tag:blogger.com,1999:blog-11737489.post4847615364738900990..comments2024-03-03T19:59:48.010-06:00Comments on losquequeremosser: HOMILÍA DEL 2o domingo de cuaresma 07Jorge Arturo Chaveshttp://www.blogger.com/profile/05075699818395851637noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-11737489.post-69493684785168462232007-03-08T09:36:00.000-06:002007-03-08T09:36:00.000-06:00Para ser más completo habría que decir que, así la...Para ser más completo habría que decir que, así las cosas, el comentario e interpretación de un textgo como el de la transfiguración tiene que ser él mismo una inducción a la lectura simbólica del texto, cosa que hace Jorge Arturo, induciendo a un tipo de lectura que lleva a entenderlo de otra manera,como le pasó a Deya y nos pasa a nosotros cuando lo vemos así, sin por otra parte llegar a entenderlo, porque no es cuestión de entender, como tampoco es cuestión de entender el jardín zen y para ello, por ejemplo, ponerle un rostro humano. No es así como se entiende lo que es un jardín zen.J. Amando Robles Robleshttps://www.blogger.com/profile/04567996122689250010noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-11737489.post-83495844105307289992007-03-08T08:44:00.000-06:002007-03-08T08:44:00.000-06:00Jorge Arturo habla en su homilía de lenguaje simbó...Jorge Arturo habla en su homilía de lenguaje simbólico... Acabo de tener una experiencia visual muy ilustrativa al respecto. Ayer me mostraron la propuesta de portada para mi próximo libro ¿Verdad o símbolo?: un jardín zen de arena con dos pequeñas rocas bajado de internet, precioso, pero con un rostro humano en una de las piedras que al diseñador de turno se le ocurrió añadir. El efecto visual, y más que visual, no podía ser más contradictorio: el jardín zen (símbolo, y un símbolo muy impactante) negando el rostro en la piedra (representación), y esto negando aquello. La experiencia no podía ser más chocante: el jardín zen con toda su fuerza sugeridora, precisamente en su negación de toda representación, a no ser la de la permanencia de lo impermanente (los surcos cambiables en la arena), banalizado si no negado por una representación. Imposible no sentir que, definitivamente, hay cosas que el símbolo expresa mejor que el signo, que es más sugeridor, más rico e, incluso, más preciso.<BR/><BR/>Por otra parte, estoy releyendo el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz. Maravilla ver como este místico tenía muy claros tres niveles: a)la experiencia espiritual en sí, que no se puede decir, b) la poesía o "dichos de amor en inteligencia mística" (lenguaje simbólico)en que se intenta expresar la experiencia sin poder lograrlo, sin poder llegar a decir lo que es, y c) los comentarios, que tampoco pueden decir con palabras (comentario, doctrina, etc.), lo que "tampoco por palabras se pudo ello decir", o sea lo que se expresó poéticamente, esto es, simbólicamente. La transfiguración es un buen ejemplo de ello, también en ella se dan los tres niveles: lo que fue y es la experiencia en sí, su expresión simbólica, tan magistral, como la leemos ahora en los evangelios, y el comentario homilético, teológico, etc., que del cuadro nosotros hacemos. Tres niveles en los que la significación o contenido cada vez va a menos.J. Amando Robles Robleshttps://www.blogger.com/profile/04567996122689250010noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-11737489.post-33531866104598503802007-03-08T08:42:00.000-06:002007-03-08T08:42:00.000-06:00Jorge Arturo habla en su homilía de lenguaje simbó...Jorge Arturo habla en su homilía de lenguaje simbólico... Acabo de tener una experiencia visual muy ilustrativa al respecto. Ayer me mostraron la propuesta de portada para mi próximo libro ¿Verdad o símbolo?: un jardín zen de arena con dos pequeñas rocas bajado de internet, precioso, pero con un rostro humano en una de las piedras que al diseñador de turno se le ocurrió añadir. El efecto visual, y más que visual, no podía ser más contradictorio: el jardín zen (símbolo, y un símbolo muy impactante) negando el rostro en la piedra (representación), y esto negando aquello. La experiencia no podía ser más chocante: el jardín zen con toda su fuerza sugeridora, precisamente en su negación de toda representación, a no ser la de la permanencia de lo impermanente (los surcos cambiables en la arena), banalizado si no negado por una representación. Imposible no sentir que, definitivamente, hay cosas que el símbolo expresa mejor que el signo, que es más sugeridor, más rico e, incluso, más preciso.<BR/><BR/>Por otra parte, estoy releyendo el Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz. Maravilla ver como este místico tenía muy claros tres niveles: a)la experiencia espiritual en sí, que no se puede decir, b) la poesía o "dichos de amor en inteligencia mística" (lenguaje simbólico)en que se intenta expresar la experiencia sin poder lograrlo, sin poder llegar a decir lo que es, y c) los comentarios, que tampoco pueden decir con palabras (comentario, doctrina, etc.), lo que "tampoco por palabras se pudo ello decir", o sea lo que se expresó poéticamente, esto es, simbólicamente. La transfiguración es un buen ejemplo de ello, también en ella se dan los tres niveles: lo que fue y es la experiencia en sí, su expresión simbólica, tan magistral, como la leemos ahora en los evangelios, y el comentario homilético, teológico, etc., que del cuadro nosotros hacemos. Tres niveles en los que la significación o contenido cada vez va a menos.J. Amando Robles Robleshttps://www.blogger.com/profile/04567996122689250010noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-11737489.post-50674861331222866642007-03-05T08:46:00.000-06:002007-03-05T08:46:00.000-06:00Bueno, anoche tuve el gran gusto de escuchar tu ho...Bueno, anoche tuve el gran gusto de escuchar tu homilía. Cien veces escuché esa lectura y recién anoche entendí de qué se trataba. Deben haber ayudado un poco Amando, Eckart y los demás seres de luz que nos circundan en este grupo tan afortunado al que pertenecemos. <BR/>Andaba con un resfrío fatal, por lo cual no me acerqué a contagiarte! Saludos y buen viaje!Deyanira Sequeirahttps://www.blogger.com/profile/17716191148732012301noreply@blogger.com