1er domingo de Adviento, 29 nov. 09 Lect.: Jer 33: 14 – 16; 1 Tes 3: 12 – 4: 2; Lc 21: 25 – 28 1. El clima socio – religioso que refleja el texto evangélico de Lc en cierta forma no tiene nada que ver con el nuestro. Es un mundo muy diverso. Desde los primeros capítulos de su evangelio ya pintaba un pueblo que había vivido los horrores de la guerra y destrucción de Jerusalén del año 70, horrores que se añadían a décadas y siglos de ocupación de sus tierras por imperios extranjeros. Convencidos de ser el pueblo elegido por Dios, miran al futuro convencidos de que aparecerá un líder (cfr. 1ª lectura Jer) que les conducirá a la liberación total de la opresión y a un final de la historia donde el Monte Sión será el centro del mundo. Los primeros cristianos, marcados por ese contexto, solo añaden a esa visión su expectativa de que ese líder será Jesús quien vendrá por 2ª vez triunfante a esa nueva Jerusalén. Judíos y cristianos de la época mezclan la expectativa de un mundo nuevo, al final...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.