Domingo 24 de abril de 2011, Pascua. Lect.: Hech 10: 34 a. 37 – 43; Col 3: 1 – 4; Jn 20: 1 – 9 1. Hay cosas en los evangelios que deberían llamar nuestra atención y ponernos a pensar. Por ejemplo, cuando Jesús habló de que quien cree en él vive para siempre, si estaba anunciando que lo esencial de su mensaje era literalmente “volver” a la vida, y que nuestros cuerpos muertos invirtieran su proceso de corrupción, ¿por qué no usó ese elemento como parte de su “marketing” —y perdónenme la irreverencia del término—? Semejante anuncio hubiera sido de gran impacto en aquel ambiente , como en el nuestro de hoy todavía. Hubiera ganado tantos o más seguidores que los que le buscaron por la multiplicación de los panes. Pero no encontramos que su predicación contenga ese reclamo continuo. En cambio, sí habla de “nacer de nuevo”, y de vivir una vida “abundante”, “plena”. Apreciaba, amaba la vida, toda forma de vida, pero no parece que su énfasis central fuera garantizar la perpetuación de la v...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.