En este relato se nos muestran rasgos inconfundibles que, para el evangelista Marcos, caracterizan a Jesús de Nazaret y a su misión. Así, al menos, lo habían asimilado las primeras comunidades marcanas . Primero, su cuidado y preocupación por el dolor humano , donde quiera que se encuentre. Ya no se trata solo de la gente de las aldeas de Galilea a quienes se dirigía inicialmente. Ahora, en el relato de hoy, quien recibe el beneficio de la llegada del Reino de Dios, es alguien que vive en el descampado, fuera del pueblo. Más aún, es alguien que no se encuentra allí voluntariamente, sino que ha sido expulsado de su comunidad , por padecer de una enfermedad contagiosa de la piel porque, conforme a la manera de entender y proceder de aquellas culturas, dichos padecimientos se consideraban castigo de Dios. Diversas narraciones bíblicas lo atestiguaban, empezando por las plagas de Egipto, incluyendo también los castigos a los pecados de Miriam, la hermana de Moisés, y a los del...