Sobre todo los de la mesa principal. Y Lucas cuenta que Jesús observó, durante la comida, que algunos se las ingeniaban para colocarse sin merecerlo en los puestos p...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.