Lect.: Deut 8,2-3.14b-16a; 1 Cor 10,16-17; Juan 6,51-58 "Vivir en Dios y para Dios". Innumerables veces hemos repetido, durante el tiempo pascual, esta frase con la que Pablo quiere expresar el significado de la resurrección de Jesús. Se trata de una “exaltación”, una “elevación” a un nivel distinto de la vida humana, al más profundo, el de la vida plena. Y nosotros, con Cristo, dice el mismo Apóstol, hemos muerto con él, hemos resucitado con él, hemos sido elevados con él. Desde esa perspectiva podemos leer todo el evangelio de Juan al que pertenece la 3ª lectura de hoy, como una gran invitación a renacer a esa nueva conciencia de lo que somos como seres humanos . Para entrar en el Reino, —como Jesús trató de ayudar a Nicodemo para que comprendiera—, hay que renacer, pasando de nuestra limitada conciencia individual, en que habitualmente nos encontramos atrapados, a ese otro nivel más perfecto de conciencia en que nos descubrimos inmersos en la vida mis...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.