Lect.: I Samuel 16:1, 6-7, 10-13; Efesios 5:8-14; Juan 9:1-41 Para que no haya confusión, el evangelista pone en labios de Jesús, al inicio del pasaje de hoy, la aclaración de que este relato es un signo del enfrentamiento entre luz y tinieblas que se da en la vida humana . Se lo dice cuando sus discípulos tratan de plantear el tema de la época, de la relación entre pecado y enfermedad. Lo que al evangelista le interesa es tomar el hecho como punto de partida para una instrucción o catequesis sobre cómo las obras de Dios, que realiza Jesús, contribuyen a la iluminación de quien las contempla. Para recalcar aún más esta idea, haciendo ver el carácter de signo de la curación, reduce el relato del milagro a apenas dos líneas, en un texto de 41 versículos. Casi todo lo dedica a una dramatización maravillosa del diálogo entre el ciego curado y los fariseos, con intervenciones de Jesús. Está claro que se trata de una instrucción para orientar la práctica de los cristianos ,...
Reflexiones a partir del texto evangélico de la celebración eucarística de cada domingo, considerando su estudio exegético y leído desde algunos de los retos del entorno de nuestra vida actual. Bienvenidos los comentarios.