Lect.: Is 63: 16-17.19; 64:2-7; 1 Cor 1: 3-9; Mc 13:33-37 Nuestro sol, cuya aparición disfrutamos disfrutamos cada mañana, igual que cualquier otra estrella tiene también un ciclo de nacimiento, desarrollo, declive y muerte. Como nos lo han recordado recientemente, a propósito del cometizaje de la sonda enviada por la Agencia Espacial Europea, nuestro sistema solar nació, se formó hace unos 4800 millones de años. Y los científicos estiman que a este sol le queda combustible para unos 7500 millones de años más, hasta que se convierta en una gigante roja y, probablemente consuma en el fuego a los planetas interiores, entre los cuales iría la tierra. Por supuesto, nada de esto sabían en la época de las primeras comunidades cristianas. Podían hacerse una idea de lo que era el final de la historia judía porque habían presenciado la destrucción de Jerusalén y del Templo. Pero pensar con objetividad en el final del planeta tierra y de la historia humana sobrepasaba las capacidades de l...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.