Lect.. Ez 18, 25-28; Fil 2, 1-11; Mt 21, 28-32 Comentábamos al final de la parábola del domingo pasado, sobre la contratación de trabajadores desempleados que, en el favor especial del dueño de la viña por los aparentemente menos capaces, que habían encontrado menos oportunidades de contratación, tenía que quedar claro el mensaje de que el Reino anunciado por Jesús contenía la promesa de una realidad nueva, de nuevas formas de valoración humana, de formas de convivencia muy superior a la que ellos padecían. Además de ser fuente de esperanza lo era también de valoración como personas. Este mensaje continúa desarrollándose, y de manera más radical, en la historieta de hoy. Si en la anterior, de la gratificación a los contratados con menos cualificación, se mostraba que en el Reino de Dios los más débiles, los menos preparados, podrían llegar a ser los primeros, en este cuento de los dos hijos, el Jesús de Mateo va más allá. Para la comunidad que es...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.